Entrevista> Agustín Gómez Pertusa / Licenciado en Sociología y Terapeuta (Almoradí, 2-abril-1975)
Nuestro vecino Agustín Gómez acaba de publicar un libro autobiográfico donde narra en primera persona su aprendizaje vital, a través del cual decidió hacer un cambio personal de 360 grados.
Desde su residencia actual en San Fulgencio, nos cuenta más detalles sobre este hecho que marcó un antes y un después en su forma de ver, hacer y entender la vida.
Explícanos como eras antes.
Mi vida era frenética, trabajaba en una inmobiliaria a la que dedicaba todo mi esfuerzo. No tenía tiempo de calidad para dedicarle a mi familia y a mis hijos. Utilizaba mis dones y mi facilidad para ayudar a otras personas para vender casas y manipular a los clientes. Esto me llevó a una enfermedad.
¿Cuándo cambió tu vida?
Cuando me detectaron la enfermedad de Peyronie. Sufrí dolores constantes y tenía que tomar muchísimas pastillas y medicinas para poder llevar una vida medio normal. Ningún médico me dio soluciones, me decían que era una enfermedad incurable. Eso me llevó a la depresión y a una época oscura en mi vida.
«Detecté que había otras vías para sanar enfermedades que nunca me habían contado»
Tras la enfermedad, ¿cuál fue tu aprendizaje personal?
Lo que veía como una maldición, al final se convirtió en una bendición. Me dio la posibilidad de ver que no todo era como me lo habían explicado, que hay más vías para sanar las dolencias de las que los médicos o la sociedad me habían contado.
Empecé a descubrir que todas las enfermedades contienen un mensaje oculto y que cuando lo descubres, la enfermedad empieza a debilitarse y la persona comienza a sanar.
¿De qué forma lo llevaste a cabo?
Una buena amiga me comentó que había un terapeuta que estaba ayudando a muchas personas a través del Reiki y de la terapia del par biomagnético (sanación con imanes). En ese momento estaba tan desesperado que me abracé a lo único que me quedaba, las mal denominadas terapias alternativas.
Cuál fue mi sorpresa al descubrir que ahí hallé mi salvación. Me curé, empecé a devorar libros y a formarme en diferentes terapias. Actualmente ayudo a muchas personas a través de estas técnicas tan sanadoras.
«El mundo espiritual es invisible a los ojos del que no quiere ver»
¿Cómo fue ese proceso de cambio integral?
En menos de seis meses me había recuperado casi completamente, con deporte y dieta. Sometí a mi cuerpo a una depuración para limpiarme de todos los tóxicos que llevaban las medicinas y que cargaba de mi anterior vida.
Aprendí mucho de terapeutas que hablaban del componente emocional de las enfermedades e incluso de las cargas del sistema familiar como causantes de estos males.
¿Qué fue lo que más te costó?
Salir del mundo de la inmobiliaria donde todo era tangible y material comparado con el mundo espiritual, el de las conexiones, de lo sutil… Porque ese mundo es invisible a los ojos del que no quiere ver.
Me costó mostrarme tal y como era, quería encajar en una sociedad que cataloga a las personas espirituales como brujas o desequilibradas. También hubo una fase donde el dinero no fluía y pensé en dejarlo y volver, pero finalmente luché por lo que quería.
Tu familia y amigos ¿cómo se lo tomaron?
Muchos me dieron la espalda. Pensaban que estaba loco o que me habían lavado el cerebro. Casi nadie me apoyó, sólo mi hermano y un par de amigos. Fue un momento duro en mi camino porque tuve que rehacerme y empezar casi de cero.
«Esta sociedad enferma cataloga a las personas espirituales como desequilibradas»
Hace un par de meses presentaste un libro muy personal, ‘De la corbata al mala’. ¿Qué te hizo decidirte a publicar este libro?
Cuenta mi vida desde que estaba en la inmobiliaria, como enfermé, como sané y como empecé a estudiar diferentes técnicas para ayudar a sanar a los demás.
A través de este libro quiero demostrar que todos podemos cambiar, que nunca es tarde, que todos tenemos la posibilidad de reinventarnos y hacer lo que realmente nos hace felices, y que muchas enfermedades vienen a mostrarnos que hay temas emocionales que sanar.
¿Qué cuenta tu libro?
Mi vida y experiencias estudiando las terapias con las que me gano la vida en la actualidad, como el Par Biomagnético, las Constelaciones Familiares, los Registros Akáshicos, regresión a vidas pasadas, Reiki, etc.
Está salpicado de muchísimos testimonios de personas que han tratado sus enfermedades conmigo, y nos muestra que hay otro mundo inconsciente que nos influye muchísimo más de lo que creemos.
¿Cómo están siendo las primeras críticas de los lectores?
De momento, las críticas que estoy recibiendo son muy buenas. Eso me está dando muchísimos ánimos para seguir en esta senda del crecimiento personal.
¿Dónde podemos encontrar tu libro?
Puedes comprarlo online a través de mis redes sociales y en Amazon. En Almoradí también hay tres establecimientos que lo tienen a la venta: el herbolario Mes Vital, la Magia de Karol y la clínica Estefanía Rodríguez fisioterapias.
¿Tienes nuevos proyectos profesionales o literarios en mente?
Sí, ya tengo en mente un segundo libro y también otros proyectos espirituales en la Vega Baja. Uno de ellos es crear un centro holístico de terapias donde diferentes terapeutas podamos ayudar a superar enfermedades, mal llamadas incurables por la ciencia actual. Porque si yo pude curarme cuando todos me decían lo contrario, tú también puedes, lo importante es dar el primer paso.