ENTREVISTA> Raquel Villora Brotons / Presidenta de Artenbitrir (Alicante, 21-octubre-1983)
Malabaristas, acróbatas, magos, actores, clowns, pintores, músicos y un sinfín de artistas de toda condición llenarán el fin de semana del 27 al 30 de marzo las calles y plazas del casco antiguo para dar forma a Artenbitrir, el festival de artistas de calle que este año alcanza su duodécima edición y que se presenta bajo el lema ‘Haz el arte y no la guerra’.
Además de las propuestas que nos hagan los artistas a la gorra, no faltarán a la cita la muestra de artesanía Expobitrir en el paseo de la Explanada, los camiones de food truck, la decoración de espacios, o los conciertos de música que se celebrarán entre el viernes 28 y el sábado 29 por la noche en los Jardines Alcalde Vicente Maestre.
Hablamos con Raquel Villora, presidenta desde hace tres años del festival, para que nos cuente las novedades de esta nueva edición.
El lema de este año es ‘Haz el arte y no la guerra’. ¿Es un compromiso que queréis lanzar ante la situación actual de incertidumbre mundial?
Siempre intentamos enfocar el festival a potenciar algún valor importante de la sociedad. Este año, tal y como están las cosas a nivel mundial, nos parece que hay que poner el foco en ellas y ser conscientes de lo que está pasando.
Uno de los atractivos son las actuaciones fuera de programa (off), ¿cómo contribuyen estos artistas a enriquecer el festival?
Son fundamentales. Algunos de los puntos off son muy codiciados porque son lugares de paso de mucha gente, y los artistas hacen buenas gorras al juntarse mucho público. Luego está el off del off, que no pasa por ningún tipo de filtro nuestro y no tiene horario programado, con el que puedes ir por cualquier rincón de Petrer y encontrarte una actuación en cualquier horario.
«Siempre enfocamos el festival a potenciar algún valor importante de la sociedad»
Otro de los puntos fuertes es la pintura mural, ¿cuántas paredes tenéis previstas decorar este año?
Teníamos vistas varias fachadas y muros muy atractivos del casco antiguo, pero con la política de rehabilitaciones que está llevando a cabo el Ayuntamiento por esta zona, no ha sido posible encontrar un equilibrio entre lo que queríamos hacer y lo que se está proyectando; así que, es posible que este año no se decore ningún muro. Estamos intentando pelear por una pared que cumple con los requisitos que buscamos, pero no es seguro que al final se pueda hacer.
Lo que sí habrá seguramente será la decoración de lienzos, con la que los artistas tendrán a su disposición entre ocho o diez lienzos grandes para pintar. Es una actividad que ha tenido muy buena acogida los dos años que llevamos haciéndola.
Este año se van a colocar varios puestos de food truck, ¿son un complemento a la oferta gastronómica que ofrece Petrer?
Vamos a tener entre tres y cuatro puestos. Es una actividad que nos supone un sobresfuerzo porque no somos expertos en este tipo de infraestructuras. Se pondrán en el paseo de la Explanada desde el parque 9 de Octubre, al lado de los puestos de artesanía.
Hemos decidido ofrecer este servicio porque la oferta de hostelería que hay en Petrer se queda un poco pequeña en estos días y hay que reforzarla. Durante el festival la población crece y otros años ha pasado que algunas personas han tenido que irse a cenar a otras localidades cercanas, porque no encontraban sitio libre en bares y restaurantes de aquí.
«Este año no tendremos pintura mural»
¿Volveréis a colaborar con los colegios de Petrer?
Nuestra idea es invitarles a que hagan una especie de mural o de lienzo relacionado con la temática del festival para después exponerlos todos en un espacio.
¿Habrá alguna novedad con respecto a ediciones pasadas?
Hemos invitado este año a todos vecinos del casco antiguo que están dentro del circuito de Artenbitrir a que hagan la decoración que les apetezca. Pueden hacerlo trayéndonosla directamente a nosotros para que la coloquemos por las calles, o bien que la cuelguen ellos mismos en las fachadas o balcones de sus casas.
«Habrá puestos de artesanía y de food truck»
¿Qué tal es la relación con los vecinos de la zona en la que se celebra?
Hay de todo. A nivel general, a mí lo que me llega es positivo. Tanto la gente como los comercios nos agradecen y nos dan la enhorabuena por hacer un evento de estas características. Siempre hay alguna queja de alguien que le cuesta acceder a su casa o que le toca aparcar varias calles más abajo, pero en términos generales la gente está contenta.
El festival está ya completamente asentado y prueba de ello es que marcha ya por su duodécima edición. ¿Estás contenta de la trayectoria que ha seguido en todos estos años?
Sí. El objetivo siempre ha sido promocionar la cultura y dignificar el arte de calle y a los artistas que se dedican a ello. Es una manera de revalorizar este tipo de profesiones.