Entrevista > Pau Ballester / Músico (València, 3-diciembre-1965)
Pau Ballester confiesa que sus inicios musicales fueron muy diferentes a los tradicionales, pues cuando era pequeño en València ciudad no había bandas de música, “mientras ahora, afortunadamente, hay cerca de treinta, distribuidas por los distintos barrios”.
La percusión, casera al principio, ya le llamaba la atención, “mediante cacerolas”. Vivía además cerca de la Cruz Roja y escuchaba cómo ensayaba la banda de cornetas y tambores: “ese sonido se me fue impregnando, poco a poco”, indica.
“Mi madre, una apasionada de la música, me inyectó su amor por el violín, instrumento que toqué dos años”. Tras formarse, la trayectoria de Pau ha sido imparable, cofundando el grupo ‘Amores’ en 1989 y ejerciendo de speaker del Levante UD desde hace treinta temporadas.
¿Cuál fue tu primera banda?
La de Rafelbunyol, con doce años. Poco después me pasé a Albuixech, también porque su director -Pascual Balaguer- era percusionista. Se puede decir que con él comenzó mi carrera.
«En ‘Amores’ Jesús ‘Chapi’ improvisa, Àngel es más clásico y yo intento ser más creativo»
¿Qué te ha proporcionado la percusión?
Es un instrumento que nace del alma. Junto a la voz es el más antiguo de todos, y tiene un componente singular, pues el atrevimiento y la creatividad va ligado al percusionista. Así es mi carácter, también un modo de entender la vida.
¿Por eso fundasteis ‘Amores’?
Una vez finalizados mis estudios en el Conservatorio Superior de València me trasladé a Würzburg (Alemania), para seguir formándome en un posgrado. A la vuelta coincidí con los tres compañeros que fundamos ‘Amores’, en otoño de 1989.
Los creadores fuimos cuatro (Joan Cerveró, Jesús Salvador ‘Chapi’, Àngel García y yo), aunque Joan se desvinculó del grupo tres o cuatro años después. Somos como un matrimonio, sin jamás discutir entre nosotros (ríe): nos complementamos unos a los otros.
¿Cada uno está especializado en una percusión distinta?
‘Chapi’ hace más improvisación, Àngel es más clásico y yo, amante de la música antigua, intento ser más creativo.
¿Recuerdas algún concierto con mayor cariño?
Uf, ¡han sido tantos!, por todo el mundo. Hemos estado en tres ocasiones en Estados Unidos, en la Convención Mundial de Percusión, siendo el primer grupo español en ser invitado a ese certamen. Asimismo, hemos actuado en Argentina, Corea, México…
Estoy muy satisfecho. Los músicos somos muy afortunados, porque nunca tenemos la sensación de estar trabajando, sino que hacemos algo que nos apasiona.
«Pronto estrenaremos ‘Concierto de la nada’, un homenaje a los que ayudaron tras la dana»
¿Tenéis en marcha un nuevo proyecto?
Pronto estrenaremos ‘Concierto de la nada’, en conmemoración de que fuimos de los afectados por la dana, al ubicarse nuestro estudio en Llocnou de la Corona. Perdimos la mayor parte de nuestro material, la historia del grupo, el archivo, con más de 2.000 partituras…
Durante ese concierto no emplearemos instrumentos convencionales, debido a que ‘en teoría’ no tenemos, lo perdimos ese 29 de octubre de 2024. Algunos los hemos intentado recuperar del fango, otros han sido imposible.
¿Es cierto que será en un coche?
La idea era coger uno de los que se llevó la tragedia, pero tuvimos que descartarla. Al final un escenógrafo nos ha construido uno desde cero, una imagen muy impactante, pues alberga varios de los utensilios que los voluntarios utilizaron. El concierto es un homenaje a ellos, que tanto nos ayudaron.
¿Colaboras en algún grupo más?
También soy el percusionista de ‘Capella dels Minitrers’, liderada por Carles Magraner, desde finales de los ochenta. He grabado con ellos más de sesenta discos, una barbaridad.
Hablemos de tu faceta como speaker del Levante.
Surgió por una casualidad. Mi hermano tenía un amigo en la directiva del club, en un partido nadie que se encargaba de la megafonía y nos lo propusieron, en una liguilla de ascenso. Era la temporada 1994-1995 y desde entonces soy la voz del Levante.
El pasado año, después de treinta años en el puesto, me hicieron un homenaje precioso en el Estadi Ciutat de València.
«Como seguidores del Levante tenemos una idiosincrasia muy particular, la de ir a contracorriente»
¿Crees que la afición granota es de las más pasionales?
La nuestra tiene una idiosincrasia muy particular, que es la de siempre ir contracorriente. Ser del Levante es también una forma de vida, como mencionaba de la percusión, de afrontarla con una cierta resiliencia.
Debemos luchar contra todos los elementos, y sobrevivir a ellos. Así llevamos 116 años, porque recordemos que somos el club decano de la Comunitat Valenciana.
¿De qué modo animas?
Mi estilo es más clásico, imprimiendo -como el resto de los componentes de la entidad- una identidad propia, nuestra mayor fuerza. Ese sello se lo hemos impuesto al estadio, a los aficionados, y es mi forma de desarrollar mi trabajo.
Te habrá pasado de todo.
En un partido de Copa contra el Tenerife ¡me expulsó el árbitro! (ríe), después de hacer una serie de aspavientos. Fue hace muchos años, no recuerdo el nombre del colegiado.
Por último, ¿nos vamos a salvar?
Estoy convencido que sí.