Entrevista > José Luis Oltra / Entrenador del CD Eldense (Valencia, 24-marzo-1969)
José Luis Oltra, experimentado entrenador, afronta en el CD Eldense uno de sus mayores retos deportivos, salvar al equipo de nuestra ciudad del descenso. En ese desafío tiene claro que el Pepico Amat “debe ser un campo muy complicado para los rivales”.
Desde el primer momento que se pusieron en contacto con él, “tuve claro que quería venir”, reconoce, haciéndoles saber a todos -al primero, Miguel Ángel Gómez, director deportivo- que “sencillo no iba a ser, pero que creía en la plantilla y las posteriores incorporaciones”.
Un gran bagaje
Oltra es un gran conocedor de la División de Plata, donde ha dirigido más de cuatrocientos partidos, “una competición tremendamente igualada”, y sabe la importancia de sumar entre todos, incluidos los medios, para “echar una mano en la medida de lo posible”.
“Hemos generado un ambiente acorde para lograrlo”, sostiene optimista. También nos hablará de las singularidades de una vida tan nómada, viviendo en infinidad de ciudades, su positiva experiencia en el fútbol chipriota y a los clubes a los que guarda con mayor estima en su corazón.
«Los buenos resultados siempre generan más confianza, un mejor estado de ánimo, y positividad en el entorno»
¿Cómo se fraguó tu fichaje por el club?
El fin de semana del partido contra el Cádiz (1-4), a mediados de enero, me llamó Miguel Ángel para saber mi disponibilidad para entrenar al Eldense. Le dije que por supuesto y organizó una videollamada con parte del consejo directivo.
A Miguel Ángel ya le conocía de su etapa en Ibiza, por lo que no era necesario explicarle el tipo de entrenador que soy. Únicamente quería saber si creía en este proyecto, en la posibilidad de lograr la permanencia, y a continuación expuse mis ideas a los directivos.
Debían hablar entre ellos, porque había dos o tres opciones, y el lunes por la mañana ya se concretó mi fichaje. Por la tarde realicé mi primer entrenamiento.
¿Con qué equipo te encuentras?
Los chicos me transmitieron que, principalmente, estaban fallando los resultados. Vi un equipo muy responsabilizado, con ganas de darle la vuelta a la situación y me insistieron que no era un problema táctico, sino de confianza, que cualquier adversidad la acusaban mucho.
Comprendí enseguida que el conjunto tenía posibilidades, deseo de competir y que no iba a quedar por nosotros.
¿Era necesaria savia nueva en forma de incorporaciones?
Antes de mi llegada ya se habían producido siete fichajes -de los nueve totales- producto del buen hacer del director deportivo. Era necesaria una regeneración anímica dentro de la plantilla, condicionada por los malos resultados.
Estando ya en Elda, Miguel Ángel me habló de fichar a un central, Matia Barzic, al que había visto en el Elche a principio de temporada, y le pedí un delantero de los que no teníamos, más de referencia, grande, que pudiera jugar de espaldas, para utilizarlo en diferentes circunstancias.
El resultado fue la llegada de Sekou Gassama, senegalés, al que conocía de Valladolid y tuve un tiempo también en Fuenlabrada.
«Tuvimos que adaptarnos a la situación: no es lo mismo coger al equipo en la zona tranquila que en descenso»
Tras ganar en Tenerife los aficionados te vieron como un mesías.
No lo soy. Ya dije ese día que la victoria era más de Dani, porque no cambié muchas cosas. Simplemente implanté un nuevo mensaje, igual que hubiera hecho el técnico que me hubiera sustituido.
Si se logra el objetivo será un triunfo de todos, sobre todo de los futbolistas. Los entrenadores, o al menos yo, estamos para molestar lo menos posible, ayudar y facilitarles el rendimiento. Intentamos aportar nuestro matiz táctico, en este caso sin variar mucho.
¿Hasta qué punto es decisiva la mente?
Resulta determinante, que los resultados acompañen siempre genera más confianza, un mejor estado de ánimo, así como positividad en el propio entorno. El entrenador tiene que ver, obviamente, a la hora de hacer crítica -totalmente necesaria- y ser exigente.
Todo influye y todo suma. Un ejemplo clarísimo lo tenemos en el Barça, que está haciendo una excelente temporada con prácticamente los mismos jugadores.
¿Cuál es tu propuesta de juego?
Siempre digo que un buen entrenador es el que consigue que el equipo crea en un modelo, una idea, lo lleve a la práctica y los resultados acompañen. Asimismo, debemos adaptarnos, porque no es lo mismo dirigir al Eldense a principio de temporada que ahora ya muy avanzada. Tampoco que esté en una zona tranquila de la tabla que en puestos de descenso.
Posteriormente los jugadores tienen unas características que a veces se adaptan a tu modelo, haciendo que funcione. En muchas ocasiones lo mejor es un término medio, como aprendí de Quique Sánchez Flores en el Sevilla, en mi única experiencia como segundo entrenador.
Allí, en una situación similar, llegamos con un Plan de Emergencia, que no es el mismo que estoy implantando en Elda. Aquí también estamos en un plan, pero con unos jugadores y un contexto determinado, en el que he intentado acoplarme.
«Me gustaría plantear otras cosas, pero ahora lo mejor es crecer desde el orden y la seguridad defensiva»
¿A qué te refieres con Plan de Emergencia?
Futbolísticamente me gustaría plantear otras cosas, pero considero que lo mejor para el conjunto es hacer lo que estamos practicando, ser un equipo que pueda crecer desde el orden y la seguridad defensiva.
Eso no quiere decir renunciar a ser protagonistas, proponer cosas, a combinar, llegar y generar ocasiones, pero primero desde la seguridad de encajar menos goles y hacernos fuertes de locales, con el apoyo de nuestra gente. Veo unos chicos muy receptivos, unos futbolistas con ganas de sacar el objetivo adelante.
Se respira cierto optimismo, pero la empresa es muy difícil.
Lo dije cuando vine y lo repetí recientemente, porque no hay que perder esta perspectiva. Fríamente tenemos que llegar a cincuenta puntos -la línea que marca la salvación otras temporadas-, es decir, la mitad de los puntos que quedan. Son los mismos números que cuando llegamos.
Es mejor olvidarnos de ese objetivo a largo plazo y centrarnos en cada partido, en el reto de esos tres puntos. Es lo que hacemos, focalizarnos en lo que depende de nosotros, los entrenamientos de la semana y ya después de los choques -hayamos ganado, empatado o perdido- pasar página y pensar en el siguiente, teniendo en cuenta lo complicada que es la categoría.
«Debemos olvidarnos de objetivos a largo plazo y centrarnos en el siguiente partido, en esos tres puntos»
¿De las más duras de Europa?
¡Sin duda! Solo hay cuatro equipos, entre ellos nosotros, que no ha tocado nunca Primera División. Fuera de las Grandes Ligas (Inglaterra, Alemania, España, Italia y Francia) está la Segunda División española, comparable a muchas otras.
¿Incluso Portugal o Países Bajos?
No tengo duda, es la categoría que más conozco, con más de cuatrocientos partidos. Si en Portugal eliminamos los seis primeros -igual que en Holanda, allí tres-, al resto no tenemos nada que envidiarle, en cuanto a juego, aficiones, campo, jugadores…
Estoy seguro que un equipo de Segunda División española no descendería en Portugal o Países Bajos, aunque tampoco ganaría la liga. Para mí las sorpresas en esta categoría no existen, cualquiera puede ganar a cualquiera.
¿Intuyes entonces cincuenta puntos como necesarios?
Todo es muy cambiante: se habla de cincuenta en Segunda, de cuarenta en Primera. Mi objetivo es llegar a esa cifra lo antes posible, porque eso nos daría más margen, recordando que ha habido años extraños, ¡el Deportivo de la Coruña bajó con cincuenta y un puntos!
La propia competición te lleva a que haya campañas que debas sumar mucho y otras, menos.
«Al final de temporada valoraremos o no mi continuidad, hoy tengo cosas más importantes en la cabeza»
¿Firmarías la ‘media inglesa’?
Uf, ahora mismo, con sangre si hace falta, ganar los partidos de casa y empatar fuera. Sin embargo, hay que ser realistas, es muy difícil vencer todos los enfrentamientos del Pepico y empatar los otros.
Lo que debemos hacer es intentar ganar todos los partidos, así se lo transmito a los chicos, sea donde sea.
¿Tu continuidad está supeditada a lograr la permanencia?
Tengo acordado hasta final de temporada, porque no deseaba que hubiera atadura por ninguna de las dos partes. Si logramos el objetivo todos estaremos contentos y será más fácil, por supuesto, llegar a un acuerdo, pero no me considero un entrenador ni de Primera ni de Quinta.
Si me gusta el proyecto, lo que veo, estoy a gusto, como es ahora, y el club está satisfecho conmigo, será sencillo ponernos de acuerdo. Por el contrario, si los dirigentes no están contentos conmigo, no tienen por qué ofrecerme la renovación.
Cuando llegue el final de temporada todos haremos una valoración. Ahora mismo no le dedico ni un segundo, con tantas cosas importantes que afrontar.
¿Qué mensaje quieres mandar a los aficionados?
El primero de gratitud, por el apoyo y respaldo incondicional que me han brindado a nivel personal desde el primer día. Seguidamente, deben ser conscientes y valorar el esfuerzo que se hace y dónde estamos, porque para Elda y el CD Eldense estar en el Fútbol Profesional es algo importantísimo y su ayuda es igualmente determinante.
Si en un partido el equipo no compite entenderé bien la crítica posterior; durante el mismo necesitamos que nos alienten al máximo, que el rival vea que sacar puntos de nuestro estadio es muy difícil. Del mismo modo, que estén tranquilos, que la dedicación y el trabajo de todos los integrantes del club está fuera de toda duda.
«Tengo muy buen recuerdo de todos los clubes, con especial cariño al Tenerife, Depor y Levante»
Míster, ¿nos vamos a salvar?
Sí.
A nivel más personal, háblanos de la vida nómada del entrenador.
He tenido la suerte de tener una familia extraordinaria, que entiende mi profesión, me respalda y me ha acompañado a todas las ciudades. Ahora, con mis hijos ya mayores, en etapa universitaria, hemos decidido que no se muevan -se quedan en Valencia- y yo me desplazo.
En solitario han sido mis etapas en Chipre, fuera de mi zona de confort, una experiencia increíble en todos los sentidos -para repetir-, y el pasado año en Sevilla. Ahora resido en Elda, a hora y media de ellos: el día de descanso me desplazo a València y a los partidos de casa suelen venir, para apoyarme.
¿Cuáles son los equipos de los que guardas un mejor recuerdo?
Realmente de todos, aunque momentos maravillosos los he vivido sobre todo en el Tenerife, con el primer ascenso -siendo además el técnico con más partidos dirigidos en el club chicharrero-, y el Depor, con el segundo.
Asimismo, en el Levante, club de mi ciudad que me dio la oportunidad de debutar en Primera y donde fui jugador.