Esta mañana han tenido lugar en los Pozos de Garrigós tres sorprendentes catas conjuntas bajo el nombre “Agua para Chocolate”, una experiencia sensorial única que ha fusionado dos de los mayores tesoros alicantinos: el agua y el chocolate artesano. La cita no podía tener mejor fecha: el Día Mundial del Chocolate, una jornada perfecta para reivindicar el valor gastronómico, cultural y emocional de este producto.
Organizadas por Aguas de Alicante y Chocolates Marcos Tonda, las sesiones han colgado el cartel de completo pocos días después de su anuncio. Las plazas, gratuitas y limitadas, se agotaron rápidamente, lo que ha llevado a ambas entidades a plantearse la posibilidad de repetir el evento en futuras ediciones, dada la alta demanda y el número de personas que se han quedado sin poder asistir.
Las tres catas celebradas a lo largo de la mañana han reunido a un público diverso: desde turistas que han descubierto dos símbolos del patrimonio local, hasta alicantinos curiosos por redescubrir los sabores de su tierra. Entre los asistentes, también han destacado representantes institucionales y personalidades como Ana Poquet, concejala de Turismo del Ayuntamiento de Alicante; Sergio Sánchez Ríos, director general de Aguas de Alicante; María Llorca, CEO de Chocolates Marcos Tonda; Antonio Crespo, director del CDT de Alicante; representantes de la Asociación de Someliers de Salamanca y las Belleas de la Hoguera Puente Villavieja, situada en el barrio del museo.
La propuesta se ha desarrollado en el interior de los históricos Pozos de Garrigós, un conjunto de aljibes del siglo XIX que hoy forman parte del Museo de Aguas de Alicante. Este enclave patrimonial, excavado en roca y con capacidad para más de 800.000 litros, es también un refugio climático natural y ejemplo de sostenibilidad urbana.
Durante las catas, David Ribes, responsable de calidad de Aguas de Alicante, ha guiado una degustación de aguas a ciegas, desde agua del grifo y aguas desaladas, hasta procedentes de embalses y pozos, explicando cómo las propiedades físico-químicas y organolépticas del agua alteran nuestra percepción del sabor.
Pero ha sido el chocolate quien ha acaparado los sentidos, con una cuidada selección de Chocolates Marcos Tonda que ha rendido homenaje a su tradición centenaria y a su línea más gourmet, “La Virgen 1793”. Entre las referencias destacaban propuestas como el chocolate con leche y cacahuete con miel y sal, el clásico chocolate a la piedra —de textura granulosa e intensidad profunda—, o una delicada tableta con aceite de oliva virgen extra y sal. Todo ello acompañado también por versiones de chocolate puro, incluyendo una contundente tableta al 95 % de cacao, pensada para los más exigentes.
Más allá de una simple degustación, “Agua para Chocolate” ha servido para reivindicar el valor de lo cotidiano y demostrar cómo el agua puede transformar por completo la experiencia del chocolate. Una propuesta que invita a saborear con atención, a comprender el gusto como algo que depende tanto del producto como del contexto, la memoria y el entorno. Hoy, más que nunca, el chocolate ha sido el gran protagonista de una cita que deja huella.