Entrevista > Alejandro Lacal Masip / Presidente del Club Deportivo Maguen Alfafar Fútbol Sala (València, 25-abril-1993)
El fútbol sala siempre ha sido tratado como el hermano menor del fútbol. A pesar de ello, hace cinco años, un grupo de apasionados fundaron en Alfafar un club con la intención de demostrar que este deporte, de los más practicados en España, tiene cabida en el municipio.
¿De qué forma surge la idea de fundar el club?
Llevamos toda la vida en el mundillo del fútbol sala, nos juntamos unos amigos y mi hermano en plena pandemia y dijimos: ¿Por qué no intentamos iniciar un proyecto? En principio, iba a ser para sacar un equipo senior o dos, pero poco a poco hemos ido trabajando y, a día de hoy, en nuestro quinto aniversario, tenemos ocho equipos, desde benjamines hasta seniors.
¿Cuántas personas forman parte del club actualmente?
Más o menos, entre jugadores, técnicos y directiva, unas noventa o cien personas seguro. Hay equipos con doce, otros con quince, alguno con diez, pero en total sí que estaremos en esa cifra.
«En un pueblo va todo de boca en boca y, si trabajas bien, al final salen resultados»
¿Cómo es formar un club de fútbol sala?
Nos reunimos con gente conocida del mundillo y con el Ayuntamiento. Vimos que por esta zona no había mucho fútbol sala y siempre nos han puesto facilidades. El Ayuntamiento al principio no nos podía ayudar por la pandemia, pero luego sí que nos echaron una mano. Han visto que hemos evolucionado y nos están ayudando.
¿Una valoración de estos inicios?
Lo valoro de forma muy positiva. Ha sido complicado, pero a la vez sencillo, porque es una labor que a nosotros nos gusta, es nuestra pasión. Al final, cuando haces cosas que te gustan, lo haces muy a gusto.
Como apasionado del fútbol sala, ¿crees que este deporte tiene el reconocimiento que merece en la sociedad?
Es verdad que todo el mundo empieza por el fútbol sala porque en los colegios no hay campos de fútbol, pero sí que hay campos de fútbol sala. Aunque está cambiando, todavía queda mucho freno. El fútbol se lo lleva prácticamente todo.
Sí que se está trabajando bien desde la Federación, aunque se podría hacer mejor. Por ejemplo, ya tengo chiquillos en la base que han ido a probar a fútbol 11 porque es lo que sale en el colegio, pero han dicho que no, que lo suyo es el fútbol sala.
«Cuando haces cosas que te gustan, lo haces muy a gusto»
¿Qué pasos habéis llevado para lograr este crecimiento tan rápido?
Creo que si trabajas bien, en un pueblo va todo de boca en boca y al final salen resultados. También es verdad que tienes tus patrocinadores, trabajas las redes sociales, aunque esta temporada no lo hemos hecho mucho por la DANA. Pero al final se trata del trabajo en pista con los chiquillos y poco a poco ir creciendo.
En estos años, ¿cuáles han sido los mayores logros deportivos del club?
Lo más satisfactorio para mí es completar la base, tener equipos en todas las categorías. Luego, a nivel de ascensos, el año pasado el juvenil ganó la liga y ascendió a primera, y el senior hace tres años también ascendió.
Esta temporada ha sido especialmente difícil por la DANA, ¿en qué medida os afectó?
A nivel club, nos ha destrozado todo. Las instalaciones no son nuestras, pero todo el material y todas las familias se han visto afectadas. El 95% de las familias del club son de la zona de Massanassa, Alfafar o Sedaví, que fue zona cero.
«Desde el Ayuntamiento han visto que hemos evolucionado y nos están ayudando»
Háblanos del periodo de recuperación. ¿Cuánto tiempo estuvisteis sin jugar?
Para ellos era primordial volver a jugar. Desde el club hicimos una jornada para que se desahogaran, pero los veías muy afectados. A día de hoy hay un chiquillo que no ha vuelto a tocar el balón porque no puede aún salir de casa, tiene miedo.
¿Están ya los ocho equipos jugando con normalidad?
Sí, primero quería dar las gracias a varios clubs que nos han cedido las instalaciones porque en Suma no hemos podido volver hasta el 2 de mayo. Gracias a estos clubes hemos podido salvar la temporada y que sigan jugando.
Estos son: el colegio Horno de Alcedo, Alaquàs, Xirivella y El Socorro. Además, al principio, la Federación nos ayudó con autobuses. Lo importante era que pudieran volver a competir.
Con la vuelta a la competición y superada esta desgracia, ¿cómo se plantea el futuro para el club?
Se plantea con una alegría inmensa porque llevábamos esperando el 2 de mayo con los brazos abiertos, significa volver a casa, volver a estar en nuestro pabellón. Los chiquillos nos preguntaban todos los días cuándo volveríamos.
El futuro se ve bien. Si hemos podido salvar este año, el futuro va a ser bueno. Seguir trabajando, que es la clave, y a ver qué nos depara.