Noa Herrador ‘La Pastora’ / Excampeona europea de flamenco
Noa, ‘La Pastora’, (Elche, 24-octubre-2012) como así la llaman artísticamente, en honor a su abuela que era la pastora de un pequeño pueblo, ya sabe que el flamenco para ella es mucho más que un baile: se ha convertido en una escuela de vida.
La responsabilidad de entrenar durante horas, competir en escenarios internacionales, y representar a su escuela le ha enseñado disciplina, constancia y capacidad de sacrificio, valores que marcarán su futuro personal y profesional.
Trabajo y compromiso
Mientras otras niñas aún buscan su camino, ella ya sabe lo que implica comprometerse con un sueño y trabajar para alcanzarlo. El flamenco no solo le ha dado alegrías y el triunfo de ganar un campeonato de Europa, sino una identidad y una ilusión que la acompañan desde pequeña y que, pase lo que pase, siempre formará parte de quién es.
Pertenece a la escuela de arte flamenco de Noelia García en Elche. Este centro ha sido seleccionado por la Escuela de Flamenco de Andalucía (EFA) para ser la sede oficial de una coreografía internacional que, a modo de flashmob, se repitió en centros de 36 países que están acreditados dentro de este sello. Más de cien alumnos, entre ellos Noa, participaron recientemente en esta coreografía en la Plaza de Castilla de Elche.
¿A ti de donde te viene esa vena flamenca?
En mi casa desde muy chiquitita escuchaba flamenco porque a mi padre le gusta mucho, y yo siempre bailaba con él. Mi madre siempre me apuntaba a hacer deporte u otro tipo de bailes, porque ella, al contrario que a mi padre, no le gustaba mucho el flamenco. Pero yo siempre insistía, flamenco, quiero ir a flamenco. Al final lo conseguí, empecé con cinco añitos, y hasta ahora.
«Bailar me hace sentir que el esfuerzo merece la pena»
¿Cómo llegaste hasta el campeonato de Europa en París?
En la escuela desde hace unos años vamos a competiciones, y si ganas vas subiendo de competición hasta que llegas al campeonato de Europa, que es el máximo. Fui seleccionada y gané.
¿De qué forma recuerdas ese día?
Recuerdo la alegría de mis padres, ver a mi profesora cómo me abrazaba. El recuerdo que se me quedó fue ese abrazo. Me dieron la copa y la medalla, y un premio para la escuela. Lo guardo en mi habitación.
También recuerdo mucho el regreso a Elche. En el aeropuerto me estaban esperando los compañeros de la escuela, mis amigos, mi familia…iban con pancartas y con globos, fue impresionante. Después en Elche al día siguiente me recibió el alcalde, me hicieron entrevistas, la verdad es que fue todo muy bonito.
«Yo siempre insistía, flamenco, quiero ir a flamenco»
¿Cuántas horas entrenas?
Aparte de que en mi casa no paro de bailar, en la escuela entreno ocho horas a la semana, pero si tenemos prevista alguna competición hacemos más. Entrenar es muy importante porque así aprendo de mis errores, mejoro cada día y me siento más segura cuando tengo que competir, aunque a veces cueste.
¿Vas a seguir compitiendo?
Sí, ya tenemos varias competiciones nacionales previstas, pero a mí lo que más me gusta es cuando lo hacemos en grupo. Bailar con mis compañeras es lo que más disfruto. Cuando voy sola a competir me siento más nerviosa, porque todo el mundo me mira a mí. Con el grupo me siento mejor.
Bailar en grupo con mis compañeras es muy bonito, porque nos ayudamos, reímos, aprendemos juntas y sentimos que somos una pequeña familia, donde cada paso tiene más fuerza cuando lo compartimos, y eso me hace muy feliz siempre.
«Aunque soy pequeña, ya tengo las cosas claras»
¿Cuáles son tus referentes y como ves tu futuro?
Me gustan un montón Azalea Reyes, La Pastora Galván, Farruquito… y también mi profesora.
En cuanto a mi futuro ahora estoy en segundo de la ESO. Además estoy en segundo de la carrera de flamenco, que son ocho años; quiero terminarla y poder dar clases en el futuro y enseñar a otras niñas. Pero también me encantaría ser enfermera y poder compaginar las dos carreras.
Veo que lo tienes muy claro, a pesar de ser aún muy pequeña.
Aunque soy pequeña, ya tengo las cosas claras. Me gusta el flamenco y sé que para aprender y mejorar necesito practicar mucho todos los días. La disciplina del baile me ha enseñado a ser constante, a esforzarme incluso cuando es difícil, y a no rendirme.
Después del campeonato en París me sentí cansada, y dejé el baile un pequeño intervalo de tiempo para volver con más fuerza. Gracias a eso he aprendido a organizarme, a cumplir mis compromisos y disfrutar de cada ensayo y cada actuación. Bailar me hace sentir que el esfuerzo merece la pena.Principio del formulario
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