Entrevista > Raúl López ‘Buda’ / Director Deportivo CFS Sant Joan Sporting (Alicante, 19-junio-1984)
Raúl López ‘Buda’, director deportivo del Club de Fútbol Sala Sant Joan Sporting, lidera un proyecto basado en la igualdad de oportunidades para todos los niños, independientemente de sus condiciones.
Con más de una década en el club, ha visto crecer una escuela que hoy es referente en Alicante. En esta entrevista, nos habla sobre los inicios del proyecto, la importancia del fútbol sala en la formación deportiva y su apuesta por un modelo inclusivo y formativo.
¿De qué manera surge el proyecto del club en Sant Joan?
El proyecto lo inició el presidente, Paco Rubio, muy conocido en Sant Joan. Durante su trayectoria en el fútbol, detectó que muchos niños no podían practicar su deporte favorito porque no cumplían ciertas condiciones.
Le parecía una injusticia, por lo que decidió alejarse del fútbol tradicional y fundar un club de fútbol sala, con la idea de ofrecer igualdad de oportunidades a todos los niños, independientemente de sus habilidades.
Así surgimos, con el objetivo de dar a todos los niños la posibilidad de jugar. Con el tiempo, nos hemos convertido en la escuela más grande de Alicante.
El fútbol sala es uno de los deportes más practicados en España.
Sí, aunque el fútbol tradicional es más visible, el fútbol sala se practica sin límites de edad ni categoría. Es un deporte muy popular, aunque no siempre reciba el mismo reconocimiento.
«Las puertas están abiertas para todos en nuestro club»
¿Cómo es el proceso de incorporar a los niños a este deporte?
Los niños solo quieren jugar. La diferencia entre el fútbol y el fútbol sala es que este último es menos visible en los medios. Pero cuando un niño tiene un balón y amigos alrededor, lo único que le importa es divertirse.
Hay dos tipos de jugadores: los que vienen por elección propia y los que llegan tras haber sido descartados en el fútbol tradicional. En nuestro club, las puertas están abiertas para todos. Queremos que se sientan cómodos y disfruten. Una vez que están aquí, lo único que necesitan es una camiseta y ganas de jugar.
Además, tiene un dinamismo que lo hace atractivo.
Exactamente. En fútbol sala los jugadores están en contacto constante con el balón, lo que mejora su control, visión de juego y coordinación. A diferencia del fútbol tradicional, donde algunos jugadores apenas tocan el balón durante un partido, en fútbol sala la participación es mucho mayor, lo que aumenta la diversión y el aprendizaje.
¿A qué edad empiezan a jugar los niños?
Tenemos una escuela para querubines desde los tres años, donde trabajamos psicomotricidad y estimulación con el balón. A partir de los seis años, en categoría prebenjamín, comienzan a competir en partidos.
«Tenemos una escuela para querubines desde los tres años»
¿Y hasta qué edad pueden jugar?
Nuestra cantera llega hasta los dieciocho años, aunque algunos cumplen diecinueve antes de terminar la temporada. Además, contamos con un equipo senior formado en un noventa y cinco por ciento por jugadores de la cantera, lo que permite dar continuidad a los que quieren seguir jugando.
¿Cuántos jugadores tiene actualmente el club?
Aproximadamente doscientos veinte en categorías de base. En cuanto a la categoría femenina, aunque aún cuesta más, apostamos por equipos mixtos, lo que favorece la integración y el desarrollo conjunto.
¿Cómo influye esa apuesta por equipos mixtos en la formación de los niños?
Creemos que la verdadera igualdad es tratar a todos por igual. En edades tempranas, la diferencia física no marca grandes diferencias, por lo que fomentar la convivencia en equipos mixtos les ayuda a socializar mejor.
Muchas niñas que han pasado por el club han terminado jugando en equipos femeninos de fútbol tradicional, y nos llena de orgullo cuando nos visitan y nos recuerdan que comenzaron aquí.
«Creemos que la verdadera igualdad es tratar a todos por igual»
El equipo senior es el último escalón dentro del club.
El equipo senior tiene una historia especial. Inicialmente, logramos ascender a tercera división, pero los problemas económicos nos obligaron a desaparecer.
Años después, con una generación de jugadores talentosos, refundamos el equipo. La mayoría de los jugadores han pasado por nuestra cantera y muchos son monitores de las categorías inferiores, lo que crea un vínculo especial. Los niños ven en sus monitores un referente y sueñan con llegar a jugar en el equipo senior.
¿Cuál es el mensaje para los padres y jóvenes que están considerando el fútbol sala?
Es fundamental escuchar a los niños y dejar que prueben diferentes deportes. No hay nada de malo en que un niño quiera explorar varias disciplinas hasta encontrar la que más le gusta. Los padres deben tener paciencia y entender que lo importante es la felicidad de sus hijos, no convertirlos en profesionales.
El fútbol sala ofrece dinamismo, aprendizaje, sociabilidad e igualdad de oportunidades. Como cualquier deporte, fomenta el ejercicio, una vida saludable y la diversión. Nuestro consejo siempre es el mismo: traigan a los niños y dejen que prueben.
¿Organizan actividades adicionales?
Durante Semana Santa realizamos un campus de fútbol sala, que este año se celebrará del 22 al 25 de abril. Llevamos organizándolo siete ediciones y es una gran oportunidad para que los niños vivan la experiencia y prueben el deporte en un entorno divertido y formativo.