Allá al fondo, en una cada vez más cercana lejanía, el verano nos saluda y hace aspavientos. “¡Eh, que estoy aquí!”. Bueno, en realidad no nos llegará hasta el sábado 21 de junio, a las 22:42 horas (las once menos veinte de la noche, aproximadamente) y no nos abandonará hasta el lunes 22 septiembre. De momento, primavera. Pero esta siempre anuncia por contigüidad el estío por venir.
En todo caso, tiempo de ocupar fines de semana y fiestas de guardar con celebraciones varias. Aunque mayo hay con recaídas en la fresquera, pródigo en esperadas rociadas celestes, cuatro gotas por aquí, chaparrón por allá, lo de disfrutar del exterior ya gusta. Mientras, el mar ofrece a los pescadores atunes rojos, calamares, doradas, lubinas o sepias, y los campos no se encuentran menos pletóricos, en la época de su patrón.
Rezos camperos
De tiros largos se viste el agro en la provincia de Alicante, en un mes indicado para, según zonas, cosechar altramuces, avena, habas, patatas tempraneras y hasta claveles o rosas, o alfalfa. Toca San Isidro Labrador, patrón de Madrid, sí, pero también del campo. Cuando los días comienzan a alargarse, hasta las 16 horas de media, y la noche se retrotrae a unas ocho, toca fiesta campera.
Se celebra, por cierto, el día del fallecimiento de este santo de origen madrileño (1082-1172), beatificado el 14 de junio de 1619 y canonizado el 12 de marzo de 1622 (aunque la bula no llegaría hasta 1724). La historia nos lo devuelve como alguien que, para superar problemas, acudía a la meditación, al rezo, no a esforzadas soluciones. Y para sus creyentes, así continúa comportándose.
Con visitas y repoblaciones, San Isidro se extendió por las zonas agrícolas
Fervor agrícola
Bueno, llegabas de la era, o habías tenido un día duro en el hogar, y lo que tocaba era simplemente pedir para que todo fuera bien, o mejor. Con visitas y sobre todo repoblaciones, se extendió por las zonas agrícolas. En la provincia alicantina, arraigó especialmente en las amplias riberas del Segura y el Vinalopó, sobre todo en la primera comarca. Es decir, allí donde el agro era ocupación principal.
San Isidro, antigua colonia agrícola surgida en 1956 y segregada de Albatera (donde también se agasaja al santo agrario) en 1995, quedaría así como localidad paradigmática para ello. Pero también lo ensalzan en Daya Nueva y Daya Vieja, Cox, Orihuela, Pilar de la Horadada, Rojales o pedanías ilicitanas. Romerías, ferias, música. Todo es poco para agasajar a un santo tan huertano allá donde prima el campo, la siembra, la cosecha.
Estamos en plena celebración del 700 aniversario de Benidorm como ciudad
Diversiones urbanitas
Aunque la gran ciudad también le presenta su fervor. En la Marina Baixa, ocurre en Benidorm, que se apunta a todas. Del 15 al 18, festejo. Pero en la ciudad del ocio por excelencia, hay más. Previamente, del 9 al 11, habremos gozado según programa del Mercado Medieval, en el veterano parque de Elche. Alimentación, artesanía, complementos y gastronomía como plato principal, aparte de juegos para críos y espectáculos en vivo.
Eso sí, el día 10 a las nueve y media de la noche, en plena celebración anual del 700 aniversario de Benidorm como ciudad, no nos olvidemos de acudir a la plaza de Sant Jaume, para asistir a la recreación, por parte del Grup Carta de Poblament de la Associació de Penyes Verge del Sofratge, de cuando se concede, el 8 de mayo de 1325, la Carta Pobla (carta puebla).
Por la calle albaterense a San Pascual, la devoción nacía hace 98 años
Cueva con feria
Hay también una procesión de la Romería del Buen Pastor, el 11 desde la homónima parroquia; el vigésimo quinto (25 o XXV) aniversario de la cofradía semanasantera de la Santa Cena, el 18; y para finalizar el mes, el 31, el Día de la Comunidad Castilla-La Mancha, organizado por la Casa de La Mancha en Benidorm y Comarca, fundada en 1991.
Lo de las liturgias nos acompaña, porque mayo es también el mes de otro santo en la provincia, este de origen aragonés: San Pascual Baylón (1540-1592), quien meditara en las alturas, escoltado por la sierra de las Águilas, en una pequeña cueva ubicada en el pico de San Pascual (555 metros), en la ruta sur del Camino de Santiago, allá por la pedanía de Orito, en Monforte del Cid.
Alardos y embajadas
Nuevamente, el día de su óbito, el 17, sirve para conmemorarlo, especialmente en Orito, con una espectacular feria que plantó sus primeros tenderetes en 1637, según las crónicas. El fervor a este santo se extiende a otros puntos de la provincia, pero resulta muy destacable en Albatera, con barrio y calle dedicados al santo. Fue en este vial donde hace 98 años surgía esta hoy tradición con pasacalles, romería y hasta voluntariosas joteras.
El mes habrá dado para mucho más, como los Moros y Cristianos eldenses, cuyos desfiles, desde el jueves 29 hasta el lunes 2 de junio, comprenden un ciclo de alardos, desfiles con escuadras mixtas, embajadas, retretas, ofrendas o procesiones (en honor a San Antón) que quedaba recogido en los legajos por vez primera en 1754, aunque quizá sea el asunto más antiguo. Y previamente los de la localidad colindante de Petrer. Lo festivo comienza a desbordar.