Ya estamos en pleno verano y apetece más que nunca tomarse una copa al aire libre. Los colegios han terminado y mucho veraneante ha traslado su residencia habitual a su segunda residencia o a alquilado un apartamento junto a la playa. Los chiringuitos y esperadas terrazas se encuentran ‘de gom a gom’ a cada caída de sol, sin esperar a que sea fin de semana.
Los paseos marítimos de l’Horta Nord, desde Port Saplaya hasta Sagunto, han visto multiplicar sus paseantes desde finales de junio. Ya casi no se puede aparcar. Ello trae consigo la reapertura de negocios que cerraron sus puertas en octubre y ahora las reabren. Las terrazas, pubs y discotecas con vistas al mar sacan pecho. Algunas, como veremos en este reportaje, llevan abiertas todo el año para alegría de sus parroquianos.
O nada o muy poco
Son varios los municipios de l’Horta Nord que, pese a poseer tramos de playa, no ofrecen a vecinos y turistas la posibilidad de hacer tardeo en su litoral. Al salir de València, Alboraya, con su término colindante al ‘cap i casal’ sí que despliega su poderío junto al mar. Pero enseguida vienen una serie de pueblos que sólo cuentan con espigones.
Es el caso de Meliana, Albalat del Sorells, Albuixech, Massalfassar y Massamagrell (con la salvedad del itinerante ‘Clandestino Beach’). Estos municipios gozan de acceso al mar pero no ofrecen terrazas ni pubs. Afortunadamente se les ha ido colocando unas pasarelas para sortear la transitada V-21 y llegar, al menos hasta sus playas.
Tras Puebla de Farnals, la otra reina de la oferta lúdica junto a Alboraya, El Puig ofrece entre Plasmar y Mar Plata varios chiringuitos, así como Puzol, que se centra básicamente en la hostelería (comidas y cenas).
Varios hoteles de Puebla habilitan su última planta como lugar para tomarse una copa
Puebla, todo el año
Se presenta Puebla de Farnals como el municipio con más terrazas junto al mar los doce meses del año. Meraki abrió sus puertas frente a la principal playa de Puebla de Farnals. Además de poder tomar una copa en la terraza del restaurante, en su ‘sky bar’ de la última planta las vistas permiten disfrutar del mar y del puerto náutico.
Sólo unos metros más allá y tras décadas de abandono, en un tiempo récord se alzó el hotel Estimar. Igual que el anterior, los clientes del restaurante pueden tomar una copa en la planta baja frente al paseo marítimo o acceder mediante el ascensor a la última planta, el punto más elevado del paseo marítimo, con música de DJ en directo y vistas 360 grados.
Calablava ha sido la última en abrir. Inserta en el propio náutico, hasta mayo no abrió sus puertas. Es una primera altura al estilo muy ibicenco y se accede o bien desde el paseo marítimo o bien desde el náutico. A esa misma altura se encuentran bares y terrazas que abren casi todo el año para tomarse una copa como el Lloc, entre otros.
La oferta de Port Saplaya se ve marcada por un semáforo de entrada que crea retenciones
La Patacona
Conocido por todos es el nombre que tiene La playa de Alboraya: La Patacona. Este tramo del litoral ha disparado sus precios por estar literalmente adherido a València capital. Su oferta gastronómica permanece abierta todo el año en su paseo marítimo. Ahora bien, su pubs y chiringuitos han ido abriendo y cerrando según temporadas.
Lo mismo sucede en Port Saplaya. Presenta oferta gastronómica todo el año junto al mar, aunque su disposición de viviendas eminentemente particulares bloquea que pueda ponerse en marcha algún local con música en directo en altura. A ello se añade un semáforo que bloquea y desalienta la entrada al lugar en horas punta.
Perviven en la memoria los ya desaparecidos Saxo´s Playa, Vanessa Playa y Vulcano Beach
El Puig despierta
Ha sido pasar la primera quincena de junio y las terrazas latentes de El Puig han abierto. Bajo el complejo Carabelas el tardeo en locales. Mamalú ya despliega su alfombra de césped artificial con vistas al mar y apertura diaria de 18 a 1.30 horas. Sólo unos metros más adelante, El Merendero, que también abre a mediodía los fines de semana.
Inserto en la arena, casi llegando a Medicalia, aparece un chiringuito de playa: el BBB (Blue Beach Bar). Música, brisa y el mar a solo unos pasos de pasarela sobre la misma arena. Los vecinos de El Puig pasan de cero a cien una vez llegan los meses de verano.
En el recuerdo
Aún pervive en la memoria colectiva de los valencianos algunos pubs y discotecas que marcaron una época en los veranos de los años noventa de l’Horta Nord. En la salida de Massalfassar, donde ahora se ha terminado de instalar una pasarela, los que tenían ganas de tardeo y copas por la noche estuvieron el Saxo´s Playa, Vanessa Playa y Vulcano Beach.
Un poco más al sur yacen los restos de la antigua Sunset Boulevard, en el términos de Meliana. Sus sesiones de música fueron una perfecta extensión de la conocida ‘ruta del bakalao’. Su aparcamiento, al que se accedía serpenteando desde Port Saplaya en paralelo a la V-21, muestra entre cañas y algunos muros en pie, a otro de los caídos de la movida valenciana.