Benjamín Serra / Cómico y creador de contenido
El periodista, publicista y relaciones públicas Benjamín Serra (Montcada, 18-diciembre-1987), se hizo viral en 2013 con una carta en Twitter sobre la falta de oportunidades laborales en España, que dio pie a su libro ‘Sobradamente preparado para limpiar váteres en Londres’.
Lo que no imaginaba entonces es que el confinamiento de 2020 sería la oportunidad perfecta para consolidarse como humorista en redes sociales. Durante años compaginó esta faceta con su trabajo en una agencia, hasta que la creación de contenido se convirtió en su empleo a tiempo completo.
Hoy suma más de 440.000 seguidores en Instagram y TikTok, plataforma que le escogió para presentar su entrega de premios en 2023. Además, su serie ‘Callejeros Benjeros’ es todo un éxito y él se siente preparado para explorar nuevos formatos, por lo que está escribiendo su propio espectáculo.
Para quienes todavía no te conocen, ¿quién dirías que es Benjamín Serra?
Un creador de contenido y cómico que cuenta historias basadas en la actualidad y en el día a día. Esa sería mi carta de presentación. Al final, si haces reír, independientemente del formato que escojas para ello, eres humorista y a eso es a lo que me dedico yo en redes.
¿Cómo fueron tus inicios en el sector?
Empecé a crear contenido hace tiempo, pero no tenía mucha repercusión. A finales de 2019 comencé a ser más constante y fue durante el confinamiento de 2020 cuando hubo un boom, no solo para mí, sino para muchos creadores.
«Las personas de la ‘terreta’ tenemos un humor un poco ácido y eso me influye»
¿Recuerdas qué pensaste?
Al principio no fui consciente del alcance. Me di cuenta cuando empezaron a pedirme fotos o saludarme por la calle; al principio creía que querían la hora y no sabía reaccionar. Aún hoy me sorprende que esto pase.
¿Crees que esa fama inesperada te hizo cambiar?
Ahora soy más prudente con lo que publico, pero mi forma de ser es la misma. Lo que sí he tenido es la oportunidad de hacer cosas que nunca habría imaginado como, por ejemplo, lanzar proyectos con marcas, ir a ciertos eventos o participar en un spot de televisión.
¿Ser de la ‘terreta’ influye en tu manera de contar las historias?
¡Creo que sí! Los valencianos tenemos un humor un poco ácido, quizá por la influencia de las fallas y esa crítica social que las caracteriza. No hago contenido polémico, pero a veces introduzco pequeñas observaciones sobre temas del día a día y es posible que mi origen se vea reflejado en los vídeos.
Antes trabajabas en una agencia, ¿hubo algún momento clave en el que decidiste dedicarte solo a crear contenido?
Durante años compaginé ambos empleos, pero llegó un momento en que era imposible. Trabajaba todo el día y por la noche escribía guiones; los fines de semana grababa y hasta pedía vacaciones para proyectos con marcas.
Cuando vi que podía ser económicamente independiente, decidí ponerme con esto al 100%, aunque sigo dando clases y formaciones por mi cuenta.
«Pensar, escribir, grabar y editar requiere más esfuerzo de lo que la gente ve»
¿Cuál es tu rutina ahora que esta es tu profesión a tiempo completo?
Tengo horario de oficina: de nueve a dos y de tres a seis escribo, grabo o edito, según el día. También estoy preparando el guion de un espectáculo en directo. Aun así, nunca desconecto, si se me ocurre algo por la noche lo apunto mientras veo la tele. Es exigente, pero lo disfruto muchísimo.
¿Tiene tu comunidad cierto papel en ese proceso creativo?
Me encanta hablar con mis seguidores: me cuentan anécdotas, me dan ideas y me piden que grabe en sus ciudades. A veces guardo propuestas que no uso al momento, pero meses después las recupero y las convierto en vídeos. Siempre intento responder porque aprecio mucho su ayuda e implicación y me gusta ser cercano con ellos.
‘Callejeros Benjeros’ se ha convertido en una especie de marca personal, ¿cómo nació la idea?
Estaba acostumbrado a grabar en casa y un día, durante un viaje a Lisboa con mi pareja, empezamos a imitar una mezcla entre Callejeros Viajeros y Equipo de Investigación. Cuando lo publiqué funcionó tan bien que pensé que tenía que seguir. Luego vinieron Toledo, València, Barcelona, Zaragoza, La Coruña, Roma, Praga, Ámsterdam, etc.
¿Qué es lo más complicado de este trabajo?
Reinventarse. Si haces siempre lo mismo se vuelve repetitivo, por eso siempre intento encontrar cosas nuevas que sigan mi línea, pero, al mismo tiempo, sorprendan.
Hay personas que opinan que crear contenido no es una profesión de verdad, ¿tienes algo que decir al respecto?
Suele bromearse con que no se ve lo que hay detrás, pero me gustaría hacer una distinción. No es lo mismo enseñar un conjunto o un producto que crear un contenido guionizado. Evidentemente, lo primero también lleva trabajo y cada uno hace lo que quiere y le funciona, pero pensar en ideas nuevas, escribirlas, grabarlas y editarlas requiere mucho tiempo.
Entonces, ¿piensas que este empleo no se valora lo suficiente?
Sí, debería estar más reconocido. Al final, la gente ve un vídeo de cuarenta segundos muy fugaz y no aprecia todo el esfuerzo que le dedicamos para poder generar una carcajada o ese momento de identificación en el que uno quiere compartir el vídeo con sus amigos.
¿Dónde te ves en un futuro no muy lejano?
Me gustaría evolucionar, de ahí que esté preparando mi propio espectáculo. La idea es estrenarlo en Madrid, València y sus alrededores. Por soñar, me encantaría explorar nuevos formatos como la televisión o el cine. Si pasase algo no tendría problema en volver al marketing y la publicidad, pero sí que quiero seguir creando contenido porque me parece muy divertido.




















