Entrevista > Miguel Bailén / Campeón nacional de Billar (Paterna, 13-julio-1958)
Aunque pueda pasar desapercibido en su propio barrio, sería difícil encontrar un deportista más laureado. Campeón autonómico nueve años seguidos, actual número dos del ranking nacional, y con más de cien títulos en su palmarés, ha dedicado buena parte de su vida al billar francés o de carambolas. Su trayectoria comenzó en unos recreativos de barrio y hoy, después de décadas de triunfos, es impulsor y alma del nuevo Club de Billar Paterna Vicente Liern.
¿Cómo empezó tu relación con el billar?
A finales de los sesenta, abundaban los recreativos con futbolines, mesas de ping-pong, billar… y era el lugar donde pasábamos las tardes los chavales. En ‘El Palomet’ de Enrique Solaz, promotor del billar en Paterna, fue donde empecé a jugar. El padre de un amigo vio que no lo hacía mal y me dijo “en Paiporta han montado un club y hay un maestro que te podría enseñar”, y así me puse en manos de Luis Tarazona.
¿Qué recuerdas de esos primeros entrenamientos?
Luis me dijo que debía olvidarme de todo lo que sabía porque había adquirido muchos vicios de juego. Me costó mucho e incluso llegué a desanimarme. Pero él insistía: “ten constancia, los resultados no tardarán en llegar”. Y así fue. A los dos años me proclamé subcampeón de España juvenil en Bañolas, Gerona, y después, campeón de España en Elda.
Años después le dedicaste un torneo muy especial a tu maestro.
Cuando Luis Tarazona falleció, quise rendirle homenaje organizando un torneo itinerante con su nombre. Recorrimos muchísimos clubes de la Comunidad Valenciana. Lo sufragué de mi propio bolsillo y fue un agradecimiento personal a quien me enseñó la técnica.
Tu carrera tuvo un largo paréntesis.
Vino el servicio militar y, después, me casé muy joven. Nació mi primer hijo y tuve que centrarme en la familia. Además, por motivos laborales tuve que cambiar de oficio y para poder atender a mi familia dejé de competir. Fueron quince años sin jugar ni entrenar. Fue una renuncia personal importante, porque el billar era mi pasión.
«Lo que aprendes en la mesa sirve para el juego… y para la vida»
¿Requiere equilibrio entre deporte y vida personal?
Mi maestro me dio un consejo que siempre he seguido: “esto engancha, pero no descuides tu trabajo ni tu familia”. El billar exige mucho tiempo, concentración y constancia. Hay compañeros que no han sabido priorizar y han tenido problemas. Yo he intentado no cometer ese error. El billar es muy importante para mí, pero mi familia siempre ha estado por delante.
¿Practicas varias modalidades?
Juego todas las modalidades de carambola, el llamado billar francés, aunque destaco en el cuadro 47-2. También juego 71-2, banda, libre y tres bandas. Se complementan entre sí y dominar una modalidad te ayuda a entender mejor otra. A diferencia del billar americano, que tiene troneras, en el billar francés se juega con tres bolas en mesas sin troneras.
Detalla qué te engancha de este juego.
La sensación de dominio sobre las bolas es algo indescriptible. Antes de tirar tienes que visualizar el recorrido de las tres bolas, decidir la fuerza, el efecto, el ángulo… y cuando sale como lo has imaginado, es muy gratificante. Además, al obligarte a concentrarte, te libera de cualquier preocupación externa.
«Cuando todo sale como lo imaginaste antes de tirar, la sensación es indescriptible»
Parece una escuela de valores…
Exactamente. El billar me ha enseñado disciplina, constancia, autocontrol, serenidad y concentración. Me ayudó a madurar más rápido. Incluso en los años en que no jugué, lo aprendido en la mesa me sirvió en mi trabajo y en mi vida personal. Por eso lo amo tanto y le estoy tan agradecido.
Tienes más de cien títulos. ¿Qué significa ese palmarés?
Cada trofeo representa esfuerzo y constancia. Cuanto más compito, más nervioso me pongo, y sin esa tensión no juego igual. Aunque a veces pienso en relajarme y competir menos, no puedo. El billar me atrae mucho. Pero también siento que ahora mi papel debe ser transmitir lo aprendido.
Y ahí entra en juego el nuevo Club de Billar Vicente Liern.
Así es. Llevará el nombre de un pionero y maestro de este deporte en Paterna. Hace unos años ya intentamos crear un club en Paterna, pero no fue posible por cuestiones económicas. Ahora, con más apoyo e ilusión, estamos convencidos de que este proyecto saldrá adelante con ayuda del Ayuntamiento. Contamos con más de un centenar de personas detrás y serán muchas más.
«Tuve que renunciar quince años al billar, pero nunca lo olvidé»
¿Por qué es importante este proyecto para la ciudad?
Es importante porque lo pueden practicar personas de todas las edades. Tenemos jugadores de más de noventa años. Y si conseguimos conectar con la juventud, será un tesoro para el municipio. Queremos transmitir sus valores. Si el Ayuntamiento facilita el espacio, los socios podemos encargarnos del mantenimiento.
¿Cuál será tu papel?
Me encargaré de dirigir la escuela en las modalidades de serie. Además, tengo el título de monitor de billar y también soy árbitro nacional. Siempre me he preocupado por formarme para enseñar correctamente y conocer el billar en todas sus facetas.
¿Qué necesita un joven para empezar a practicar?
Al principio basta con una hora por sesión. Los progresos se notan rápido. A nivel federativo hay ligas y campeonatos de septiembre a junio. La Federación Valenciana de Billar tiene un gran potencial, es la segunda más importante de España.




















