El curso escolar se aproxima en Alfafar con un clima de expectativa y esfuerzo compartido. La concejala de Educación, Amparo Sanjuan, reconoció la incógnita que aún rodea la entrega de los colegios Rabisancho y Orba, así como la urgencia de que todo esté listo para el inicio. A falta de llaves oficiales, la administración local ha tenido que actuar como impulsora de soluciones prácticas mientras crece la presión por la apertura escolar.
Preparación municipal
Ante la demora en la entrega de llaves por parte de la Conselleria, el Ayuntamiento ha habilitado una brigada multiservicio. Este equipo realizará tareas de pintura, limpieza, montaje de aulas, colocación de pizarras y mobiliario básico en los centros Rabisancho u Orba. El objetivo es que el alumnado pueda volver al colegio en condiciones dignas, aunque aún estén pendientes trabajos mayores.
El CEIP Rabisancho afronta una reforma integral: sustitución de techos de fibrocemento, renovación de puertas, ventanas y limpieza tras obras. El calendario de entregas apunta a inicio de septiembre, pero la concejala advierte que no hay margen para retrasos. En el caso de Orba, el proceso ha duplicado su complejidad tras combinarse trabajos antiguos con los nuevos tras la DANA.
Para el CEIP Orba se instalaron seis aulas prefabricadas y dos baños en el solar del CEIP La Fila desde diciembre de 2024. El alumnado, reubicado temporalmente allí, cuenta con equipo y dotación básica provista por la Conselleria. La demolición del edificio antiguo está prevista para agosto, seguida de un proyecto de construcción que se licitará en 2026.
Desde el Ayuntamiento se ha habilitado una brigada multiservicio
Seguridad escolar
El Ayuntamiento está restaurando, impulsando bolardos identificativos con el nombre del colegio y señalización peatonal en los alrededores. En particular, se trabaja con la Policía Local para diseñar una ruta escolar segura en la avenida Torrent, muy transitada y cercana al CEIP Orba. Unas medidas que buscan garantizar un regreso al centro con máxima seguridad.
Además, Sanjuan resalta el apoyo tanto del profesorado y de las AMPAs locales, implicados y dispuestos a colaborar una vez se entreguen las llaves. Y es que la implicación ciudadana ha sido clave para avanzar en un escenario marcado por retrasos y exigencias técnicas. “En cuanto nos den las llaves, llegamos todos a una”, indicó la concejala, en referencia a la disposición de toda la comunidad educativa.
Admite la edil que aún no hay fecha fija para la entrega de las obras. El objetivo es garantizar que los centros estén listos pese a los contratiempos, aunque admitió que la situación genera incertidumbre entre familias y docentes. La apertura del curso está fijada en septiembre, pero el Ayuntamiento insiste en que solo se permitirá comenzar si los centros están en condiciones adecuadas.
Se trabaja con la Policía Local en el diseño de una ruta escolar para el alumnado de Orba
Adaptación contra reloj
La brigada multiservicio actúa como valor añadido. Su tarea sirve de puente provisional mientras se completa la infraestructura. Según la concejala, «nos vemos en medio con las manos atadas», por ser la administración más cercana a las necesidades reales pero dependiente de la entrega oficial.
En Rabisancho, los trabajos de reemplazo de techos de fibrocemento, ventanas y puertas se retrasaron por la sobreposición de obras parciales anteriores. La complicación técnica ha llevado a que el acta final no se firme hasta agosto si todo sigue su curso, pese a los esfuerzos del Ayuntamiento y la comunidad educativa.
Pero no se trata solo del interior de los colegios, ya que también se está interviniendo en exteriores. La brigada ha comenzado a repintar zonas comunes, reparar la pista deportiva y mejorar accesos. Todo ello se enmarca en un plan local de mejora que supone pequeñas intervenciones que refuerzan la funcionalidad más allá del edificio escolar.
La administración local ha actuado con determinación
Volviendo a casa
Según la Conselleria, el 100 % del alumnado afectado por la DANA retomará el curso en su propio municipio, con fondos de recuperación destinados a instalación de aulas prefabricadas, limpieza, transporte y más. Hasta ocho centros como Orba requieren una reconstrucción completa, aunque en la mayoría el curso se iniciará desde soluciones provisionales temporales.
Las familias afectadas habían exigido transparencia y plazos claros. En respuesta, la Conselleria ha adelantado que invertirá más de 140 millones en infraestructuras educativas tras la riada.
Balance local
La administración local ha actuado con determinación. La contratación de una brigada especializada, la coordinación con los equipos docentes y el diseño de itinerarios escolares seguros evidencian un enfoque práctico. Aunque la reconstrucción completa dependerá de plazos superiores, se ha minimizado el impacto escolar gracias a la implicación municipal.
Pese a las dificultades, el compromiso de que todos los centros estén operativos en septiembre se mantiene firme. Todavía existen zonas en barracones y espacios provisionales, pero el regreso al colegio será posible. El Rabisancho y el CEIP Orba avanzan con paso decidido hacia la normalidad, gracias al empuje municipal y la fuerza colectiva del mundo educativo de Alfafar.