Entrevista > Javier Gálvez Vidal / Músico (Orihuela, 7-febrero-1993)
A pesar de su corta edad, Javier Gálvez Vidal ya ha liderado tres bandas de música, siempre en nuestra localidad y con estilos totalmente dispar. Una vez instalado en València por estudios, volvió a contactar con Manu Espinosa -amigo de la infancia- para formar ‘Dunaviva’.
Después de sorprender con ‘Yermo’, ahora lo vuelven a hacer con su segundo trabajo, ‘Thalassa Therapeia’ (terapia de agua en griego). “Es un disco que me ha ayudado a sanar”, se sincera, mediante temas como ‘Vacío’ o ‘Te has dejado la luz encendida’.
Gálvez comenzó su andadura musical en el Conservatorio de Orihuela, aunque no le acabó de gustar, y optó por la guitarra, primero en la escuela de la tuna. “Tampoco era para mí”, reconoce, quien de mayor aprendió a tocarla de un modo autodidacta.
¿Cuáles fueron tus mayores influencias musicales?
En mi casa no se escuchaba mucho rock, estilo al que me introdujo mi tío Tomás, el hermano pequeño de mi madre, con el que me llevo pocos años. Me mostró varios grupos, entre ellos ‘Nirvana’, legendaria banda de Seattle liderada por Kurt Cobain, y algo cambió en mí.
Descubrí entonces la música que se hacía en los noventa, posiblemente la mejor de siempre.
Háblanos de Manu, tu otra mitad artística.
Íbamos a colegios diferentes y nos conocimos un poco de casualidad, patinando en una plaza de Orihuela. Hoy es como un hermano.
¿Ambos teníais inquietudes artísticas?
A los trece años fundé mi primera banda, ‘Untitled’, con los que ofrecimos numerosos conciertos, llegando incluso a ganar algún concurso. Manu, por su parte, comenzó con la batería y creó su propio grupo.
En cierto modo éramos rivales, había pique entre ambos grupos, aunque con Manu la relación siempre fue excelente.
«Comencé a interesarme por la música gracias a mi tío Tomás, quien me descubrió bandas como ‘Nirvana’»
¿Cómo siguió tu camino musical?
Ya en la universidad, disuelto ‘Untitled’, tuve una nueva banda, ‘Apagón 113’, un trío de rock punk -tipo californiano- y me incorporé como guitarrista a otra, ‘Fiel a Venus’, de metal experimental, compuesta por músicos oriolanos de mayor edad.
Ahora estamos en stand-by, parados, pero seguro que volveremos a tocar juntos en un futuro.
¿En qué momento fundasteis ‘Dunaviva’?
Tras distanciarnos ligeramente en la universidad, nos reencontramos en València, donde hice el máster de Ingeniería de Sonido. No tenía a nadie con quien tocar y le propuse unirnos, pero me costó, intuyo porque Manu llevaba años alejado de la música.
La idea siempre fue estar solos, sin nadie más, ambos cantando, Manu en la batería, yo con la guitarra. Así nació ‘Dunaviva’, en 2021.
¿Qué nombre recibió el primer disco?
‘Yermo’ (2022), grabado en Sant Feliu de Guíxols (Girona) con Santi García, productor de las grandes bandas de los noventa y principios de los 2000, aquellas que siempre nos fascinaron.
«Este segundo disco se llama así porque los temas están relacionados con el mar o se han compuesto cerca de él»
Ahora presentáis ‘Thalassa Therapeia’.
Se trata de un disco trabajado muy lentamente, por bloques, durante 2024, y recibe este nombre porque todos los temas tienen que ver con el mar o se han compuesto cerca de él. También es un disco que me ha servido un poco de sanación, por temas personales.
¿Igualmente las dudas, inquietudes y lamentos de vuestra generación?
Nosotros, como última parte de los Millennials, nos sentimos muy criticados. Varios temas del disco hablan precisamente de esa expectativa que había y no hemos llegado a cumplir.
Sin embargo, por supuesto que en nuestra generación hay gente válida y trabajadora. Vivimos en el mundo de las redes sociales -de la superficialidad y la inmediatez-, donde todo se expone, y quizás antaño había también ‘pasotas’, pero no se veían como a día de hoy.
¿De qué modo más vais a sorprender?
‘Thalassa Therapeia’ es un trabajo más maduro que ‘Yermo’, en el que realizamos un viaje de oscuridad, siempre buscando una luz. ‘Vacío’, uno de los temas principales, habla de no llegar a las expectativas que tus padres o tú mismo te impusiste de niño.
«‘Thalassa Therapeia’ es un trabajo más maduro en el que hacemos un viaje de oscuridad, buscando una luz»
¿Y ‘Te has dejado la luz encendida’?
Es una canción que escribí a un compañero de piso con el que discutí. Dejamos de vivir juntos y metafóricamente me refiero a que todavía hay algo en mí que sigue encendido, esa amistad que volvimos a recuperar.
¿Volvéis a tener influencias del grunge?
Exacto, y del midwest emo, un tipo de música que se hace en Estados Unidos. Es triste, emocional, por eso su nombre.
¿La acogida está siendo buena?
Estamos realmente contentos, sobre todo del primer concierto, celebrado el 15 de noviembre en ‘La Gramola’ de Orihuela, un espacio donde he tocado con todas mis anteriores bandas. Se trata de una sala fetiche para mí; sus dueños son como mis padres musicales.
También es verdad que llevábamos tres años sin actuar en nuestro municipio, ¡era el momento de volver!





















