Entrevista > Berta Peiró García / Fallera Mayor 2025 (València, 14-noviembre-2000)
Las Fallas de este año son muy especiales al ser las primeras tras la desgracia que sufrimos todos los valencianos a finales de octubre. Fieles a nuestro espíritu las vamos a disfrutar como se merecen, con nuestra Fallera Mayor, Berta Peiró García.
Graduada en Relaciones Públicas y Recursos Humanos por la Universidad de València, pertenece a la Falla Ripalda Beneficència y Sant Ramon, del sector El Carmen. De hecho, Berta lleva siendo fallera desde que nació, como toda su familia.
En un año de júbilo, “que siempre recordaré”, también le otorgarán el reconocimiento del Bunyol d’Or. Asimismo, su comisión todavía celebra el 150 aniversario que cumplió el pasado curso.
«Tuve una reacción muy natural, ¡grité porque no me esperaba ser nombrada Fallera Mayor!»
¿Estás en el momento más feliz de tu vida?
Por supuesto, hasta el día de hoy no tengo ninguna duda que estoy viviendo los instantes más felices de mi existencia.
¿Qué sentiste cuando fuiste la elegida?
Muchísima ilusión y alegría, asumiendo al momento la gran responsabilidad de representar a València junto a mis doce compañeras.
Estábamos todos en mi casal -mi comisión y familia-, llamó la alcaldesa, María José Català y mi reacción, como se aprecia en los vídeos, fue muy natural, ¡grité porque no me esperaba esa noticia!
¿Cómo es Berta Peiró García?
Soy una chica muy divertida, natural, alegre y muy amiga de mis amigas. Tengo una familia bastante numerosa en cuanto a primos y tíos, todos con una relación estupenda: son los que me han ayudado en todo.
La familia paterna es la que está conmigo, en mi falla, Ripalda Beneficència y Sant Ramon. Siempre hemos sido de la misma comisión y como me gusta decir, la Fallera Mayor no sería posible sin el respaldo inestimable de la familia, por la logística que se precisa y esas muchas horas que no se ven, porque hay mucho que hacer (aderezos, trajes, peinetas, pruebas, ropa particular…).
«Aunque son jornadas muy cansadas, lo estamos disfrutando tanto que no se nos nota»
¿Hasta qué punto te ha cambiado la vida?
He tenido que pedir una excedencia en mi trabajo para dedicarme plenamente a las Fallas. Dejé mi puesto en octubre, poco después de que me anunciaran el 14 de ese mes Fallera Mayor.
Cuando finalice este año volveré al trabajo y a mi vida normal, no sé si en el mismo sitio o en otro nuevo. Es imposible saberlo ahora.
Dinos cómo es un día tuyo de Fallas.
Es una auténtica locura, cambiando primeramente a la familia por mis amigas, mis compañeras de la Corte de Honor, porque vamos juntas a todas partes. Es verdad que madrugamos todos los días y los fines de semana es cuando se acumulan más actos.
¡Pero lo estamos disfrutando mucho! Pese a ser sumamente cansado, lo vivimos con tanta alegría que no se nos nota. Bajamos del coche y la satisfacción de estar en ese sitio, el cariño de la gente, hace que no estemos cansadas. Eso sí, por la noche, ceno rápido y a dormir.
¿Cuáles son tus actos preferidos?
No podría elegir, porque realmente me gustan todos y los disfruto por igual. Los días de Fallas los vivo con muchísima intensidad y ganas, desde la primera mascletá y recoger el Ninot hasta la Cremà, ¡no me dejo ninguno, es muy difícil elegir!
«Mi vida volverá a la normalidad, con mucho más arraigo fallero y sin olvidar estos meses»
¿A veces no piensas que estás en un sueño?
Totalmente, cuesta mucho de asimilar y creer lo que me está pasando, lo que estoy viviendo. Desde el momento que te escogen empieza todo, como un tsunami de emociones, no paras y no tienes tiempo de sentarte y valorarlo. Con el tiempo lo haces, pero cuesta.
¿Qué tal con la Fallera Infantil?
Lucía García Rivera es una niña extremadamente inteligente, muy cariñosa y hacemos muy buena pareja. Me recuerda mucho a mí, es como mi hermana pequeña.
«Lucía García Rivera (Fallera Infantil) es una niña extremadamente inteligente, muy cariñosa y hacemos muy buena pareja»
Tu familia, ¿cómo lo ha asumido?
Como he comentado, una Fallera Mayor no es nada sin toda la familia, y todos están sacrificándose un poco para mí. Yo vivo a las afueras de Valencia, en Campo Olivar (Godella), y me he tenido que mudar a casa de mi tía Marijús, para que me puedan recoger a diario.
Ella, supergenerosa, incluso se ha cambiado de habitación para que en la suya, que es más amplia, yo pueda situar todos los trajes y zapatos.
De todos tus vestidos, ¿cuál es tu favorito?
El espolín, que presenta un color melanzana, en italiano berenjena. Los demás también son muy especiales.
¿Cómo va a seguir tu vida?
Supongo que será muy parecida a la que llevaba. Sí estaré mucho más arraigada al mundo fallero y jamás olvidaré estos meses.