Entrevista > Gaspar Belmonte Martínez / Archivero Municipal (Elche, 1980)
El Archivo Municipal de Sant Joan d’Alacant custodia un legado que va más allá de simples documentos: encierra la memoria de los orígenes vinculados a Alicante y una evolución marcada por la huerta, la independencia administrativa y el desarrollo urbano. Hablamos con Gaspar Belmonte, archivero municipal, para conocer mejor la trayectoria de este servicio y entender por qué conservar y difundir estos fondos resulta tan esencial para la identidad local.
«Los archivos son tan antiguos como las instituciones y los gobiernos»
¿De qué forma nació el archivo municipal en Sant Joan y cuáles han sido sus hitos históricos más importantes?
Los archivos son tan antiguos como las instituciones y los gobiernos. En el caso de Sant Joan, el municipio estuvo vinculado a Alicante tras la conquista, pero fue creciendo y obtuvo la primera independencia en el siglo XVI. Ya entonces existía un archivo ligado al nuevo Ayuntamiento. Posteriormente, en el siglo XVIII, con la independencia definitiva, tenemos constancia de otro archivo.
Si hablamos de fechas más recientes, a partir de los años 2000 se empezó a trabajar con la documentación depositada en la Casa de Cultura. En 2013 entré a trabajar aquí, por tanto, en cuanto a servicio de archivo es reciente, pero en cuanto a existencia, el archivo es tan antiguo como el propio Ayuntamiento.
¿Qué tipo de documentos se conservan?
Se conserva y gestiona la documentación que el Ayuntamiento produce o recibe. Además, hemos ido incorporando fondos de instituciones y familias que donan su documentación porque aporta valor a la historia local. Es un compendio de documentos oficiales y fondos particulares que muestran la evolución y la identidad de Sant Joan.
¿Cuáles son los hechos clave de la historia local que se reflejan en esos documentos?
Nuestra documentación más antigua arranca en 1847, porque la guerra contra los franceses provocó que no se conservaran registros anteriores. Desde entonces se ve la transformación de un municipio eminentemente agrícola al San Juan actual.
El documento más antiguo que tenemos es un libro de pasaportes del siglo XIX, cuando la gente se registraba en cada municipio al desplazarse. También hay registros sobre la propiedad de las fincas y un documento de finales del XIX donde el Ayuntamiento se sentó con técnicos para planificar el futuro, que forma parte de la exposición ‘El paisaje como archivo’, centrada en la transformación del municipio.
«No se conservan registros anteriores debido a la guerra contra los franceses»
¿Cómo se cuidan y restauran esos fondos, sobre todo cuando llegan en mal estado?
Aplicamos medidas de conservación preventiva y evitamos intervenir directamente, pues no somos restauradores. Limpiamos los documentos, controlamos plagas y retiramos carpetillas inestables o con tintes que puedan dañar el papel. Usamos materiales libres de ácido y tenemos salas específicas para la documentación que pueda necesitar aislamiento. Después, identificamos y clasificamos todo para conservarlo en las mejores condiciones posibles.
¿Habéis hallado algún documento que haya arrojado luz sobre la historia local de forma sorprendente?
Hace unos años, un vecino nos cedió una copia de un plano muy antiguo, y resultó ser el más antiguo que se conoce de Sant Joan, anterior incluso a uno custodiado en el Archivo Municipal de Alicante. Allí se ven nombres de calles y la distribución de casas, aportando datos nuevos sobre la propiedad en esa época.
También es muy valioso el fondo de Isidro Buades, cronista de Sant Joan que dejó artículos, poemas y rondallas sobre la huerta y las tradiciones. Es una de nuestras joyas.
¿Cuál es la forma para que la ciudadanía pueda acceder a estos documentos y qué rol juega la digitalización?
Por ley, el acceso a los archivos públicos es libre con identificación. Eso sí, debemos proteger datos personales y la propia conservación de los documentos, evitando una manipulación inadecuada. Por eso impulsamos la digitalización. En la web municipal hay un apartado del archivo con libros de actas desde 1870 y algunos padrones antiguos. Subimos los documentos de forma gradual, respetando los plazos legales de acceso y protegiendo datos sensibles.
«Es muy valioso el fondo de Isidro Buades»
¿Qué actividades se organizan para difundir este patrimonio?
Una de las funciones principales es difundir estos fondos para que se comprenda por qué se guardan. Desde hace tiempo participamos en exposiciones y colaboramos con el área de Participación Ciudadana. Tenemos un programa llamado ‘T’estime Sant Joan’ para recopilar memorias locales a través de reuniones temáticas con mayores y jóvenes.
Cuando organizamos exposiciones, abrimos el servicio a visitas guiadas y trabajamos con el marco de Ciudades Educadoras, elaborando unidades didácticas y presentando investigaciones. Cada año celebramos el Día Internacional de los Archivos.
Se habla mucho de la supuesta cesión de la playa al Campello. ¿Aparece algo en la documentación?
De momento, no. Hay testimonios orales, pero en el Archivo Municipal de Sant Joan no hay ningún documento que confirme que fuese parte de nuestro término o que la cediésemos. Si en algún momento se descubriera, lo difundiríamos de inmediato.
A quienes tienen fotos o papeles antiguos y no saben si tienen valor para el archivo, ¿qué mensaje darías?
Cada vez que alguien dona un documento, para nosotros es una gran alegría. Todo puede tener valor. Lo contextualizamos y lo ponemos a disposición de quienes investigan. Muchas visiones no aparecen en los documentos oficiales y estas donaciones llenan esos huecos. Así se conserva la memoria colectiva para las futuras generaciones.