El Ayuntamiento intensifica los trabajos de mantenimiento y los tratamientos antiplagas y de desratización como ejes de una estrategia coordinada. La limpieza de contenedores y el refuerzo en el alcantarillado se alían con un control de plagas mensual, donde la colaboración ciudadana es clave para el éxito del plan.
La salud pública y el correcto estado de los espacios comunes se han convertido en una prioridad para Alfafar. Desde el consistorio se impulsa una labor constante que abarca desde la limpieza viaria hasta el control de plagas, dos áreas que, según sus responsables, trabajan en permanente sinergia para garantizar el bienestar de los vecinos.
Lejos de ser actuaciones puntuales, el plan municipal se basa en la persistencia. La concejalía de Sanidad mantiene un contrato con una empresa especializada que realiza tratamientos de desratización y desinsectación todos los meses, asegurando una cobertura continua y adaptada a las necesidades del momento.
Un control mensual y persistente
Esta frecuencia mensual supone un refuerzo clave. La concejala Amparo Sanjuán explica que antes los tratamientos eran trimestrales, pero «llegó un momento que no hacía el efecto que necesitábamos». Por ello, se decidió pasar a un calendario más intensivo para obtener mejores resultados y mayor tranquilidad.
Después de la dana, fue necesario realizar un esfuerzo extraordinario. Gracias a una subvención de la Diputación, se amplió la cobertura de los tratamientos, llegando a actuar tanto en propiedades privadas como en garajes. También se emplearon cañones para desinfectar posibles focos de bacterias en charcos y zonas de fango.
Aquel trabajo intensivo ha tenido un efecto positivo. Este año las quejas por mosquitos tigre han sido mínimas, aunque se ha detectado algún aviso más por cucarachas. Sanjuán asegura que «si entra alguna queja, automáticamente se hace un extraordinario», garantizando que la población esté cubierta por completo.
La limpieza constante es una de las mejores garantías para que los tratamientos contra las plagas sean efectivos
Tratamientos más respetuosos
Además, existen actuaciones preventivas en zonas sensibles. Durante la siega del arroz, por ejemplo, se crea una barrera sanitaria en el perímetro con la marjal, para minimizar la llegada de roedores que huyen de la maquinaria.
Para garantizar la máxima eficacia se emplean productos respetuosos con el medioambiente. La edil recuerda que la normativa europea busca proteger la salud, por lo que el objetivo «no es el exterminio, es el control de plagas». Esto obliga a ser más constantes para lograr el efecto deseado.
Dentro de esta estrategia, la limpieza de los nuevos contenedores de superficie juega un papel fundamental. Su mantenimiento es ahora más ágil en comparación con los antiguos depósitos soterrados, que ralentizaban la higienización.
El tratamiento antiplagas ha pasado de trimestral a mensual para dar un mejor servicio
Limpieza, el gran aliado
El concejal de Mantenimiento, Antonio Paniagua, se muestra orgulloso del cambio, realizado en un momento crítico. Destaca que Alfafar fue «uno de los primeros pueblos dana» que tuvo sus nuevos contenedores en funcionamiento, gracias a un esfuerzo enorme por parte de los equipos técnicos y las empresas.
Estas labores se realizan con agua a presión y productos específicos. La limpieza constante es una de las mejores garantías para que los tratamientos contra las plagas sean efectivos, al eliminar uno de sus principales focos de atracción.
Aunque existe una periodicidad establecida, la actuación es constante. Si se detecta una incidencia por el aviso de un vecino o por un acto incívico, se actúa de inmediato.
«En cuanto caen cuatro gotas estamos ya con las botas de agua» A. Paniagua
Foco en los imbornales
Otro de los frentes de trabajo es la limpieza de imbornales, una problemática histórica. Paniagua lo describe gráficamente: «en cuanto caen cuatro gotas estamos ya con las botas de agua». Por ello, se intensifican las tareas, sobre todo antes de la temporada de lluvias.
Dicha labor se realiza en estrecha colaboración con Hidraqua. El concejal explica que existe una gran sinergia: «Donde no llegan ellos (con maquinaria pesada) llega Hidraqua, y donde está la mano de obra estamos nosotros», asegurando una cobertura total.
Se ha puesto especial hincapié en las zonas más afectadas por la dana, como Alfalares y Orba, pero los trabajos se extienden por todo el municipio, atendiendo siempre las necesidades reales y urgentes que puedan surgir.
La colaboración es la clave
El éxito de estas medidas, tanto de limpieza como de control de plagas, depende en gran medida de la ciudadanía. Antonio Paniagua afirma estar «súper orgulloso de mis vecinos», ya que la comunicación es constante. «El teléfono no para porque está el típico vecino que te dice: Toni, en la calle tal tienes esto», celebra.
Ambos ediles coinciden en la importancia del civismo. Sanjuán advierte que dejar las bolsas de basura fuera del contenedor «hace sucio y, dos, prolifera que haya un roedor o insecto». Un simple gesto que puede echar por tierra un gran esfuerzo.
Finalmente, se anima a los vecinos a seguir informando sobre cualquier incidencia. Los canales son múltiples y accesibles: desde el registro de entrada hasta las redes sociales, pues cada aviso es una herramienta para actuar con mayor rapidez y eficacia.