Entrevista > Joe Balaguer Monllor / Escritor (Sant Joan, 19-marzo-1957)
En el marco de la celebración del 9 d’Octubre, el Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant ha editado la obra ‘60 anys sense tramvia’, un exhaustivo trabajo de investigación de Joe Balaguer que recupera la memoria del ‘Tramvia de l’Horta’.
Más de seis décadas después de su último viaje, este libro rescata la importancia de un transporte que marcó una época. Hablamos con su autor sobre esta pieza fundamental de la historia local.
Para contextualizar, ¿qué significó el ‘Tramvia de l’Horta’ para la vida de Sant Joan y por qué es importante recordarlo?
Fue fundamental. Sant Joan siempre ha sido un pueblo de servicios, y una gran mayoría de sus vecinos trabajaban en Alicante. El tranvía era su principal medio de transporte, ya que muy poca gente tenía vehículo propio. Además, era un transporte eléctrico, no contaminante, un valor que hoy en día se prima muchísimo y que ya teníamos entonces.
«Durante los años sesenta, con el auge del automóvil y el autobús, resultaba más barato para los ayuntamientos crear líneas de bus»
¿Qué le impulsó a dedicar tres años de su vida a investigar y escribir sobre un medio de transporte desaparecido?
Al prejubilarme, empecé a recorrer en bicicleta las líneas del TRAM actual y a hacer fotos. A la vez, recopilaba imágenes antiguas de los tranvías que veía en redes sociales. Esto me llevó a buscar los mismos rincones de las fotos de los años cincuenta y sesenta para compararlos con la actualidad, y de ahí pasé a la investigación en el Archivo Municipal de Alicante.
Su fascinación por los trenes viene desde niño. ¿Cómo influyó esa conexión personal en la decisión de escribir este libro?
En la introducción lo explico. De niño, en el colegio, me distraía viendo pasar los trenes por la ventana. Esa atracción por todo lo que circula sobre raíles siempre ha estado ahí. El tranvía, al ser algo propio de nuestro pueblo y que llegué a vivir, aunque fuera de muy pequeño, me animó a profundizar en su historia.
¿Por qué se eliminó una línea que era tan fundamental para el municipio?
No fue una decisión local, sino una corriente a nivel europeo. En los años sesenta, con el auge del automóvil y el autobús, resultaba más barato para los ayuntamientos crear líneas de bus a los barrios nuevos que instalar infraestructuras ferroviarias. La mayoría de las capitales de España y de Europa Occidental eliminaron sus tranvías en esa década.
«El cambio fue perjudicial, pero la gente se adaptó y simplemente cambió un transporte por otro»
¿Cómo afectó a la población de Sant Joan la sustitución del tranvía por el autobús?
El servicio de autobús de La Alcoyana comenzó a operar al día siguiente, pero con el tiempo se ha visto que es insuficiente. La densidad de población de Sant Joan y Mutxamel ha crecido tanto que el autobús va saturado, un problema que persiste hoy. El cambio fue perjudicial, pero la gente se adaptó y simplemente cambió un transporte por otro.
¿Quedan todavía vestigios físicos de aquella antigua línea en Sant Joan o Mutxamel?
Muy poco. En Alicante se mantiene un poste en pie. Aquí en Sant Joan, en la calle Comandante Seva, dos casas conservan las ‘rosetas’, unos apliques en las paredes que sujetaban la catenaria. En Mutxamel, tras recorrerlo a fondo, puedo decir que no queda absolutamente nada.
Uno de los objetivos del libro es didáctico. ¿Qué espera que descubran los jóvenes que desconocen esta historia?
Mi objetivo es que quede un registro escrito y gráfico de esta parte de nuestra historia. Los jóvenes de Sant Joan ni siquiera se imaginan que un tranvía circulaba por el medio de la Rambla. El libro es una fuente para que sepan que ya tuvimos un transporte sostenible y que, por mala suerte, hoy no podemos disfrutar.
«Era un transporte eléctrico, no contaminante, un valor que hoy en día se prima muchísimo y que ya teníamos entonces»
El Ayuntamiento ha reconocido su labor editando el libro para el 9 d’Octubre. ¿Qué supone este respaldo para usted?
Es una satisfacción enorme. Es mi primer libro publicado para un público amplio y que me lo reconozcan tras tres años de trabajo es muy gratificante. Es una obra que, además, une a Sant Joan y Mutxamel, porque medio libro también trata sobre el paso del tranvía por el municipio vecino. Agradezco que el Ayuntamiento mantenga esta tradición.
Ha decidido escribir la obra íntegramente en valenciano. ¿Qué le motiva a defender y utilizar su lengua materna?
Soy valenciano hablante, es la lengua que me transmitieron mis padres y mis abuelos. Me doy cuenta de que cada vez quedamos menos personas que la hablamos habitualmente en Sant Joan. Al margen de debates políticos, para mí es una forma de defender mi lengua. Todos mis textos, desde los años ochenta, los escribo en valenciano.
En el libro hay un capítulo muy especial basado en los diarios de su padre. ¿Qué nos puede adelantar de ese tesoro familiar?
Mi padre fue usuario diario del tranvía y escribió un diario desde 1945 hasta los años ochenta. He leído el periodo de 1945 a 1963 y he extraído sus anotaciones sobre los trayectos. Refleja la dureza de la posguerra, con cortes de luz o paradas por la lluvia. Es un testimonio único que, además, se acompaña de sus fotografías de la época.