A únicamente diez kilómetros del mar Mediterráneo y del siempre efervescente Benidorm, Polop de la Marina sorprende como uno de los enclaves con mayor encanto de la Costa Blanca. Los que dicen, de hecho, que es un oasis alicantino algo de razón llevan.
Su casco antiguo, tan pintoresco, está encaramado al cerro que siglos atrás estuvo dominado por un castillo. Sobresale igualmente el Monte Ponotx, el ‘León Dormido’ del escritor Gabriel Miró, quien pasaba los veranos en una localidad que tanto le inspiró.
Es una parada imprescindible para todos aquellos que deseen descubrir lugares auténticos de la provincia de Alicante. Podremos disfrutar de sus numerosas rutas de senderismo o simplemente pasear por sus calles, antes de degustar su gastronomía.
De interior
Polop (Marina Baja), pueblo interior, se ubica en un territorio accidentado, debido a la cercanía del mencionado macizo de Ponotx. Se trata de cumbres ásperas y rocosas, con pendientes muy empinadas -repletas de pinares y carrascas- que comunican con la sierra del Puig Campana.
Drenado además por los barrancos del Salt y del Canet de Xirles, tiene muy próximo el río Guadalest, que hace de frontera natural entre Polop y Callosa d’en Sarrià. Cuenta con una población cercana a los 5.500 habitantes, de los cuales un tercio son extranjeros, circunstancia muy habitual en gran parte de la provincia.
Muchos siglos atrás, en el XIII, fue una baronía señorial de la Corona de Aragón, creada por Jaime I de Aragón y otorgado a doña Berenguela Alfonso de Castilla. El feudo estuvo en poder aragonesa hasta 1430 y de la familia fajardo hasta principios del siglo XIX.
Entre los lugares de interés, la Fuente de los Chorros, la casa-museo de Gabriel Miró y el castillo almohade
Lugar de artistas
Miró dejó escrito en su ‘Años y leguas’ que Polop de la Marina era “el lugar hallado”. Fue uno de los primeros autores que se inspiró en la belleza de este pueblo, sin olvidarnos de otros intelectuales o artistas.
Destacó Benjamín Palencia, pintor de Barrax (Albacete) que mantuvo una estrecha relación con la provincia de Alicante hasta que decidió -ya al final de sus días- trasladarse a Polop. En la Plaza de los Chorros se puede contemplar una obra suya realizada con azulejos.
Asimismo, el compositor Emilio Sagi Barba, natural de Barcelona, quien junto a su esposa, la soprano Luisa Vela, se afincó en Polop allá por 1925. Allí pasó el resto de su vida, falleciendo en 1949.
Qué visitar en Polop
Una buena opción es comenzar en la Fuente de los Chorros, uno de sus monumentos más populares. Alberga un total de 221 chorros de agua de una calidad extraordinaria, lo que le hace ser muy apreciada por los vecinos de la zona, que se acercan con garrafas para llenarlas.
La fuente original data de 1855 y poseía once caños de agua. En 1947 se adornaron con cabezas de león, mientras en 1965 aumentó el número a cine. Desde 1976 la fuente tiene 221 chorros y ofrece un estilo modernista; sobre los propios chorros aparecen los escudos en cerámicas de algunas localidades de Alicante y Castellón, además de uno grande de España.
Del propio casco histórico, merecen una rápida visita la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol o la Plaza de la Purísima. Un poco más arriba encontramos la Casa del Pósito, un antiguo almacén municipal de cereales que hace hoy las funciones de Ayuntamiento.
Una vez finalizada la visita recomendamos probar sus especialidades: pelotas de maíz, arroz con judías y nabos, mintxos…
Casa-museo de Gabriel Miró
Gabriel Miró puso a Polop de la Marina en el mapa gracias a sus obras literarias, especialmente la mencionada ‘Años y leguas’. El también autor de ‘Libro de Sigüenza’, ‘El humo dormido’ o ‘Nómada’ pasaba los veranos en la localidad, acompañado de su familia, y su entorno le sirvió para crear numerosos universos literarios.
La casa-museo, adquirida por el consistorio en 2011, consta de suelos de azulejos, techos pintados y barandillas talladas, siendo un excelente ejemplo de arquitectura modernista. Podemos contemplar muebles, fotografías, manuscritos, libros y vestidos que evidencian el cariño que el escritor sentía por Polop de la Marina y sus gentes.
Castillo
Erigido en los siglos XII y XIII, el castillo de Polop -de estilo almohade- ha sido escenario de arduas batallas por su alto valor estratégico. La propiedad pasó después a manos de diferentes señores feudales y tras ser abandonado se construyó en él un pequeño cementerio.
En la actualidad el castillo-cementerio y el bar anexo son lugares perfectos para descansar y gozar de unas vistas espectaculares. Es el momento ideal para probar alguna de sus especialidades gastronómicas, por ejemplo, pelotas de maíz, arroz con judías y nabos, paella o mintxos, que a diferencia de en Callosa aquí son cerrados.
Dejamos un hueco para los postres, sobre todo si nos ofrecen confituras, pasteles de boniato o de almendra. Para beber, por supuesto vinos de la Marina y mistela.



















