Entrevista > Francisco Orts / Neonatólogo (Elche, 23-junio-1942)
La neonatología es la ciencia que estudia y cuida la vida de los recién nacidos. Francisco Orts fue el primer médico licenciado en neonatología en la provincia de Alicante, y el primero en calificaciones de su promoción.
Su vida profesional ha transcurrido en el Hospital General de Alicante durante treinta y cinco años, donde formo junto a su equipo la primera unidad de neonatología del citado centro hospitalario.
Amor a su tierra
Desde entonces ha llovido mucho, y Francisco, a sus ochenta y dos años y después de veinte jubilado, está muy satisfecho de todo lo que ha sido su vida, y de algo que sigue llevando muy adentro: el amor a su tierra ilicitana y a sus tradiciones. Cuenta con numerosos artículos y escritos sobre nuestra cultura, y ha investigado sobre la terminología verbal que solo emplean los ilicitanos.
Francisco pertenece a una de las familias representativas de su ciudad, propietarios del Huerto de Cura, lugar donde nació, y del hotel de su mismo nombre, y eso sin duda es un sello indiscutible de identidad. Entre sus distinciones destaca el de ‘Caballero electo del Misteri’, ’Ilicitano ausente distinguido’ y ‘La Trenca del guió’. Además es conservador de la biblioteca del Huerto del Cura.
Francisco, aunque usted es de ciencias le veo muy aficionado a las letras.
En la medicina hay muchos a los que les gustan las letras, conozco a muchos médicos que son escritores. Sobre todo nos gusta mucho leer, hemos tenido que estudiar tanto que nos ha quedado la costumbre, y a muchos también la de escribir. Yo desde luego leo mucho y me gusta escribir.
Usted sobre todo ha escrito y escribe sobre Elche ¿Por qué?
He escrito mucho, sobre todo artículos en prensa, pero libros realmente solo he escrito uno, aunque se hicieron cuatro ediciones. Se titula ‘Palabras, dichos y refranes de la comarca ilicitana’.
Hay un lenguaje en Elche con ciertas palabras y expresiones que solo se dicen aquí, y que siempre me han despertado mucha curiosidad. Iba siempre con una libreta y un bolígrafo en el bolsillo para ir apuntando todas esas palabras, tales como chollarse, chapas, alcasiles, ponme un bombón, o un caliche o companaje o fogaseta, son algunas de ellas.
Existen palabras típicamente nuestras al expresarnos de una manera muy particular, que tenemos lo que llamo cariñosamente ‘elcheros’, de las que tenemos que sentirnos orgullosos.
«Si volviera a nacer volvería a ser médico»
Ha crecido entre los jardines del ‘Huerto del Cura’, propiedad de su padre ¿Qué recuerdos tiene de su niñez?
Imagínate, yo vivía allí. La gente conoce el Huerto del Cura por sus maravillosos jardines, pero tiene un valor cultural desconocido para la mayoría muy importante.
Dispone de documentos históricos relevantes y una biblioteca a la que durante muchos años me dedique a recopilar. Por eso la historia del Huerto me la conozco mejor que la mía propia.
¿Y cuál es esa historia?
Mi padre quería hacer en Elche un Parador Nacional, y compró el huerto que había enfrente del Huerto del Cura, pero no le dieron los permisos para hacer un hotel. Entonces consiguió hacer un camping entre jardines y palmeras que llegó a ser el número siete de España, el cuál gestionábamos entre toda la familia.
Con el tiempo se le concedió el permiso y comenzaron las obras del hotel, y poco a poco fue convirtiéndose en el gran hotel que siempre ha sido, con un entorno natural espectacular, y que tantas historias importantes guarda.
«Hay un lenguaje en Elche con ciertas palabras y expresiones que solo se dicen aquí»
¿Por qué se decidió usted por la medicina teniendo tan importantes negocios familiares?
Tenía claro que tenía que estudiar, porque así nos lo inculcó mi padre a todos los hermanos, y la medicina era lo que más me atraía.
Me fui a estudiar a Granada, y cuando acabé me marché a Barcelona a estudiar una especialidad, entonces nueva en recién nacidos, la neonatología, que se ocupa del recién nacido en sus primeras semanas de vida.
¿Fue su reto más importante?
Volví ya con trabajo, y junto a otros compañeros formamos la primera unidad de neonatología del Hospital General de Alicante.
Fue un reto muy importante porque había que contar con nueva maquinaria para niños tan pequeños, nuevas analíticas, incubadoras. Los comienzos fueron duros, pero el resultado mereció la pena.
«Siendo pequeño tuve el honor de asistir al estreno de ‘Aromas Ilicitanos’»
En todo este tiempo la ciencia ha avanzado mucho
Afortunadamente. Antes cuando te venía un parto de siete meses o incluso de menos, no era fácil sacarlo adelante y teníamos que luchar duro para conseguirlo. La verdad es que pudimos superar muchos retos, que hoy con los medios que se tienen parece fácil, pero entonces no lo era.
De todo lo que ha vivido, ¿cuáles son los momentos que recuerda especialmente?
Ha habido muchos, pero uno de los más emocionante fue cuando le dediqué en el Huerto del Cura una palmera al premio Nobel Severo Ochoa. Ese día cumplí una gran ilusión de mi vida.
También tuve el honor siendo pequeño de asistir, también en los jardines del Huerto del Cura, al estreno de ‘Aromas Ilicitanos’ interpretado por ‘Los Trovadores del Palmeral’. Me estoy emocionando porque recuerdo que mi padre se puso a llorar y les pidió que la repitieran varias veces.
Otro gran recuerdo que no olvido es que cuando regresé de Madrid al terminar la especialidad, ya me había casado y mi primera hija tenía solo unos meses. Al entrar a Elche oí unos cohetes y bajé del coche con mi hija en brazos, y le dije: hija, esto es Elche.