Entrevista > Sergio Brotóns / Actor (Novelda, 13-noviembre-1981)
Pocos hubieran apostado que Sergio Brotóns -atleta en su juventud- acabaría dedicándose a la interpretación, y mucho menos en Madrid, donde reside desde hace tres años. Pero lo ha logrado, también porque considera que no hay edad para llevar a cabo tus sueños.
Su imponente físico y carácter afable le condujo a hacer oposiciones para Policía Local, función que desarrolló dieciocho años en nuestro municipio. “Amo Sant Joan, ahora desde la distancia”. En la capital, de hecho, cuenta con una sala propia ‘El Garaje del Actor’, donde desarrolla algunos proyectos.
“Sigo trabajando como policía, porque es complicado vivir de la actuación, es una profesión demasiado volátil”, resume. Ha participado en diversas funciones, como nos detallará, y anhela hacerlo en una película importante, está convencido que esa oportunidad llegará.
Te hiciste actor por…
De pequeño me gustaba la actuación, hice alguna obra en el colegio, aunque no es fácil y me decanté por un trabajo estable. Empecé a estudiar interpretación en 2012, en la Escuela Municipal de Alicante, bajo la tutela de Amor Zapata, profesora que ahora ejerce en Sant Joan.
Ella me motivó y alentó, casi desde el primer instante, escogiéndome como protagonista de la función que representamos a final de curso, ‘Marat Sade’. Fue el inicio de todo.
Pero ya contabas con más de treinta años.
Hay cosas en esta vida que no tienen edad, más si son sueños que deseamos cumplir. Considero, de hecho, que ningún trabajo debería estar limitado por los años de uno. Ya no existe en la Policía, por suerte.
¿Pronto empezaste a actuar?
Tras mi primera obra pensaba que nadie me llamaría, pero me equivoqué. ‘Epidauro Teatro’ se puso en contacto conmigo y de ahí conocí a José Vicente Soriano y Paco Pando, dramaturgo.
Aprendí muchísimo de Paco, quien me insistía que no parara de leer. Continué formándome, y aparecieron en mi vida Ángel Puado, Alejandro Díaz o Fele Pastor, que fueron introduciéndome en teatro y cine. Aparecí en varios cortos y en 2021 pensé que era el momento de probar en Madrid.
«La experiencia hace que me ponga menos nervioso, pero sigo estando inquieto, sobre todo en el estreno»
¿Debutaste en el cine en ‘Nueve bares’?
Una película de 2016 dirigida precisamente por Ángel Puado. Tenía un papel relevante, siendo un film coral con veintidós protagonistas (Morgan Blasco, Eric Francés, Fele Pastor…).
¿Qué hormigueo sientes cuando dicen ’acción’?
En los dos últimos años he actuado sobre todo en salas pequeñas -obras como ‘Dos hombres en pijama de cuadros’, por ejemplo- y esa experiencia ha hecho que me ponga menos nervioso, aunque sigo sintiendo inquietud, especialmente el día del estreno.
¿Es cierto que cada función es diferente?
Por supuesto. Escuché una vez a Josep Maria Pou, gran actor, decir que “el público está en nuestras manos”, coincido plenamente con él. Si está conmovido, debes controlar esa emoción, procurar que se mantenga un buen ambiente. En cambio, si está más silencioso o sobrio es tu labor que vaya a más.
Sin duda, las emociones del público están en manos del actor o actriz, algo que es una maravilla si lo sabes trabajar bien.
«Soy un actor de cocción lenta, como unas buenas lentejas que no se comen hasta que tengan ese punto bueno»
Con trece años de experiencia, ¿qué actor eres?
Ahora, por culpa de las redes sociales, cualquiera que actúe -aunque sea mínimo- ya se considera actor. Empecé en 2012, pero hasta tres años después no sentí que lo era.
Pienso que soy un actor de cocción lenta, como unas buenas lentejas que no se comen hasta que tengan ese punto bueno.
¿Ya lo haces bien?
Creo que ahora ya sí, tras vivir en Sant Joan dos momentos únicos, uno cuando el público se levantó al unísono a aplaudir al final de la obra ‘Un tenorio a cuatro voces’. Ese tipo de hechos son otro nivel para un actor.
¿Qué es ‘El Garaje del Actor’?
Una pequeña sala, para unas 35 personas, que compré en agosto y lleva abierta apenas unas semanas. Bajo mi perspectiva autodidacta, no puedes estar esperando la gran oportunidad de tu vida, sino hacer cosas menores que te permitan estar preparado para ese momento.
Hemos estrenado la mencionada ‘Un tenorio a cuatro voces’, además de ‘Random Party’, ‘Pretérito imperfecto’, ‘Sin salida’ o ‘La valentía’.
«En Sant Joan viví dos momentos únicos; uno cuando el público se puso en pie al finalizar ‘Un tenorio a cuatro voces’»
¿Cuáles van a ser las siguientes?
‘Teatro breve’, de los hermanos Álvarez Quintero, ‘Ganas de reñir’ y ‘Una viga a 39 metros sobre el nivel del mar’, una comedia maravillosa. En breve surgirán nuevos proyectos, todo a su debido tiempo.
¿Te sientes un privilegiado?
Me han pasado tantas cosas buenas como malas, porque levantar un proyecto como el del teatro es complicado, ¡he llorado mucho! Pero soy optimista, porque me suceden más situaciones positivas; tengo asimismo representante, algo nada sencillo en mi profesión.
¿Cuándo Sergio Brotóns en una gran película?
No lo sé, aunque estoy seguro de que ocurrirá.





















