Alfafar continúa dando pasos para recobrar la normalidad tras la devastadora Dana del 29 de octubre, que anegó buena parte del municipio y causó daños de gran magnitud en infraestructuras esenciales, incluidas las destinadas a la recogida de residuos.
La destrucción de los contenedores soterrados y de superficie ha impulsado al Ayuntamiento a adoptar una decisión de urgencia: sustituirlos por un sistema de carga lateral que ayude a mantener el servicio activo sin relajar los estándares de calidad y sostenibilidad.
Respuesta de urgencia
Este sistema de carga lateral se implanta bajo contratación de emergencia, de manera que el municipio no deba esperar largos períodos de tramitación. El cambio busca recuperar, en un plazo aproximado de tres meses, un servicio de recogida de basura al nivel del que tenía Alfafar antes de la riada. La medida incluye el tapado de los fosos en los que se hallaban los contenedores dañados por la inundación.
La razón principal para elegir contenedores de carga lateral radica en su versatilidad y la facilidad de instalación. A diferencia de los soterrados, no requieren complejas obras ni infraestructuras subterráneas que, en casos de fuertes lluvias, tiendan a deteriorarse con rapidez. Estos contenedores poseen un tamaño similar al de los antiguos, por lo que pueden situarse en los mismos puntos, o en ubicaciones muy cercanas, lo que evita rediseñar la trama urbana.
Se instalarán 130 contenedores de residuos y 130 de tipo iglú para el vidrio
Rápido y accesible
Los contenedores de carga lateral emplean un brazo mecánico que, desde un camión adaptado, acciona la recogida y vaciado del depósito. Este método suele agilizar las operaciones y reducir los tiempos de estacionamiento del camión de recogida, con la consiguiente mejora de la movilidad urbana.
Por otra parte, resultan más seguros para el personal de limpieza, que no necesita manipular manualmente los contenedores para acoplarlos al vehículo. La accesibilidad para el vecino es, igualmente, un aspecto positivo, pues cuentan con tapas ergonómicas y bocas de vertido a una altura adecuada.
Hasta ahora, en Alfafar se habían dispuesto contenedores soterrados con la finalidad de ganar espacio, minimizar el impacto visual y evitar olores. Sin embargo, la experiencia vivida con la Dana ha demostrado que este formato puede comportar vulnerabilidades cuando las lluvias son extremas y el nivel freático sube, inundando sus fosos.
La contratación se ha llevado a cabo por la vía de urgencia
Nuevos contenedores
Al quedar anegados, la reposición o reparación se convierte en un proceso largo y costoso, y muchos contenedores pueden resultar inservibles tras sumergirse. Además, el mantenimiento rutinario de los sistemas soterrados es más complejo y requiere inspecciones periódicas para prevenir filtraciones o fallos en los mecanismos de elevación.
En este nuevo plan para Alfafar, la empresa Rototank suministrará 130 contenedores de 3.200 litros de capacidad para cada fracción de residuos (resto, papel-cartón, envases ligeros y orgánica), todos con carga lateral. Igualmente, se sumarán 130 contenedores de tipo iglú, pero en este caso de carga superior, para el vidrio, a cargo de Ecovidrio.
Esta combinación ofrece una solución integral que cumple parámetros modernos de accesibilidad e integración ambiental. Para garantizar que los contenedores permanezcan en su emplazamiento, se colocarán guías, de modo que no se desplacen tras la recogida o en días de viento.
El periodo estimado para su colocación es de tres meses
Preparados para el futuro
La carga lateral, además de evitar las complejas cavidades subterráneas, cuenta con la ventaja de una ubicación bien visible, lo que facilita su uso por parte de los vecinos. Al haber un mayor control visual sobre el contenedor, se minimiza la posibilidad de verter residuos indebidos.
Con los contenedores de carga lateral se ofrece un dispositivo mejor preparado para responder a contingencias climáticas. El propio hecho de que el camión de recogida necesite solo un lateral despejado disminuye los puntos de potencial colapso en caso de avenidas de agua.
Plazo de tres meses
El plazo estimado para retirar todos los contenedores soterrados destruidos y colocar los nuevos sistemas se sitúa en tres meses. Con estas actuaciones de urgencia se muestra que la prioridad es que Alfafar recupere pronto su pulso habitual, con servicios públicos de calidad y soluciones más resistentes a las inclemencias del tiempo.
Es un cambio que aspira a ser más que una respuesta coyuntural a la Dana: busca modernizar el sistema de recogida y adaptarlo ante la posibilidad de volver a sufrir en el futuro nuevos episodios de grandes lluvias.
La experiencia de otros municipios confirma la idoneidad de la carga lateral en situaciones de fuerte precipitación, ya que no depende de fosos subterráneos. En definitiva, Alfafar apuesta por un modelo que compatibilice la rapidez de implantación con la eficiencia y la seguridad, convencido de que la salud medioambiental y la resiliencia urbana son hoy prioridades insoslayables.