Entrevista > Amparo Sanjuán Albentosa / Concejala de Sanidad (Alfafar, 4-febrero-1968)
Alfafar redobla esfuerzos contra las plagas tras los efectos de la DANA. La concejala de Sanidad, Amparo Sanjuán, explica cómo el Ayuntamiento ha intensificado los tratamientos contra mosquitos, ratas y cucarachas, especialmente en zonas sensibles como el Tremolar o los garajes comunitarios, y hace un llamamiento a la ciudadanía para colaborar con responsabilidad en la gestión de residuos y la prevención de focos.
En Alfafar el tratamiento de plagas, especialmente de mosquitos, siempre ha sido prioritario. ¿La situación se agravó tras la DANA?
La verdad que sí. Nosotros, por la proximidad al parque natural, tenemos una lucha diaria tanto con roedores como con mosquitos. Muchas veces les digo a los vecinos del Tremolar: vivís en un paraje, pero eso tiene sus pros y sus contras. Es un humedal. Estamos al lado de la Albufera, y aunque no quieras, hay plagas. Se hace prevención, no exterminación, que es diferente.
Entiendo que, tras la DANA, la prevención habitual tuvo que intensificarse.
Hasta entonces hacíamos tratamientos de desinsectación y desratización todos los meses. Pero tras la DANA, no podíamos seguir igual. Se actuó primero en parques y jardines, donde podía haber barro y agua, que son focos para el mosquito tigre. Usamos un vehículo todoterreno con un cañón que permite tratamientos intensivos.
«Se trataron solares incluso antes de que se pudieran retirar todos los coches»
Durante esas semanas, también hubo problemas en garajes y otras zonas. ¿Se pudo actuar a tiempo?
Nada más pasar la DANA nos pusimos en contacto con la empresa y empezó a tratar inmediatamente. A fecha de hoy, no hemos recibido ni una queja. Algo hemos hecho bien. Y actuamos también en garajes comunitarios y privados. Era una cuestión de salud pública. Si surge una plaga en un garaje privado, afecta a todos. Había que actuar sin esperar.
Hablabas antes de la desratización. ¿Se ha mantenido el tratamiento habitual en alcantarillas y otras zonas?
Cuando pasó todo, los alcantarillados no estaban ni para empezar. A partir de febrero o marzo, cuando se normalizó la situación, retomamos los tratamientos como antes. Además, si entra una queja, ya sea por teléfono o redes, la empresa realiza una actuación extraordinaria. A veces, justo tras el tratamiento, salen cucarachas por lo que llaman «efecto huida». Pero la empresa vuelve, revisa y actúa.
Los productos actuales son menos agresivos, pero igual de efectivos…
No son productos nocivos para personas ni para el medio ambiente, por eso no matan al instante. Mucha gente se sorprende, pero funcionan. Cuesta un poco más ver resultados, pero son efectivos.
El mosquito tigre es especialmente molesto. ¿Es prioritario combatirlo?
Es muy importante. Deja unas ronchas enormes, a veces necesitas ir al centro de salud. Aunque aquí no hay grandes problemas sanitarios con él. En Alfafar estamos todo el tiempo controlando, incluso en centros municipales, porque pasa mucha gente y hay que tener todo bien vigilado.
«Si entra una queja, ya sea por teléfono o redes, la empresa realiza una actuación extraordinaria»
Hace tiempo se pasó de tratamientos trimestrales a mensuales. ¿Ha sido un acierto?
Mucho. Tenemos menos quejas y más tranquilidad. Si funciona, hay que seguir.
¿Se aplican los tratamientos en todo el municipio?
Sí, en todo el término, incluyendo casco urbano, Tremolar y parque comercial. En el Tremolar se hace exactamente igual, aunque al ser parque natural hay limitaciones. No se puede actuar como aquí, pero se intenta tenerlo todo controlado.
Durante las fiestas del Tremolar, ¿se tomaron medidas?
Hicimos tratamientos específicos en la zona donde se celebraban las fiestas, junto al casetón de la asociación. Y funcionó. Estábamos allí y me decían: «pues tienes razón, no me han picado». Es naturaleza, y a los días vuelven los mosquitos, pero el trabajo se hace.
Volviendo a los primeros meses tras la DANA, ¿cómo se trabajó en alcantarillas y solares?
Desde el primer momento, la empresa se puso a nuestra disposición. Se trataron solares incluso antes de que se pudieran retirar todos los coches. No se ha parado. Los tratamientos se intensificaron tras Navidad, ya en febrero o marzo.
«Los productos no son nocivos para personas ni para el medio ambiente»
Aun así, los residuos mal depositados siguen siendo un problema.
Claro. Ahora tenemos contenedores nuevos, pero hay que concienciarse. A veces están vacíos y dejamos la bolsa fuera. Si uno está lleno, seguro que hay otro cerca. También hay que evitar dejar enseres junto a los contenedores. Si llamas al Ayuntamiento, te los recogen a domicilio los miércoles y sábados.
La conciencia ciudadana es clave.
Totalmente. Tenemos una campaña muy bonita: «Casa de tots, cosa de tots». Si en tu casa no lo harías, no lo hagas en la calle. Alfafar es de todos.
Ya estamos en verano, una época complicada. ¿Se intensifican las actuaciones?
Sí, y además de los tratamientos mensuales, si llega una queja, se actúa en 24-48 horas, aunque se haya hecho la semana anterior.
Para terminar, ¿alguna recomendación a los vecinos?
No tener platitos con agua bajo las macetas o bebederos de animales. Esos son los mayores focos del mosquito tigre en casa. Y ahí el Ayuntamiento no puede llegar. Si todos colaboramos, lo podemos conseguir.