Pauli García (València, 1-junio-1999) tenía clarísimo su deseo de ser profesora, tanto que a los tres años colocaba los peluches en la cama “para darles clase”. Años después su determinación continuaba y únicamente puso una opción universitaria, la de magisterio, aunque tras licenciarse se dio cuenta que algo faltaba, que su vida no era completa.
Antes, durante la ESO, tuvo su primera experiencia en el extranjero, una semana por el sur de Inglaterra, “me encantó”, y no ha parado de repetir: Italia, Estados Unidos… “Siempre me ha apasionado transmitir, enseñar, ayudar, lo que hago ahora, pero en viajes”.
Recientemente cumplió uno de sus sueños, vivir un año entero en Australia, acumulando miles de vivencias y anécdotas, que nos detallará, y ahora regresa al país de los canguros, acompañada esta vez de su pareja.
¿Tu destino ya estaba establecido?
Mis abuelos me recalcaron cientos de veces la importancia de la oposición, un sueldo de por vida, una casa en la ciudad… Al final descubres que es una creencia, también porque la vida antes era mucho más barata.
Mientras opositaba estaba literalmente amargada, era un alma en pena, pensando empezar con 23 años un trabajo para toda la vida. Lo que anhelaba era viajar, aprender, tener estímulos y salir de mi zona de confort.
¿Por eso primero te fuiste a Italia?
Tenía inquietudes, quería conocer, descubrir mundo y pedí hacer el Erasmus en Módena, lo que me permitió conocer gran parte de ese precioso país (Nápoles, Roma, Florencia, Venecia…) y hacerme casi bilingüe.
Estuve un total de medio año, quise ampliar, pero llegó la covid-19. No obstante me gustó tanto Italia que, en cuanto pude, me fui de au pair (canguro de niños) a Sicilia.
«Acceder a Australia no es tan fácil, prefieren a gente joven y se rigen por una Ley de Inmigración»
Tu última aventura fue en Australia.
Dejé mi trabajo en València, siguiendo mi instinto, y marché en septiembre de 2023, sola, tras un mes aplicando para el visado. Había pasado el imprescindible examen de inglés, busqué un hostal y el vuelo.
¿Es complicado el proceso para vivir allí?
Depende de tus experiencias previas, además de la edad, porque dan visas a edades comprendidas entre 18 y 30 años. Se puede aplicar de dos formas, con la Student Visa, para estudiantes -limitado el horario para trabajar-, y con la Working Holiday Visa, que te obliga a disponer de estudios superiores.
Australia es uno de los países con mayor interculturalidad del planeta, con inmigrantes de todos lados, europeos, latinos, asiáticos…
¿Cuál fue tu primer destino?
Sídney, básicamente porque Australia es muy estacional y quería vivir el verano austral (de diciembre a marzo), opuesto al nuestro. En esa ciudad, además, sabía que iba a encontrar pronto trabajo, como sucedió… ¡Tuve antes empleo que casa!
La fortuna me sonrió, pues la vida ‘aussie’ es muy cara, sobre todo en Sídney. Pagaba 380 dólares australianos a la semana -unos 235 euros- por una habitación en un piso que compartíamos ¡once personas! Pero fue la época ‘prime’ de mi vida, me fascinó la gente con la que viví, el ambiente…
¿Están acorde los sueldos?
Lo maravilloso de Australia, a diferencia de España, es que todo sube, pero igualmente los salarios. Habitualmente trabajaba de ‘casual’ (cuando quería, siempre que la empresa me requería), ganando más que los ‘full time’ (tiempo completo) o ‘part time’ (media jornada), con una ratio de 30 dólares la hora.
Escogí casual porque de esta forma podía viajar, que era mi objetivo, crecer como mujer. Otras funciones que desarrollé fueron caterings y eventos.
«Los sueldos australianos son muy altos, como lo demás: pagaba por una habitación 230 euros semanales»
¿Los australianos cómo son?
Justamente repito experiencia en este país porque me sentí muy bien tratada. Son hospitalarios en el sentido de acoger a gente en su país, aunque es verdad que tienen una Ley de Inmigración determinada y bastante regulada, que comparto.
Al final somos nosotros, los inmigrantes, los que decidimos si quedarnos o no en el país, respetando la ley. Todos mis jefes se han preocupado de que estuviese a gusto en el trabajo. Quiero también romper el mito que todos los australianos comen saludable y practican surf, ¡esto es solo una parte de la población!
Si estabas tan bien, ¿por qué regresaste?
La visa tiene una duración de un año y cuando excedió vine a España para visitar a mi familia, el pasado septiembre. De paso apliqué para el segundo año de visado: el 6 de marzo volé hacia la zona oeste del país.
¿Ser creador de contenidos ahora es complicado?
Hay muchísimos, todo el mundo lo es y cada vez hay más marketing en las redes. Mi suerte es que en mi perfil soy auténtica, no finjo.