La reconstrucción de Alfafar ha dejado de ser un proyecto sobre el papel para convertirse en una realidad tangible que avanza por fases.
El municipio ha entrado en una etapa crucial de su recuperación urbana. El consistorio ha puesto en marcha una estrategia integral dotada con 16 millones de euros. Esta inversión, que combina fondos propios y financiación europea, busca redefinir las infraestructuras locales con criterios de sostenibilidad.
Alfalares y Orba, prioridades
Uno de los epicentros de esta gran transformación se sitúa en el Barrio Orba y la zona de los Alfalares. Las memorias técnicas para recuperar sus zonas verdes, parques y áreas infantiles ya cuentan con la aprobación definitiva del Ministerio. Hablamos de una partida de siete millones de euros destinada exclusivamente a devolver la vida a estos espacios de convivencia vecinal. El trámite de adjudicación de los proyectos técnicos es el siguiente paso inmediato.
La intervención en Orba no se limitará a replantar árboles o cambiar columpios. El plan contempla una reingeniería del suelo urbano para gestionar el agua de lluvia de forma inteligente. Se implementarán pavimentos drenantes y los denominados Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS). Estas soluciones innovadoras permitirán filtrar el agua in situ, evitando que se acumule en superficie.
Se estima que el municipio podrá acceder a una horquilla de entre 5 y 15 millones de euros de fondos europeos
Corredores verdes
Una de las apuestas más ambiciosas es la creación de avenidas verdes ajardinadas. Estas nuevas vías no solo embellecerán el entorno, sino que funcionarán técnicamente como corredores naturales de drenaje.
Su función será doble: gestionar el agua pluvial y, al mismo tiempo, resolver una demanda histórica de la ciudadanía. Conectarán, por fin, la parte este y oeste del municipio de manera amable y transitable.
La avenida de Orba, junto con las calles Manuel Baixauli y Andrés, serán los primeros escenarios de esta metamorfosis. Allí se ejecutarán obras de ‘laminación de aguas’ para reducir drásticamente el riesgo de inundación.
El edificio Clara Campoamor será rehabilitado integralmente bajo una premisa de sostenibilidad y protección
Conexión total
Históricamente, la separación física que han sufrido los distintos núcleos de Alfafar empezará a diluirse gracias a estos ejes verdes. Se busca coser la trama urbana para que el municipio funcione como un todo cohesionado.
Paralelamente, los técnicos municipales ultiman los informes sobre las zonas verdes del centro urbano. La previsión es que estos documentos sean validados antes de cerrar el año, completando el mapa de actuaciones. Pero la recuperación no solo mira a los parques. La red viaria, el esqueleto sobre el que se mueve el pueblo, está siendo sometida a un diagnóstico exhaustivo sin precedentes.
La empresa Ingenierías SMC está desplegando sus equipos sobre el terreno para evaluar el estado real de las calles. Se analiza cada metro de asfalto, el estado de las aceras y, sobre todo, la red de alcantarillado. Los trabajos de campo son vitales para detectar daños ocultos en el subsuelo. Ya se están ejecutando reparaciones de urgencia en colectores y sistemas de saneamiento que resultaron afectados.
En breve, la maquinaria pesada intervendrá en las vías más dañadas para renovar el pavimento. El objetivo es garantizar la accesibilidad y devolver la normalidad al tráfico rodado lo antes posible.
Una de las apuestas más ambiciosas es la creación de avenidas verdes ajardinadas
Fondos europeos
Para financiar este despliegue de obras, Alfafar se apoya en los fondos europeos EDIL-DANA. Se estima que el municipio podrá acceder a una horquilla de entre cinco y quince millones de euros de esta línea de ayudas. Estos recursos externos se destinarán específicamente a proyectos que fomenten la resiliencia y la cohesión urbana. Es la garantía económica que permite acometer obras de esta envergadura sin hipotecar las arcas locales.
El plan de recuperación introduce también un nuevo concepto en los equipamientos públicos: el refugio climático. El edificio Clara Campoamor será rehabilitado integralmente bajo esta premisa de sostenibilidad y protección. Se convertirá en un espacio seguro donde centralizar servicios municipales, diseñado para resistir y proteger a la población ante olas de calor o temporales. Pero no será el único edificio de estas características.
En la zona de Reyes Católicos se proyecta la construcción de un nuevo edificio polivalente. Su diseño incluye una particularidad técnica relevante: será un ‘refugio elevado’, adaptable para usos culturales y educativos.
Mirada al futuro
Esta red de edificios seguros marca un antes y un después en la planificación local. Alfafar se prepara para un futuro donde la arquitectura pública debe servir también como escudo ante la adversidad climática. Sin embargo, el ritmo de la reconstrucción no es uniforme. Desde el Ayuntamiento reconocen que existen dos velocidades en la llegada de las ayudas, lo que complica la gestión diaria de las expectativas vecinales.
Y es que, mientras la financiación europea y el apoyo técnico fluyen según lo previsto, la respuesta estatal se percibe más lenta. Pero, a pesar de los retrasos burocráticos nacionales, el consistorio ha decidido no detener la maquinaria. La prioridad es ejecutar las obras con los recursos disponibles y la financiación europea ya confirmada.
La reposición de infraestructuras básicas como el alumbrado y el riego no admite esperas. Son servicios esenciales que afectan a la calidad de vida diaria y que se están renovando con criterios de eficiencia.
Alfafar avanza, paso a paso, hacia su reactivación total. Con las máquinas trabajando y los proyectos aprobados, el municipio empieza a vislumbrar el final del túnel y el inicio de una etapa más verde y resiliente.


















