Joshua González / Cineasta
Basada en una historia real ocurrida en Alicante, que sigue sin solucionarse, ‘OKUPA’ es el primer largometraje de Joshua González (Serantes, Asturias, 22-agosto-1996), que aborda la complejidad social de la vivienda y la empatía hacia las personas vulnerables.
Rodada íntegramente en escenarios urbanos de la ciudad y en una habitación de hospital. La película busca generar reflexión y conversación pública.
¿Cómo nació la idea de ‘Okupa’?
Bueno, te va a sorprender porque es una historia real. El guion lo escribió el jefe de la productora para la que trabajo, Manhal Aziz. Lo hizo porque es la historia de un amigo suyo, que compró una casa con un okupa debido a necesidades familiares. Y este okupa no era el típico que rompe una puerta, era alguien que ya vivía allí. Hay cosas que en la película parecerán ficción, pero no, la realidad, a veces, supera la ficción.
¿Compran la casa con un okupa dentro?
Sí. El okupa es una persona vulnerable, mayor, que adquirió la casa mediante alquiler social. El banco le jugó una mala pasada: tuvo un mes en el que no pudo pagar porque no tiene muchos ingresos, y el banco aprovechó para quitarle la propiedad y vendérsela a un fondo de inversión.
¿Habéis tenido en cuenta ese componente social pensando en la repercusión de la película?
Se piensa, aunque no es lo principal. Lo primero es que todos los que trabajan en la película estén contentos con la historia y el potencial narrativo. Pero sí, es algo que creemos que puede ayudarnos.
«Hay que aprender a ponerse en la situación de los demás»
¿Por qué se graba una escena en una habitación de hospital?
La hermana del protagonista tiene una enfermedad mental. Al principio de la película toma muchas pastillas sin control, y su madre la encuentra por la noche y la lleva al hospital para un lavado de estómago. El protagonista, que es su hermano, la visita allí.
Esta es tu ópera prima como largometraje, aunque ya tienes recorrido en el ámbito audiovisual.
Ese es mi debut en largo. Pero también quiero mencionar que codirijo la película con mi compañera NIna Rosser. Pero sí, afronto este proyecto con mucha ilusión. Antes dirigí un cortometraje y he trabajado en equipos de cámara y producción en la empresa para la que trabajo (B. Movie).
¿De qué manera influye Alicante en la estética o en la narrativa de la película?
Hemos plasmado Alicante tal cual es. Aprovechamos sus calles y su entorno urbano. Queremos que se vea la playa en alguna escena y quizá también el castillo, según los ángulos. Pero, siendo una situación tan común, podría ocurrir en cualquier ciudad. Alicante nos da ese entorno urbano realista que buscábamos.
«Hemos plasmado Alicante tal cual es»
¿Qué criterios habéis seguido para elegir a los actores, especialmente al protagonista?
Paco Peraile es el protagonista. La productora ya había trabajado con él antes. Hicimos un proceso de casting, es decir, elegimos una escena que definiera al personaje y se la mandamos a los actores junto a una descripción.
Ellos nos enviaron su interpretación y a partir de ahí trabajamos. No hemos incluido rostros conocidos, la mayoría son actores de Alicante. También hemos traído gente de Barcelona y Madrid.
El presupuesto siempre es uno de los grandes retos. ¿Cómo lo estáis gestionando?
Nos autoproducimos. Hay incentivos y formas de financiación, pero no sabría decirte la cifra exacta porque eso lo lleva el jefe de la productora. Estamos apañándonos como podemos.
¿Algún momento decisivo o anécdota durante el rodaje?
Sí, una muy curiosa. Vivo por el Pla, cerca del mercado de Carolinas, y grabamos en mi casa, que es antigua y encajaba perfectamente como la casa del okupa.
Pues justo el día del rodaje, pasó una manifestación contra la ocupación por la calle de abajo de mi casa. Estábamos rodando una película sobre un okupa y la realidad nos pasó literalmente por debajo. Fue muy simbólico y grabamos recursos.
«La realidad, a veces, supera la ficción»
¿Y tú qué esperas que sienta la gente cuando vea esta película?
Que entienda estos problemas sociales. Al final, nos falta aprender a ponernos en la situación de los demás, no todo es blanco o negro. Cada persona es un mundo, con sus circunstancias, y no todos los okupas son personas que entran por la fuerza.
Hay quien simplemente no puede permitirse una vivienda. Me gustaría que la película ayudara a generar empatía y a ver las cosas desde varios puntos de vista.
Después de este largometraje, ¿te gustaría orientarte hacia el cine, o seguir en producción?
Me encantaría seguir en la dirección y en la escritura de guiones. Aún no tengo nada concreto, primero quiero terminar esta película, pero ojalá pueda seguir dirigiendo. Y si no, en un set de rodaje soy feliz, en cualquier puesto que me den.
¿Cuándo tenéis previsto finalizar y dónde queréis distribuir la película?
Esperamos tenerla lista para finales de febrero o marzo. Primero haremos un pase para el equipo, familiares y amigos. Después la enviaremos a festivales y luego buscaremos distribución.




















