Entrevista > José Claudio Guilabert / Francesc Cantò 2025 (Elche, 7-agosto-1990)
Desde niño vivió con sus padres y abuelos todo lo que representa ‘la Venida de la Virgen’ desde su barrio, el Raval. Ahora, convertido en padre, vive con orgullo una experiencia que define como un viaje de emociones, recuerdos y legado. Su testimonio refleja la fuerza de una devoción que pasa de generación en generación, y que mantiene viva la esencia de unas fiestas tan nuestras.
Lleva montando a caballo desde pequeño, es su deporte y su pasión, y ha creado un vínculo y una conexión con Nazareno (su caballo) que dice que es difícil de entender si no se experimenta.
¿Qué es para ti Nazareno?
Un caballo muy especial que me acompaña y al que me une un gran afecto. Los caballos en general tienen una sensibilidad que no tienen otros animales y estar con él me genera serenidad. Tengo otros, pero él es especial. Existen incluso terapias que se realizan con caballos sobre todo con niños con ciertas discapacidades. Se llama hipoterapia.
¿Ser padre influye?
Mucho. Antes tenía una yegua de deporte, una centroeuropea. Pero bueno, esos son caballos mucho más nerviosos. Y ahora, en esta etapa en la que también soy padre, quiero enseñar a mis hijos. Ya están aprendiendo, de hecho ya montan. Así que necesitaba un caballo como el español, como Nazareno que tiene muy buen carácter.
«Es una ilusión que tengo desde pequeño»
¿Tus caballos se comportan de forma diferente cuando están con otras personas?
Sí, por ejemplo, mis caballos y mis yeguas se comportan diferente cuando soy yo y cuando son mis hijos. Es curioso porque se muestran mucho más paternales y maternales que conmigo en su actitud hacia ellos.
¿Cuándo te propusieron encarnar a Cantó?
Bueno, yo hace tres años que estoy ya de suplente. Al final es una ilusión que tengo desde pequeño. Mi familia siempre ha estado muy vinculada a la Venida de la Virgen: mi abuelo, mi tío, mi padre…
El año pasado me lo propusieron porque el que estaba previsto, Jorge Esquembre no podía, y acepté encantado. Quiero darle las gracias por el apoyo a él, a Jesús Almagro, a Ricardo y a Oscar Gómez.
¿Qué recuerdos tienes de Cantó cuando eras niño?
Cuando era pequeño recuerdo ese día con mucha emoción. Desde los cinco o seis años ya decía que quería irme con mi padre al Tamarit, y mi madre me decía “Duérmete, que son las cuatro de la mañana, luego veremos a Cantó cuando vuelva”.
«Llevar nuestra tradición a los más pequeños es mi compromiso»
Forma parte de tus raíces por lo que veo.
Lo he vivido siempre, de comer rápido, bajarte a ver a Cantó, luego al huerto a ver a la Mare de Déu. Cuando no había romería, íbamos a velarla. Tener la posibilidad de ser Cantó es cerrar ese círculo y volver a mis raíces, a mi barrio, el Raval, a mi abuelo, a mi padre, a mis tíos…
Por eso imagino que ese día vas a sentir cosas muy especiales.
Nosotros, de pequeños, teníamos una esquina asignada. Nos decían “Vosotros os ponéis aquí” y veíamos cómo ellos se iban hacia la curva de la Bodega Amorós para ver si caía el caballo y Cantó. Era la zona de los mayores, y eso lo hacía muy especial.
¿Cómo te estás preparando?
Montar a caballo es mi deporte. Hago los mismos ejercicios que he hecho durante años. A veces nos dejan ensayar por las calles antes de la carrera, pero la clave está en conocer bien al caballo. Hay que tener en cuenta que puede asustarse con un movimiento o un ruido.
«Mi familia siempre ha estado muy vinculada a la Venida de la Virgen»
¿Vas a participar con tu propio caballo?
No. Los caballos que voy a sacar los conozco de hace años. El de la carrera será una yegua llamada Gabana.
¿Crees que el hecho de ser concejal añade una responsabilidad especial o una dimensión diferente?
Antes soy miembro de la Venida de la Virgen que concejal. Nací y moriré siéndolo. Ser concejal es algo temporal. No estoy aquí por política, sino por amor a la Mare de Déu y a las tradiciones de Elche. Mi compromiso es llevar nuestra tradición a los más pequeños y enseñarles a amar lo nuestro. Hemos visitado treinta colegios y se prueban el gorro, tocan el caballo, y aprenden a apreciar nuestras tradiciones.
¿Y te gustaría que tu hijo fuera Cantó algún día?
Él lo tiene clarísimo. Se piensa que su papá se va a la playa a vigilar por si vienen piratas. El otro día me dijo “Papá, yo de mayor quiero ser Cantó”. Y yo le contesté “Si tú lo quieres, lo serás”.
Este año la llegada será especial, con la nueva casa ya rehabilitada.
Sí. Estaba en manos de unos propietarios, y el alcalde Pablo Ruz y el vicealcalde llegaron a un acuerdo para su cesión. Desde Patrimonio y Espacios Públicos la hemos rehabilitado y ahora será museo.





















