Entrevista > Iván Montoya / Jugador del Eón Horneo Alicante (Alicante, 31-octubre-1998)
El ascenso del Eón Horneo Alicante la pasada campaña marcó un hito para el club y la propia ciudad, que vuelve a tener representación en la Liga Asobal después de muchos años. Se trata, sin duda, de un reto deportivo que requiere de jugadores de calado.
Uno de los principales fichajes ha sido el de Iván Montoya, pivote con una enorme capacidad para anotar y buscar espacios para sus compañeros. En su presentación, de hecho, se le vaticinó como “fichaje de proyecto”.
“No pienso que sea del todo correcto”, se defiende, “vengo principalmente a aportar”. Eso sí, remarca que el proyecto es ilusionante, pero para todos, “cuerpo técnico, resto de jugadores y afición”. El primer objetivo, la salvación.
¡Por fin regresas a casa!
Han sido cuatro años en Huesca, dos en Granollers y uno más en Puerto de Sagunto. Es muy ilusionante volver a mi ciudad, en Asobal y con un equipo en la élite.
No sería la persona ni el deportista que soy ahora sin las oportunidades que he tenido en los equipos mencionados.
Tras dos años en Granollers, alguno lo ve como un paso atrás en tu carrera.
Debía tomar una decisión sobre mi futuro, el de Alicante es un proyecto que me ilusiona, me motiva muchísimo y que podemos hacerlo crecer, no únicamente yo, sino todos los que formamos parte.
No analizo las cosas como un paso atrás o adelante. Quiero estar aquí, en mi casa, para ser el profesional que he sido siempre.
«No sería el deportista ni la persona actual sin las oportunidades que he tenido en otros equipos»
Viajemos en el tiempo, ¿por qué comenzaste en el balonmano?
Me inicié en el colegio, Agustinos, primero como una actividad extraescolar, sobre todo porque mis amigos también la hacían. Recuerdo que iba a ver a los mayores, mientras jugaba y disfrutaba. A partir de ahí fue derivando hacia una carrera profesional.
¿Ya entonces jugabas de pivote, una posición muy específica?
Estuve unos años en primera línea, hasta cadete de segundo año. La transición hacia el pivote la hice más o menos tarde, pero desde el mismo momento que la ocupé supe que era mi sitio, se me daba bien y disfrutaba.
¿Quiénes eran tus referentes?
Julen Aguinagalde, grandísimo pivote de un sinfín de equipos, entre ellos obviamente la Selección Española, y Rolando Uríos, también internacional, de origen cubano.
«Se trata de un proyecto ilusionante, que me motiva muchísimo y creo que lo podemos hacer crecer»
Defínete como pivote.
La parte en la que más destaco es la ofensiva, aunque más allá de tener o no acierto de cara al gol, intento trabajar para el equipo, creando espacios o mediante bloqueos, para que los compañeros se puedan aprovechar.
En el balonmano se pueden hacer muchas cosas, no solo goles, y de esa parte también disfruto.
Te denominaron fichaje de proyecto. ¿Eso implica mayor responsabilidad?
Siendo de Alicante puede ser que el aficionado hable un poco más de mí. Sin embargo, hay otros grandes jugadores en el equipo. Vengo de otro club, de Granollers, que ya estaba en Asobal, y lo hago para aportar, ser uno más en un proyecto de por sí ilusionante.
Sé la responsabilidad que conlleva mi fichaje. Lejos de preocuparme, la asumo y disfruto, como hacemos todos los demás.
¿Cuáles son los objetivos de cara a la nueva temporada?
El primero, mantener la categoría. Después será mirar hacia arriba y, seguidamente, mirar un poco más. Debemos tener los pies en el suelo, hacer las cosas con humildad y saber que no va a ser fácil, a pesar de contar con todas las herramientas y posibilidades abiertas.
No por ser recién ascendidos somos un claro favorito para el descenso. Todo se irá viendo a lo largo de la temporada.
«Intento trabajar siempre creando espacios o bloqueos para que mis compañeros se puedan aprovechar»
Es un clásico, pero los partidos en casa serán clave.
En Asobal eso se nota, y mucho. Hay pabellones que sabes que van a ser sumamente complicados, y por eso debemos hacer del Pitiu Rochel nuestro fortín, conseguir el mayor número de puntos. Después, obviamente, no iremos fuera a ‘pasearnos’.
¿Cómo aprecias el equipo, con tantos cambios?
Todavía es pronto, estamos en plena pretemporada. Disponemos de un equipo joven, con mucha ilusión y ganas, en un proyecto ambicioso, con los pies en el suelo, insisto. Vamos a trabajar todos los días como si fuera el último.
Hay mucho que cohesionar entre todos los nuevos, que somos bastantes (trece). Seguro que los más veteranos nos ayudarán en ese sentido, así como el entrenador.
¿Qué te exige precisamente Fernando Latorre?
Lo mismo que al resto, trabajo desde el primer momento, ser conscientes de la dificultad de la competición y tener la ilusión de ser mejores cada día.
Latorre es un técnico con experiencia Asobal y forma junto a José Manuel Escribano un gran tándem. Saben lo que precisa de cada jugador.