Entrevista > Ana María Martínez Romero / Corresponsal de Reuters en Berlín (Utiel, 30-enero-1993)
Con una trayectoria meteórica, Ana María Martínez pasó de las aulas de Utiel a cubrir acontecimiento de índole internacional en grandes cadenas como Bloomberg o la agencia Reuters. Un crecimiento que no le ha hecho olvidar su tierra natal, la que le despertó la pasión por la comunicación.
¿En qué momento decidiste dedicarte al periodismo?
Fue gracias a Miguel Ángel Almonacid, del Conservatorio de Utiel. Yo estudiaba violín y participaba en un programa de radio sobre música en Radio Utiel. Él me sugirió que sería buena periodista. Al mismo tiempo, en la escuela de idiomas, mi profesora de inglés me explicó que se podía compaginar con periodismo. Al final, comencé simultáneamente periodismo y filología inglesa.
Y parece que el periodismo se impuso…
Empecé en la Universidad de Valencia cursando ambas carreras. Filología inglesa me gustaba, pero al descubrir el periodismo en prensa local supe que era mi vocación. Mientras estudiaba, también fui al conservatorio y a la escuela de idiomas, allí consolidé el inglés y el sentido crítico. Esa dualidad me permitió combinar lenguajes y estilos.
«Utiel me dio la base lingüística y cultural que me permitió salir al mundo con confianza»
De València hasta Nueva York ¿Qué te llevó a hacer el máster en Estados Unidos?
En el último año de periodismo cursé una asignatura de geopolítica con el profesor Joan Romero. Él me sugirió solicitar la beca La Caixa para Oxford. No lo creí al principio, pero luego me animó a presentar la Fulbright para Estados Unidos. La conseguí y viajé a Nueva York para hacer un máster en política internacional y economía en Columbia University.
Te especializaste en periodismo económico, ¿qué te llevó a un nicho tan concreto?
Durante el primer año en Columbia tuvimos cursos obligatorios de macro y microeconomía que me encantaron. Para las prácticas de verano busqué puestos de periodismo económico y vi que Bloomberg era el referente. Al segundo año hice prácticas allí y confirmé que era el camino: periodismo de finanzas, mercados y datos, en un entorno global.
¿Qué diferencias encontraste entre la cobertura política en Estados Unidos y en España?
En septiembre de 2016 llegué a Nueva York. Dos meses después fueron las elecciones presidenciales. Fue surrealista: toda la comunidad académica y mis compañeros de máster quedaron en shock.
Suspendieron clases, ofrecieron apoyo psicológico y debatían en cada encuentro. Nadie imaginaba a Trump de presidente, su victoria generó incredulidad y miedo. Esa reacción tan contundente no la he visto en España ante cambios políticos.
«Al descubrir el periodismo en prensa local supe que era mi vocación»
Ahora trabajas en Berlín como corresponsal de Reuters. ¿Qué tal ha sido el salto a Europa?
Alemania es el corazón económico de la UE. Desde Berlín cubro la eurozona y las relaciones transatlánticas. Aquí veo una crisis estructural, dos años sin crecimiento y el tercer año podría confirmarlo. Es la primera vez desde la posguerra que no crecemos.
El nuevo gobierno intenta reactivar la economía, pero las reformas requieren tiempo. Esa sensación de urgencia y ansiedad no la viví en Estados Unidos, donde el debate político es más explosivo.
¿Cómo describirías el contraste entre Estados Unidos y Alemania en la gestión económica?
La política económica en Estados Unidos se vive como espectáculo. Desde mi máster en Columbia los debates presidenciales se veían con pasión. Aquí en Alemania todo es metódico, sistemático y estructurado. El rigor financiero y la planificación a largo plazo definen su economía, frente al dinamismo y la inmediatez que viví en Nueva York.
En cuanto a España, ¿qué te parece su evolución económica frente a la UE y Alemania?
España ha tenido un crecimiento interesante tras la crisis. Mientras Alemania cojea, España se recupera mejor de lo esperado. El sur no se ve ya como cargador de la UE, sino al revés: España atrae más confianza desde fuera que a veces sus propios ciudadanos. Creo que el futuro europeo dependerá de quién atraiga y retenga talento.
Nuestro país, con su clima, lengua y calidad de vida, puede ser una potencia para recibir profesionales, algo que Alemania no logra por su idioma y clima.
«En Estados Unidos la política económica se vive como espectáculo»
Volviendo a Utiel, ¿mantienes el vínculo con tu pueblo desde Berlín?
Sigo colaborando con medios locales y mantengo contacto constante con familiares. Cada vez que vuelvo a Utiel participo en charlas y en la radio local. Es importante inspirar a jóvenes, les recuerdo que todo empieza aquí, que las escuelas de idiomas y el conservatorio ofrecen herramientas valiosas. Utiel me dio la base lingüística y cultural que me permitió salir al mundo con confianza.
¿Qué mensaje les enviarías a los jóvenes utielanos que sueñan con el periodismo internacional?
Les diría que crean en sí mismos y luchen por sus sueños. Intentarlo es la clave, quien se atreve siempre queda más cerca del objetivo que quien no lo intenta. Si te apasiona algo, trabaja duro y no temas equivocarte.
La formación y el esfuerzo son fundamentales: si tienes vocación, encontrarás oportunidades, quizá empieces aquí, pero tu trabajo puede llevarte a cualquier capital del mundo.
Para terminar, ¿qué techo sientes que te queda por alcanzar en tu carrera?
Mi meta es seguir creciendo en Reuters y profundizar en reportajes de economía global. Aun así, siempre quiero volver a Utiel para inspirar a las nuevas generaciones. Cada experiencia profesional alimenta mi vocación de contar historias que impacten.
Mi sueño es que la siguiente generación de utielanos amplíe horizontes. Mi historia demuestra que, con pasión y constancia, cualquier meta es alcanzable.