Entrevista > Rubén Perelló / Entrenador del HLA Alicante (Palma de Mallorca, 14-abril-1981)
A finales de noviembre la Fundación Lucentum -club actualmente llamado HLA Alicante por motivos de patrocinio- parecía condenado al descenso. Los alicantinos habían perdido todos los partidos, y marchaban últimos en la clasificación de la LEB Oro (la segunda categoría del baloncesto español).
Sin embargo entonces llegó Rubén Perelló como nuevo entrenador. Se trata de un viejo conocido de la afición, ya que fue el técnico del ascenso deportivo (no consumado en los despachos) del Lucentum a la ACB en 2013. Desde su regreso el equipo ha ganado varios partidos, y toda la parroquia lucentina vuelve a creer en el milagro.
«He regresado a ayudar en una situación complicada porque para mí Alicante es muy especial»
Hace dos meses estabas de segundo entrenador en el Fuenlabrada, y marchabais líderes de LEB Oro. ¿Por qué decidiste venir a rescatarnos siendo el último clasificado?
Porque para mí Alicante siempre ha sido un lugar muy especial. Aquí fue donde tuve la oportunidad de debutar como primer entrenador, y en aquella temporada me convertí en el más joven de la historia en subir un equipo a la ACB. Esto me abrió puertas a nuevos retos.
Ese fue el motivo por el que, al ver al equipo en una situación tan complicada, me tiró un poco el corazón. Por supuesto era consciente de la situación tan difícil a la que venía, con ocho derrotas y cero victorias. También es que, por mi manera de ser, a veces soy de buscar el camino más complicado… pero que a la vez es más motivante.
Cuando llegaste prácticamente todo el mundo daba al equipo por descendido, pero ahora estamos todos esperanzados. ¿Cómo has conseguido revertir esto en tan poco tiempo?
Lo primero que quería era limpiar las cabezas de los jugadores y cambiar la mentalidad. Éste es un equipo frío y a veces peca de transmitir muy poco, lo que hacía que en los momentos difíciles se viniera abajo y la afición estaba desencantada. Los resultados deportivos hicieron gran daño anímico. Muchos jugadores estaban con falta de confianza y sin saber gestionar bien la presión de esta situación.
Por eso hice un llamamiento a la afición, porque era el momento de estar unidos. De igual manera exigí al equipo que ofreciera algo para volver a conectar con la grada. Creo que una de las claves es que esta conexión se ha vuelto a producir. En los últimos partidos han venido unas 4.000 personas, y ahora efectivamente se ha creado una sinergia en la que todos creemos que podemos.
«Lo primero que intenté desde mi llegada fue limpiar las mentes de los jugadores»
Además la plantilla es prácticamente la misma, salvo Ignacio Rosa más otros dos fichajes temporales para cubrir bajas. Sin embargo… ahora ganan.
Viniendo desde fuera yo ya pensaba que ciertos jugadores podían dar más de lo que estaban dando. De hecho algunos todavía no están a su máximo nivel. Es verdad que en verano salieron varios muy importantes, y llegaron otros que quizás tenían menos nombre.
Para mí la clave no era fichar sino recuperar el núcleo importante de los que estaban aquí, y buscar la tecla para que hicieran un ‘reset’.
Se están ganado partidos en casa, pero todavía queda la cuenta pendiente de vencer fuera. ¿Será ésta la clave de la permanencia?
Sí. Ahora mismo en esta liga es complicado ganar fuera, pero desde luego es lo que te permite dar un salto en la clasificación. A pesar de las derrotas he de decir que estoy contento porque estamos compitiendo. Por ejemplo estuvimos durante 38 minutos ganando al líder, Burgos, y en Menorca tuvimos un triple para ganar.
Lo que pasa es que estamos condicionados por varios temas. Nuestros porcentajes de tiro exterior están siendo muy buenos en casa… pero muy malos fuera. En el baloncesto moderno necesitas un mínimo de acierto desde el exterior para ganar. De hecho en Alicante estamos anotando 95 puntos de media, cuando antes era de 66. Hay jugadores que juegan con mucha soltura aquí rindiendo a un grandísimo nivel, pero que fuera sienten la mano más agarrotada.
«Estoy centrado en la permanencia, pero me gustaría continuar aquí a largo plazo»
Precisamente uno de los partidos que tenéis fuera este febrero es en Fuenlabrada. ¿Será especial para ti?
Ahora mismo mi cabeza está únicamente en Alicante, y me preocupa el siguiente partido que tengo. Este febrero será muy complicado porque jugamos contra varios equipos de arriba, así que debemos intentar ser mentalmente duros. Podemos sumar muchas derrotas, pero lo importante es cómo afrontaremos el último tercio de Liga donde creo que nos jugaremos la salvación.
Por supuesto que Fuenlabrada es especial para mí porque estaba muy bien allí, tengo muchos amigos y además me permitieron aprovechar esta oportunidad de venir a Alicante. Es un equipo hecho para el ascenso, y ganar en una cancha como el Fernando Martín nos motiva a todos.
¿Eres un ‘técnico milagro’ que has venido a salvarnos de un descenso, o te gustaría quedarte aquí a largo plazo?
No he pensado en eso. En estos momentos mi único objetivo es intentar que el equipo se salve, y para ello había que realizar varias inversiones anímicas. Ahora la afición vuelve a disfrutar de su equipo en el Ferrándiz. Creo que vamos en buen camino y eso nos ha permitido ganar a equipos muy superiores como el Tizona Burgos o el Obradoiro.
Evidentemente de cara al futuro me gustaría iniciar un proyecto más largo conmigo desde el principio, en lugar de llegar a un sitio con una situación deportiva muy mala y una plantilla que yo no he configurado. Me he tenido que adaptar a todo con el tren en marcha. Alicante siempre ha sido muy especial para mí y… es obvio que sí he venido es porque me ilusiona que vayamos de la mano durante más tiempo.