Entrevista > Carlos Pastor / Restaurador (San Vicente, 13-mayo-1998)
El sanvicentero Carlos Pastor, como tantos otros de su generación, tuvo con dieciocho-diecinueve años momentos de desubicación. Sin trabajo y con un porvenir complicado decidió buscar empleo en una agencia, que le destinó a la ciudad de Leeds, en el norte de Inglaterra. Era septiembre de 2017.
En la urbe británica, de las más grandes del país, próxima a la turística York, comenzó a trabajar en lo “más bajo, limpiando platos”, pero gracias a su empeño acabó como encargado de cocina de un muy buen restaurante, “revisando que todos los platos llevaran los ingredientes, colores, sabores y matices adecuados”.
Conoció en su periplo inglés a Chiraporn Urrairam, ‘Im’, una chica tailandesa de la que acabó enamorándose. Dos años después, ambos, ya instalados en San Vicente, quisieron probar la cocina asiática que se ofrecía en la zona, comprobando que era muy distinta a la que sabían elaborar. Solo quedaba abrir su propio negocio, como hicieron.
¿Antes de marchar a Inglaterra habías trabajado en restaurantes?
Para nada. De hecho, estaba sin empleo y tampoco estudiaba y una agencia de trabajo me localizó un trabajo en Leeds. Me pareció una muy buena opción aprender otro idioma, realizar diferentes labores y formarme como persona.
Sin embargo, los primeros meses fueron muy duros, al no dominar el idioma, copiaba lo que decían y hacían los demás.
«Trabajando en Leeds (Inglaterra) fui descubriendo los sabores que ofrece la gastronomía asiática»
¿Cómo es Leeds y su gente?
Se trata de una ciudad enorme, con muchísima diversidad cultural. Posee una universidad, hay una población muy joven por esa misma razón y la gente de allí acoge bien a los extranjeros, entre comillas.
Pronto evolucionaste en el restaurante asiático.
Gracias a mi deseo de aprender: comencé limpiando platos, pero pocas semanas después pasé a la cocina, aprendiendo rápidamente todo lo relacionado con el servicio. Fui, además, descubriendo la gran variedad de sabores que ofrece la gastronomía asiática, de Tailandia, Singapur, China…
Los diferentes climas de Asia, tan extremos, provocan que las frutas de una zona, por ejemplo, sean totalmente dispares a las de otras, todas deliciosas. Cambian, por lo tanto, los sabores de los platos.
Conociste también a una persona especial.
En el restaurante trabajaba Im, criada en Buriram (Tailandia) y gran conocedora de su cocina. Iniciamos una relación, vivimos un año juntos y poco antes de la covid-19 deseaba volver. Se lo propuse y nos mudamos a San Vicente.
«En Tailandia existe lo que llaman ‘street food’, comida en la calle, siempre de altísima calidad»
¿Inaugurasteis de inmediato vuestro negocio?
La idea inicial era abrir un restaurante propio, aunque no fue sencillo. Ella se puso a dar clases de inglés y yo me incorporé a varios trabajos, mientras -siempre que surgía la ocasión- probábamos la cocina asiática en locales de Benidorm, Calpe o Altea.
Pensamos entonces que podíamos encajar en el mercado, pues los platos tailandeses que confeccionábamos eran muy diferentes.
¿Qué virtudes tiene precisamente la cocina tailandesa?
Allí existe mucho lo que llaman ‘street food’, es decir, comida en la calle, siempre de muchísima calidad. Es una de las cosas que más sorprende a los turistas que viajan a Tailandia.
Se compone de platos muy elaborados, como el famoso ‘pad thai’ (fideos fritos), que consta de muchos ingredientes que se deben balancear para obtener el sabor deseado. Al albergar sus platos diversos productos su valor nutricional es mayor.
Es sana, ¿pero igualmente picante?
La costumbre en Tailandia es comer picante, pese al calor intenso que hace casi todos los días del año.
«Primero fundamos un local de comida para llevar en San Vicente y su éxito nos condujo al siguiente»
¿El primer local se ubicó en San Vicente?
Teníamos una idea clara de los platos que queríamos ofrecer y quisimos hacer una prueba con allegados (familia y amigos), para saber su aceptación. Les agradó, nos lo indicaron de un modo sincero, y nos lanzamos a la apertura de ‘El Rollito’, de comida para llevar, en marzo de 2024.
Los que brindamos encaja con nuestro día a día, visibles en platos como ternera con pimienta negra, pinchos de pollo (satay), pinchos de cerdo marinados (moo ping) o las variedades con curry, incluida una (massaman) sin picante.
¿Cuál fue la acogida?
Veníamos de un viaje por Tailandia, con muchísima experiencia, que aplicamos, y agradó altamente, lo que nos permitió pocos meses más tarde plantearnos el traslado al centro de Alicante y ya a un restaurante como tal.
Encontramos un local próximo al mercado acorde a nuestra idea, realizamos una pequeña reforma -acondicionándolo a un estilo joven y thai- e inauguramos el pasado 19 de octubre.
¿Las redes sociales os habrán ayudado?
En el mundo actual resultan imprescindibles para todo, es la forma más común que los jóvenes utilizamos para comunicarnos. Anunciamos por Instagram -la red que más empleamos- los nuevos platos de la carta y las diferentes novedades.