Esta noche, en el pleno municipal, está previsto que se apruebe la municipalización de un nuevo servicio, concretamente del servicio de vigilancia u mantenimiento de la finca de Ferrusa, la gestión de los huerto populares y la educación ambiental en los centros educativos.
Según ha contado Ramón Poveda, concejal responsable de la empresa municipal de Servicios (SEMUPE), con la municipalización de este servicio que abarca a dos trabajadores, ya son más de 80 trabajadores. El concejal ha recordado que el Ayuntamiento comenzó a municipalizar servicios en 2017 y, actualmente, ya abarca los medios de comunicación municipales, el servicio de limpieza, la Oficina de Turismo, el Centro de Día de menores, el servicio de coordinación de actividades del Centro municipal Clara Campoamor, el servicio de control de acceso tanto a las dependencias municipales como a los parques y el servicio de auxiliares del cultura, lo que supone un total de nueve servicios municipales.
Poveda ha explicado que “no partimos con la premisa de municipalizar cualquier servicio que las empresas prestan al ayuntamiento, pero si detectamos que alguno de estos servicios puede ser interesante para ser desarrollado por la empresa municipal, lo estudiamos y si es viable tanto para el ayuntamiento como para los trabajadores que en ese momento están prestando el servicio, pues lo llevamos para adelante”.
La municipalización de servicios permite que “ganemos todos”; el Ayuntamiento consigue ahorrar dinero, al ahorrar los impuestos y el beneficio empresarial y también lograr mejorar el servicio al darle más estabilidad y agilidad, debido a la relación directa con las distintas concejalías afectadas; y los trabajadores, al mejorar la estabilidad laboral y dignificar sus salarios.
Respecto a la municipalización del servicio medioambiental de la Finca Ferrusa, Poveda ha explicado que la idea nace al intentar absorber a los trabajadores actuales de la empresa Planeta Caracol, “pensando en el excelente trabajo e implicación que estos han venido desempeñado en los últimos años”, añadiendo que “Petrer no podía permitirse perder estos trabajadores que se dejan la piel por mantener en un estado impecable nuestra querida Finca Ferrusa y que al mismo tiempo aman la naturaleza y así lo transmiten a los niños y niñas de Petrer”.