ENTREVISTA > Francisco Javier Colomina / Sacerdote (Biar, 7-agosto-1984)
Relevo en las dos parroquias de Petrer. Francisco Javier Colomina y Manuel Blázquez han tomado el testigo de Miguel Cano y Ramón Rodríguez, que han sido trasladados por el obispo de la diócesis a otros destinos.
Entre ambos administrarán conjuntamente las dos iglesias de la localidad, San Bartolomé y la Santa Cruz. Una particularidad que viene motivada por los nuevos aires que soplan en la iglesia católica, que se enfrenta a una escasez de curas debido a la disminución de vocaciones.
Gran festero
Francisco Javier Colomina, conocido cariñosamente como Kiko, es natural de Biar y Licenciado en Derecho Canónico. Durante los últimos años ha ejercido en el Seminario de Orihuela y en esta nueva aventura que se le abre ahora en Petrer trabajará codo con codo en las dos parroquias con el vicario Manuel Blázquez, que el próximo mes de noviembre se ordenará sacerdote.
“Festero por los cuatro costados”, tal y como reconoce, Colomina llega a nuestra población con el objetivo de transmitir la palabra de Dios y poner en marcha una etapa basada en la fe y los valores cristianos.
¿Qué tal están siendo estos primeros días como párroco en Petrer?
Los primeros días son de conocer a mucha gente, muchos rostros, ver grupos y conocer muchas cosas. De momento, estoy metiéndome en la parroquia y asimilando poco a poco toda la información.
¿Cuál es la labor pastoral que has venido a desarrollar aquí?
Fundamentalmente, todo lo que hace un párroco en una parroquia. Lo divido en tres ámbitos: el ámbito formativo, con la catequesis, la predicación, enseñar la palabra de Dios y el mensaje del Evangelio.
Por otro lado, los sacramentos, la Eucaristía, la atención a los enfermos, y los bautizos, comuniones y bodas.
Y, por último, todo lo que tiene que ver con la caridad: Cáritas, Manos Unidas y que la parroquia vaya creciendo cada día como comunidad.
«Estoy asimilando mi nuevo puesto de párroco en Petrer»
Junto con el vicario Manuel Blázquez vais a llevar juntos las dos parroquias de Petrer, ¿cómo os vais a coordinar?
Es un proyecto que viene directamente del obispo, que nos ha propuesto que entre los dos llevemos las dos parroquias. Estamos acostumbrados a que cada parroquia tenga un cura, pero llegará un día en que esto no podrá ser siempre así porque cada vez somos menos curas.
Ahora estamos viendo lo que llamamos equipos pastorales, es decir, un grupo de sacerdotes que llevan varias parroquias. Ya hay varias realidades así en nuestra diócesis. En definitiva, somos dos curas para dos parroquias y las vamos a llevar entre los dos.
¿Podrías concretar un poco más?
Cada parroquia seguirá teniendo su funcionamiento habitual de siempre. Manuel y yo somos un equipo y vamos a una. Vivimos en la parroquia de la Santa Cruz, dado que, al haber allí dos pisos, nos permite estar juntos y poder dialogar y coordinarnos mucho mejor. Compartimos el trabajo y eso es enriquecedor.
«Somos dos curas para dos parroquias»
¿Cómo ha sido tu trayectoria en la fe hasta recalar a Petrer?
Soy de Biar, y después de terminar en el año 2008 el seminario, mi primer destino fue como vicario de la Basílica del Socorro de Aspe, donde estuve cuatro años.
Después, el obispo me mandó a Roma a estudiar Derecho Canónico y allí me pasé tres años sacándome la Licenciatura. De vuelta a España me mandó a la parroquia de El Altet, en la que estuve tres años, y de allí pasé al Seminario de Orihuela, donde en total estuve siete: cinco como rector y estos dos últimos como vicerrector.
Allí hacía una labor fundamentalmente formativa y académica de acompañamiento a cada seminarista. El obispo me mandó allí y lo acepté con mucha ilusión, aunque a mí lo que me gusta es estar en una parroquia y ya me apetecía cambiar.
También eres muy festero.
Soy festero por los cuatro costados. En Biar salgo todos los años y participo muy activamente en las fiestas de Moros y Cristianos: he sido capitán, soy embajador suplente de la comparsa, y he sido pregonero este año. Ahora tengo muchas ganas de conocer las fiestas de aquí de Petrer, que se celebran justo después de las de mi pueblo.
«Cada vez veo más grupos de jóvenes que se interesan por la iglesia»
¿Qué visión tienes de la iglesia actual, crees que ha evolucionado a la par de la sociedad?
Creo que la iglesia sí evoluciona, pero no podemos caer en el peligro de pensar que tenemos que dejarnos llevar por la sociedad. Tenemos un mensaje que es el del Evangelio y la iglesia evoluciona para bien cada vez que vuelve de verdad a ese mensaje. En él se habla del amor, del perdón, de la misericordia, de la paz o de la caridad.
¿Crees que ese contenido cala en la sociedad en general y en los jóvenes en particular?
En estos últimos años estoy percibiendo un despertar. Veo grupos de jóvenes en la iglesia, que hace ocho o diez años no había. Con la edad nos acomodamos, y son ellos los que tienen las ganas de cambiar el mundo. Esa sed la encuentran en estos grupos que surgen en medio de su círculo, en el que ser cristiano es complicado. Hay mucha fuerza en el mundo de los jóvenes.