Entrevista > Carles Sanchis / Actor, director y técnico teatral (Mislata, 23-noviembre-1990)
El teatro que se desarrolla en València, lejos de las grandes producciones de Madrid, Londres o Nueva York, por ejemplo, exige que todos los integrantes de una obra realicen más de una función. Esa empatía y nivel de compañerismo siempre han acompañado a Carles Sanchis, quien al mismo tiempo es capaz de actuar, dirigir, controlar las luces, las pantallas…
Por eso mismo no extraña que remarque cuánto le agrada la polivalencia. Es habitual que lleve a cabo varios personajes (cortos) al mismo tiempo, como en ‘L’Home Elefant’, donde muestra su capacidad de adaptarse a ocho papeles.
Fundó en 2017 la compañía ‘La Trinxera’, proyecto al que de inmediato se unió Rocío Chico y más tarde otros tres componentes. Juntos han creado varias funciones, algunas exitosas, y casi todas dirigidas por el propio Sanchís, “es lo que más me apetece a día de hoy”, se sincera.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos en la actuación?
Sin precedentes familiares, comencé a hacer teatro en la escuela del Escalante a los cinco años y ya no dejé de interpretar. Pertenecí al centro hasta los dieciocho años, antes de continuar en la universidad, junto a compañeros de la sala Matilde Salvador.
¿Siempre lo tuviste claro?
Pasé por varias fases. Mi idea era dedicarme al teatro, aunque mis padres me instaron a estudiar además otra carrera, Comunicación Audiovisual, que me abriera otras puertas diferentes. Tuve también la tentación de hacer Derecho, pero intuí cuánto había que estudiar…
Poco después, junto a otro actor, Galaad Torrò, fundé la primera compañía.
«Debo ser organizado, porque mientras gestiono mi papel estoy pendiente de lo que sucede en la función»
En la que hacías de todo.
Gran parte de mi labor actual en el teatro es la de técnico. Algunas cosas las aprendí en la carrera, las mínimas, y otras las he tenido que ir descubriendo, poco a poco.
Es decir, he hecho escenografías, dirigido, actuado, escrito y confeccionado el diseño de las luces… Lo que haga falta.
¿Cuándo fundas ‘La Trinxera’?
Tras volver de Barcelona, en el verano de 2017, donde estudiaba la disciplina de Jacques Lecoq. Escribí una obra y le propuse a mi amiga Rocío Chico -con la que nunca había actuado- hacerla juntos.
A raíz de ahí fundamos ‘La Trinxera’, la relación entre ambos se estrechó y ahora somos pareja.
Vuestras obras de referencia son…
En ‘La Trinxera’ debutamos con ‘Midnight’, a la que siguió ‘El viatge de les paraules’ y ‘Mercaders de Venècia’, función en la que pasamos de ser dos en la compañía a ser cinco, tras la incorporación de José Terol, Carlos Carvajal y Carmen Comes.
Asimismo, destacaría ‘Carnival Striptease’, en mi opinión la mejor obra que hemos desarrollado, la más completa, sin duda. Fue la primera no escrita por mí, sino por Rocío.
«Para minimizar errores, igualmente se ensaya, pues todos los movimientos son como otra obra de teatro»
¿Sueles actuar en ellas?
Por supuesto, en todas, siendo en ocasiones el técnico. En ‘Carnival’ montamos el control en escena y realizo un par de personajes mientras estoy lanzando la función (vídeo, luces, etc.).
Debes tener una gran coordinación.
Hay que ser organizado, principalmente, porque al mismo tiempo que gestionas tu papel, debes estar pendiente de los tempos, de todo lo que sucede en escena.
Alguna vez me he equivocado, pero el espectador apenas se da cuenta. Para minimizar errores, igualmente se ensaya, pues todos los movimientos son como otra obra de teatro.
¿Fuera de ‘La Trinxera’ trabajas en alguna obra?
Que esté activa, solo una -para la compañía ‘L’Últim Toc Teatre’-, el musical ‘L’Home Elefant’ en el que realizo ¡ocho personajes! Tenemos un vestuario base y llevamos unas máscaras.
El protagonista principal de la obra es Emili Chaqués y los demás son las personas que van pasando por su vida. Mis personajes tienen bastante texto, pero me fascina, me gusta la polivalencia en escena.
«Siempre me ha agradado trabajarme los personajes desde el cuerpo, tras observar cómo son psicológicamente»
¿Cómo los elaboras?
Siempre me ha agradado trabajarme los personajes desde el cuerpo. Primero observo cómo es psicológicamente y después me imagino qué tipo de físico necesita, para simular esa manera de moverse o las deformidades que pueda tener.
A partir de ahí nace el modo de hablar, los tics y muchos más aspectos desde lo físico.
¿También diriges vuestras funciones?
Es lo que más me apetece hacer últimamente, pues hace tiempo que no he creado un proyecto nuevo. Lo próximo que tengo en mente es una obra-homenaje a mi abuelo Antonio, fallecido hace cuatro años.
Servirá también para honrar la figura de mi abuela Catalina, que nos dejó en 2024.
¿Qué más estás haciendo?
Dentro de nuestra compañía contamos con la obra infantil ‘El Martillo de Thor’. Es un espectáculo de marionetas, muy divertido, en el que yo soy Loki y José Terol hace de Thor.