Entrevista > Fabián Viana Vázquez / Estudiante de Negocios Internacionales (Utiel, 4-junio-2006)
Fabián Viana, utielano de dieciocho años, obtuvo en la parte obligatoria de la PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad) el Premio Extraordinario de Bachillerato, guardón a la excelencia educativa que concede la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo.
El joven fue uno de los treinta galardonados en toda la Comunitat Valenciana, ocupando el puesto catorce por su remarcable 9,808. En la actualidad cursa en València primero de Negocios Internacionales, exclusivamente en inglés, “un previo por si mi futuro está lejos de España”.
Fallero de La Rambla, pertenece a los juniors y de pequeño mostró inquietudes por la música, incorporándose pronto al conservatorio local. “Ahora toco más la guitarra y entreno al baloncesto, por diversión”, matiza.
¿Qué representó el Premio Extraordinario?
Es todo un orgullo, aunque ni lo esperaba ni lo fui a buscar. Se trata de un logro, forma parte ya de mi currículo, pero no lo tengo presente ya en mi vida diaria.
¿Es una motivación para seguir estudiando?
¡Claro que sí! Sin embargo, con Bachiller y la PAU completadas ahora la Universidad es algo totalmente diferente, como otra etapa que no tiene nada que ver con lo anterior.
«En bachiller nos centramos en nuestros estudios y exámenes, sin caer en las distracciones»
¿Lo lograste a base de muchísimo esfuerzo?
A lo largo de toda mi vida he sacado buenas notas, sin llegar a la excelencia. De hecho, en la actualidad -en la Universidad- no soy el mejor de mi clase: siempre había algún compañero que sacaba más de media.
Estas notas no las vi venir, ha sido realmente sorprendente. No obstante, habitualmente empiezo los años ‘normal’ y los acabo fuerte, cada trimestre mejor que el anterior.
¿En qué asignaturas lo bordaste?
Todo este mérito es por las pruebas obligatorias de la PAU, porque en la propia Selectividad otros de mi clase se superaron en cuanto a notas. Se sumó la media de cuatro asignaturas (lengua castellana, inglés, matemáticas y filosofía). Saqué un diez en ésta última.
¿Cuál era la temática?
Podía elegir entre varios autores, entre ellos Platón y Friedrich Nietzsche. Me focalicé en estos dos, porque a los otros autores apenas los habíamos dado durante el curso, y fue todo un acierto.
«Analicé opciones y escogí Negocios Internacionales, por tener la mayor nota, la de más estatus»
¿Notas limitaciones en tus compañeros?
¡Para nada! Sé que ahora tenemos muchas distracciones, con los móviles y demás, pero a partir de Bachiller todos se centran en los estudios. La mayoría se preocupan por sus exámenes y suelen sacar buenas notas.
En la ESO sí es un poco diferente, también porque eres más niño, estás más despistado con los amigos… Es totalmente normal, a mí me pasaba.
¿Las redes sociales no os afectan en ese sentido?
Lo que provocan es que perdamos mucho tiempo a la hora de concentrarnos. Me afectan poco, no las veo tan perjudiciales; todo depende de la forma de pensar de cada uno, su madurez.
Hay métodos, como Pomodoro, que consiste en estudiar veinticinco minutos y dedicarle cinco a cualquier otra actividad. Nunca lo he utilizado, pero está claro que ahora nadie estudia cuatro horas seguidas, necesitas mirar el móvil.
¿Cómo te organizas para estudiar?
Es una fórmula un poco extraña, porque en lugar de memorizar el libro, lo que hago es intentar hacer subapartados en un folio, describiendo con palabras sueltas los aspectos más relevantes del temario. No son esquemas, es mucho más caótico, pero me funciona.
Asimismo, me he habituado a estudiar con música, rock o ¡incluso heavy!, mediante temas largos, no de dos o tres minutos. No es normal, lo reconozco, aunque igualmente me sirve, porque cada tipo de canción la asocio a una asignatura en concreto, ayudándome a concentrarme mejor.
«Me he acostumbrado a estudiar con música y me ayuda, al asociar canciones con las asignaturas»
Háblanos de tu primer año en la Universidad.
Hago Negocios Internacionales, una carrera muy de números. Analicé opciones y ésta era la que me atrajo más, también porque es la que más nota pedía. Pensé que eso le daba estatus, que sería la mejor carrera. La singularidad es que la hago toda en inglés.
¿Es tan complicada como parece?
Sobre todo es variada, comparable a ADE (Administración y Dirección de Empresas), con asignaturas de finanzas, contabilidad, matemáticas, fiscalidad, derecho e idiomas. Para este segundo cuatrimestre nos han dado a elegir entre francés y alemán, por la que he optado.
Al ser internacional, como su nombre indica, nos obligan a hacer uno o dos años en el extranjero.
¿Qué salidas laborales tiene?
En principio muchas, porque toca un sinfín de palos, como decía. Podría terminar en una compañía de Alemania, pero no me hace mucha gracia, porque como en España y en mi pueblo no se está en ningún lado.