Entrevista > Óscar Mayordomo Jiménez / Coordinador técnico Club Joventut Básquet Xàbia (Xàbia, 9-octubre-1984)
El Club Joventut Xàbia es una institución fundamental en el tejido deportivo local. Aunque su fundación oficial data de 1984, sus raíces se hunden hasta finales de los años sesenta. Celebrando su cuarenta aniversario, la entidad vive un momento dulce equilibrando la formación en valores con hitos deportivos históricos.
Cumplís cuarenta años de historia oficial, pero los orígenes del baloncesto en el municipio van más allá. ¿Cómo recordáis esos inicios?
Los fundadores del club ya empezaron a reunirse años antes para jugar en la antigua pista del Grabuy. Todo surgió de ese sentimiento por el deporte unido a la filosofía que se creó en Badalona.
La Penya es vuestro gran espejo. ¿Hasta qué punto la identidad del club bebe del histórico equipo catalán?
Son nuestra referencia absoluta, tanto en los colores verdinegros como en el nombre. Pero sobre todo nos inspiramos en su filosofía de trabajo. A excepción de su primer equipo profesional, ellos trabajan la base de una forma que nosotros intentamos replicar aquí. Si destacamos por algo, es por intentar formar buenas personas y buenos jugadores.
Ese concepto de formación integral, ¿ayuda a generar un sentimiento de pertenencia cuando llegan a senior?
Totalmente. Buscamos conseguir ese sentimiento de familia, de unión y de club. Es algo que siempre destacamos porque nuestros logros se han conseguido con gente de aquí. Obviamente viene gente de fuera y todo el mundo es bienvenido, pero la base local facilita dar continuidad y que el proyecto esté tan asentado en Xàbia.
El Memorial Miguel Buigues es una fecha ineludible en vuestro calendario. ¿Qué simboliza para la entidad?
Llevamos 37 ediciones y da nombre al pabellón. Es un día muy bonito porque muchísima gente vinculada al básquet de Xàbia durante estos cuarenta años vuelve a la pista. Se reencuentran amigos y excompañeros. Mantener viva esa llama y ese recuerdo es parte fundamental de lo que intentamos transmitir a las nuevas generaciones.
«Queremos que haya muchos chicos y chicas jugando, no buscamos que el resultado sea lo prioritario»
Vivimos tiempos de mucha presión en el deporte base. ¿Creéis que vuestra prioridad por la diversión os diferencia?
Sinceramente, creo que nos beneficia. Nosotros queremos que haya muchos chicos y chicas jugando, no buscamos que el resultado sea lo prioritario.
Entonces, ¿cómo reaccionan los padres ante esta propuesta alejada de la obsesión por la victoria?
Aquí queremos que aprendan, que tengan buenos valores y que conozcan la cultura del esfuerzo, pero sin obsesiones. Eso hace que la gente esté más tranquila. Obviamente hay generaciones con las que puedes competir más porque los chavales te lo demandan, pero la base es que se lo pasen bien.
Ver a jugadores de la casa triunfando fuera debe ser un orgullo y un efecto llamada.
En los últimos años muchos chavales han ido a jugar a otros clubes de niveles más altos de la Comunitat Valenciana. El trabajo de cantera se ha visto reflejado. Nos dan notoriedad ante otros clubes y demuestran que estamos trabajando bien la base.
«Si destacamos por algo, es por intentar formar buenas personas y buenos jugadores»
¿Ha habido un auge femenino en los últimos años?
Sin duda. Cuando entré de coordinador éramos un club eminentemente masculino, nos faltaban chicas por todas partes. Ahora hemos logrado dar estabilidad a la sección femenina, con equipos desde alevín e infantil hasta cadetes y juniors.
Había una inspiración histórica, pero recientemente habéis formalizado la relación con el Joventut de Badalona. ¿En qué consiste?
El año pasado, con motivo del cuarenta aniversario, nos pusimos en contacto con ellos. Al decirles que nos llamábamos Joventut Xàbia y vestíamos de verde y negro en su honor, la respuesta fue magnífica. Vinieron directivos de Badalona a nuestra cena de gala y firmamos un acuerdo de vinculación real.
¿Qué supone este acuerdo en el día a día de vuestros jugadores?
Realizamos un campus de verano aquí en Xàbia que fue un éxito, con 85 jugadores inscritos. Volveremos a realizarlo. Además, nos permite movernos y aprender de ellos. Cuando viene gente de un club tan importante, la calidad de nuestros entrenamientos sube y es una gran motivación para los chicos y chicas.
«Todo surgió de ese sentimiento por el deporte unido a la filosofía que se creó en Badalona»
De estos cuarenta años, si tuvieras que elegir un éxito deportivo reciente, ¿con cuál te quedarías?
Para mí, lo más importante fue conseguir que un equipo júnior masculino de Xàbia jugase en categoría Autonómica. Ver a una generación de doce chicos del pueblo compitiendo contra canteras de ACB fue increíble.
También el senior masculino ha vivido momentos muy dulces recientemente.
Sí, hace dos años, con la base de esos jugadores que lograron el ascenso en júnior, conseguimos jugar en la Primera División Nacional. Fue un paso tremendo. Jugábamos contra equipos donde todos cobraban, mientras nosotros lo hacíamos con gente de la casa. Competir ahí fue un orgullo enorme.
¿Sería posible dar un salto hacia la semiprofesionalidad o la estructura actual tiene un techo?
Ahora mismo lo veo inviable, principalmente por la estructura económica y de instalaciones que necesitas. Haría falta un pabellón propio, fisioterapeutas, preparadores físicos y mucha inversión en patrocinios.
¿Cuál es la hoja de ruta realista para los próximos años?
Nuestro objetivo es esperar tres o cuatro años a que muchos de los jugadores que ahora están fuera por estudios universitarios regresen a Xàbia. Si la vida les trae de vuelta, podremos juntar un bloque muy potente. Mientras tanto, seguimos trabajando la base para mantener el nivel competitivo.





















