Darsy / Jefa de vestuario audiovisual
Hecha a sí misma, de un modo autodidacta, “empleando la técnica de prueba y error, o mirando un sinfín de revistas”, Inmaculada Mogica Navarro (Molina de Segura, Murcia, 8-diciembre-1971) -conocida como Darsy- alberga una amplísima experiencia en el sector audiovisual. Ha trabajado en el vestuario de grandes producciones como ‘Juego de Tronos’ (2011), ‘The Witcher’ (2019) o ‘El Pacto’ (2023).
Son múltiples las firmas que se desplazan a Alicante para llevar a cabo sus rodajes, en los estudios cinematográficos de Ciudad de la Luz o en varios de nuestros municipios. “Contactan en ese momento conmigo, por mi creatividad y mi rapidez a la hora de coser”, expresa.
Una vida frenética le condujo primero a trabajar en diversas discotecas de la antigua Ruta del Bakalao, antes de pasar a Ibiza y de ahí dar el salto a los estudios Paramount de California, donde estuvo tres años. Al regresar montó su propio taller, en el barrio alicantino de San Gabriel. “No miro el pasado, pienso en lo que vendrá”, remarca la infatigable Darsy.
Apasionada de la moda, ¿cómo fueron tus inicios?
Lejos de lo convencional, miré lo que faltaba a principios de los noventa, concretamente vestuario para los trabajadores de discotecas. Me refiero a strippers, gogos y drags que tan de moda estaban; todo era fantástico y ése era mi lugar.
Las clientas admiraban mis modelos, tan llamativos, pedían que les hiciera vestidos similares y fui creciendo, poco a poco.
¿De qué manera saltas al audiovisual?
Después de la inauguración de los estudios Ciudad de la Luz (2000). Me presenté con todos mis álbumes, confesando que pese a carecer de título mi talento quedaba allí reflejado.
Casualidades de la vida, el director de la productora ‘Plural’, Rashid Bousquets -familiarmente, Coco Lamour-, me conocía de mi etapa en Ibiza. Sabía perfectamente quién era y parte de mi trabajo. Me fueron surgiendo entonces proyectos en películas y serie, sin dejar mis funciones en una discoteca de Almoradí. Jamás he dejado un empleo por otro, he optado por compaginarlos.
¿Cuáles fueron tus primeros films?
Recuerdo especialmente ‘Astérix y Obélix’: Misión Cleopatra’ (2002) o ‘Los Borgia’ (2006), vistiendo a Paz Vega.
¿Decidiste montar tu propio taller?
Siempre tuve uno pequeño en casa, pero quise ampliarlo tras regresar de Estados Unidos, donde fui inicialmente para un intercambio laboral -una especie de prácticas-, pero acabé quedándome tres años en los estudios Paramount Pictures de Los Ángeles.
«Entré en el audiovisual tras la apertura de La Ciudad de la Luz, debutando en ‘Astérix y Obélix’»
¿Aprendiste mucho en California?
En parte sí. Me encantó participar en culebrones latinos, para público de habla hispana. Seguidamente desarrollé unas tareas que no me agradaron tanto, centrada en reparar viejos vestidos, debido a que soy extremadamente rápida cosiendo.
Para una exposición arreglé trajes de películas míticas, guardados en baúles que quizás llevaban cerrados cuarenta años. Tuve en mis manos, por ejemplo, el camisón que portó Mia Farrow en ‘La semilla de diablo’ (1968).
¿Te costó reactivarte de nuevo en Alicante?
A mi regreso el audiovisual había desaparecido. Me amoldé a la situación, hasta que contactó conmigo Coco, ahora en una empresa francesa que da servicio a productoras americanas por toda Europa.
Se me abrió la luz y como asistenta de vestuario participé en series como ‘Juego de Tronos’ -desplazándome a Sevilla, Dubrovnik, Irlanda…- o ‘The Witcher’. También en la película ‘El intérprete’, traducida en España como ‘El pacto’.
Háblanos de tu singular método.
Una vez recibo el guion, leo muy bien el personaje (su papel) e intento crear en mi cabeza cómo es, para darle cierta personalidad. Es decir, qué se pone cuando está de buen y mal humor; cuando hace frío, o para llamar la atención.
Utilizo muchísimo la psicología para visualizarlo y después vestirlo. Debo asimismo empatizar con los directores, le ‘vendo’ la imagen que tengo de ese personaje, para que cuadre con la suya.
«Una vez recibo el guion, intento crear en mi cabeza cómo es el papel, otorgarle cierta personalidad»
¿Normalmente lo hace?
Siempre hay flecos, pero no discuto si el director no lo ve, no estará a gusto rodando. Busco conocer la psicología del director, porque para mí es fundamental hacer un trabajo que sea creíble. Muchas veces si una película o serie no engancha es por el vestuario, maquillaje o peluquería, ¡simplemente no te lo crees!
Aprendí mucho de trabajar en la noche, con los drags queen, fueron una escuela estupenda, pues sabía amoldarme a todos los condicionantes. El cine no me costó, era todo mucho más orgánico.
Habrás vivido infinidad de anécdotas.
Muchísimas. Sin ir más lejos estuve en el rodaje de ‘Manolete’, película con Adrien Brody y Penélope Cruz que no se llegó a estrenar por deber dinero.
¿En qué proyecto estás ahora?
A principios de año espero estar con Good Films, productora británica que rodará cinco películas en Alicante, en Ciudad de la Luz, dos de ellas de manera inminente. Estamos en conversaciones.




















