Este mes de noviembre celebramos nuestra gala espectáculo homenaje anual a aquello más relevante y destacado. Si el año pasado fue el turno del Misteri, el homenaje en 2025 será a las bandas de música de la Comunitat Valenciana.
En la Comunitat
Lo cierto es que ojalá todo fuera música, pero la realidad es bien distinta. Solo hay ruido tanto a nivel autonómico, como nacional e internacional.
Si empezamos por lo más cerca de casa evidentemente nos tenemos que ir al aniversario de la dana, esa enorme tragedia que asoló parte de la provincia de València hace un año.
Vamos a dejar al margen el dolor lógico y comprensible de las víctimas, que es algo natural como lo tenían las que lo eran por los atentados de ETA o cualquier otra persona que pierda a sus seres queridos. Contra eso poco se puede hacer, porque no hay consuelo.
Pero si nos vamos a la frialdad de lo ocurrido el ruido no está dejando ver lo qué se pudo evitar para poner soluciones. Resumiendo, la realidad es que hubo un desastre provocado por unas lluvias nunca vistas, que descargaron muchísimo más de lo que pronosticaba la propia Aemet; también se descartó en su momento realizar la presa en Cheste, que algo habría reducido la riada.
Tampoco estuvo a la altura la CHJ, que no se fijó en el Barranco del Poyo hasta las 18:45 h del 29 de octubre y no avisó al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi), como declaró su presidente ante la jueza que instruye el caso.
La alarma
Luego está la base de todo el conflicto ciudadano. El lanzamiento de la alarma, que evidentemente se tendría que haber producido antes. No obstante, habría que haber visto las consecuencias. La población hace un año ni conocíamos ese sistema, te llega la alerta, ves que no está cayendo en donde estás ni una gota, y lo primero que la mayoría haría es coger el coche para intentar llegar a casa, por ejemplo. La tragedia podría haber sido incluso mayor.
En cualquier caso, realmente al final todo el ruido se ha quedado alrededor de Carlos Mazón, por un error de principiante: no decir la verdad. No es realmente el responsable de todo lo anterior, pero sí como presidente de la Comunitat Valenciana, y por moralidad, tendría que haber actuado rápido y sus declaraciones deberían haber sido claras y transparentes desde el minuto 1.
Los ciudadanos esto lo suelen llevar muy mal. Podemos remontarnos a las elecciones nacionales de 2004, cuando la insistencia del PP con decir que el atentado del 11-M, unos días antes de votar, era cosa de ETA, sin fundamento, provocó que Mariano Rajoy, que en todas las encuestas salía como vencedor absoluto, perdiera ante José Luis Rodríguez Zapatero, y por un amplio margen (48,86% de los votos frente al 41,71).
A nivel nacional
Aquí también estamos enfrascados en el ruido. Si nos basamos nuevamente en la situación política la lógica dice que hay que celebrar elecciones. La parte fundamental: no hay presupuesto, que es una obligación constitucional -al menos presentarlos- y así llevamos tiempo. De hecho, los actuales son de la anterior legislatura y aprobados por otro parlamento.
Y es que no tener presupuestos lo definía muy bien Pedro Sánchez en su día, “es como si tienes un coche pero no gasolina”, y además hace que los ciudadanos perdamos la fiscalización de las cuentas del Estado. A todo ello hay que añadir que el gobierno progresista (aunque actuara siempre con el beneplácito de la ultraderecha independista catalana de Junts) ya sabe, y así se ve votación tras votación, que no cuenta con los apoyos suficientes.
Hasta aquí la lógica democrática: si no se puede gobernar, se pasa la voz al pueblo y que decida.
Los juicios
Y luego estamos en el ruido que no permite ver la política real. Aparte de la anomalía de que un fiscal general, que debe ser el defensor de la justicia, esté acusado por el Tribunal Supremo y no sea capaz de dimitir, están todo el resto de casos de los que hablamos más que de nuestras necesidades.
Que si la mujer del presidente del Gobierno, su hermano, el novio de Ayuso, Koldo… Es cierto que da mucha difusión, es como la ‘prensa rosa política’, y que de ser cierto debe recaer sobre quien corresponda el peso de la ley, pero solo sirve para que todos hablemos de lo que cada día sacan los medios de comunicación, que además cada uno solo mira lo que dicen ‘los suyos’. Realmente no hay, ni habrá más, hasta que no existan sentencias.
Por supuesto si lo ocurrido es cierto, incluyendo financiaciones ilegales, deben pagar por ello… evidentemente. Pero que realmente nos afecte en nuestro día a día, pues muy poco, salvo para desviar la atención de las verdaderas necesidades diarias como el correcto estado de las infraestructuras, la mala y cada vez más deficiente atención sanitarias, y un larguísimo etcétera.
Nobel de la paz
Concretamente con ese personaje, que se concedía a si mismo el Nobel de la Paz, Donald Trump, lo que hay es mucho ruido y poca cabeza.
Se va haciendo galante de resolver todo, dejando luego las cosas a la suerte de cada uno. En Gaza siguen muriendo y sin llegarles las ayudas más básicas, como las alimenticias, e Israel ha armado a grupos para provocar allí una guerra civil.
En Venezuela, un régimen dictatorial e ilegítimo al no haber demostrado su victoria en las urnas, Trump está matando a personas solo porque supuestamente, según ellos y sin más demostración, son narcotraficantes. Es más que cuando mandaban sin juicio ni derechos a Guantánamo a la gente por decir que eran terroristas.
Ahora volvemos a la ‘guerra fría’ y Rusia y EEUU se ponen a hacer demostraciones de su fuerza nuclear, algo que esperemos que sea de nuevo solo eso, ruido.
								

















