Entrevista > Laura Marco / Directora Centro de Día de AFAVI (Villena, 2-abril-1975)
La Asociación de Familiares de Personas con Alzheimer de Villena y Comarca (AFAVI) ha ampliado los Talleres de la Memoria en distintos barrios de la ciudad. Unos talleres destinados a personas mayores de cincuenta años, que tienen como objetivo atender problemas cognitivos para anticiparse en la detección de enfermedades como la demencia senil o el Alzheimer.
Hablamos con Laura Marco, directora del Centro de Día del Alzheimer en nuestra localidad. Una enfermedad del olvido, a veces olvidada por nuestra sociedad, para la que AFAVI hace un gran trabajo de cuidados, sensibilización y prevención.
Vuestro trabajo parece a veces invisible para la sociedad, pero ¿cuántos usuarios atiende actualmente el centro de día?
Atendemos a ochenta personas usuarias en este centro, de las que sesenta y ocho plazas son públicas y doce privadas. Tenemos una ocupación del cien por cien de las plazas ofertadas.
«Es necesario entender la enfermedad, por eso la importancia de una detección precoz y de una solicitud de ayuda temprana»
¿Cómo es vuestro día a día?
Ofrecemos a las personas usuarias una estimulación de las capacidades físicas y cognitivas para intentar que el deterioro de la enfermedad sea lo más lento posible. Además, el centro sirve de respiro a las familias, quienes cuentan con un apoyo para afrontar las situaciones propias de las personas con demencia.
¿Cuáles son los principales servicios que ofrece la Asociación a las personas con Alzheimer y sus familias?
El principal servicio que ofrece es el de Centro de Día, pero además ofrecemos asesoramiento. Nuestro equipo informa, orienta y asesora a las familias sobre la enfermedad, los recursos y trámites disponibles para hacerla frente.
También tenemos atención psicológica individual y de grupo para ayudarles a afrontar esta nueva situación y mejorar el manejo de la enfermedad.
Un trabajo dentro y fuera del centro.
La ayuda a domicilio surge de la necesidad de aligerar las listas de espera, ofreciendo apoyo a familias en cuanto a higiene, alimentación, movilización, acompañamiento o necesidades de estimulación física o cognitiva.
«Este centro se nos ha quedado pequeño y con el aforo completo las instalaciones son justas»
¿Qué perfiles profesionales trabajan en el centro?
El centro cuenta con un equipo interdisciplinar bastante completo y cualificado, necesario para abarcar todos los servicios que ofrecemos. Tengo la suerte de contar con un gran equipo.
Como directora esto no sería lo mismo sin tener a mi lado a una supervisora, dos trabajadoras sociales, dos psicólogos, una médica, un neurólogo, dos fisioterapeutas, una enfermera, cuatro terapeutas ocupacionales, una animadora sociocultural, una musicoterapeuta, un conductor, una administrativa, una auxiliar de domicilio, doce auxiliares de enfermería y dos subalternas.
Si el cáncer es la enfermedad más dura, el Alzheimer es sin duda la más amarga. ¿Cómo afrontan el diagnóstico de la enfermedad tanto los pacientes como sus familias?
Normalmente suele causar un gran impacto en ambos casos. Hasta que no nos lo confirman no somos conscientes de que hay que aceptarlo por muy difícil que sea.
Tras el diagnóstico se inicia el afrontamiento de un proceso que suele ser largo, incierto y complejo. Por ello es necesario entender la enfermedad, y por eso la importancia de una detección precoz y de una solicitud de ayuda temprana.
Los principales desafíos que enfrentan las familias cuando cuidan a una persona con Alzheimer, ¿cuáles son?
Los problemas de conducta, unidos a las pérdidas de memoria, van a hacer que el día a día sea complicado. Es común la deambulación durante el día e incluso la noche, comportamientos inapropiados, cambios en los hábitos de higiene, cambios alimentarios y cambios en la propia vida del cuidador, que va a ver alterada su vida diaria y al cual no va a reconocer su familiar.
«En poco tiempo es posible que un análisis de sangre pueda determinar si una persona está sufriendo los efectos del Alzheimer»
¿Con qué recursos cuenta el centro para ofrecer sus servicios?
Actualmente, el Centro de Día se nos ha quedado pequeño y con el aforo completo las instalaciones son justas. Echamos de menos tener más espacio para el almacenamiento o una sala de descanso más amplia, ya que los ochenta usuarios descansan después de comer en la misma sala y surgen discrepancias.
¿Qué avances recientes en investigación o terapias para el Alzheimer considera más relevantes?
Es posible que en poco tiempo un análisis de sangre pueda determinar si una persona está sufriendo los efectos de la enfermedad de Alzheimer. Con diagnósticos tempranos se conseguiría que tratamientos que retrasan el avance de la enfermedad fueran más efectivos.
¿Cuáles son las principales necesidades que aún quedan por cubrir en la atención a personas con Alzheimer?
Principalmente la falta de recursos, tenemos una lista de espera de unas cincuenta personas para acceder a nuestro Centro de Día. Se necesitan más centros, más residencias y unidades de respiro. Tenemos personas usuarias con un deterioro muy grande, para los que el centro se queda corto, que llevan dos años y medio esperando el ingreso en una residencia.
También es necesaria más ayuda en los domicilios, hay familiares que tienen que aparcar su vida y su trabajo para poder prestar la atención necesaria a su familiar y eso afecta tanto personalmente como económicamente.