La festividad que tiene al «dulce o truco» como su principal eslogan es generalmente asociadas con las calabazas. ¿Te gustaría saber por qué asociamos las calabazas con Halloween? Conoce la respuesta en este artículo.
Como muchos saben, la celebración del Halloween se originó en Irlanda para conmemorar la Víspera de Todos los Santos (All Hallows Eve en inglés, cuya contracción es Halloween).
El origen de dicha tradición irlandesa se encuentra en una celebración celta conocida como «Samhain«. Para los celtas Samhain era el nombre del señor de la muerte.
Samhain era además la palabra utilizada por el pueblo celta para referirse al final del verano, tiempo en el que se evocaba a los fallecidos y se celebraba el término de las cosechas.
La leyenda de Jack o’ Lantern
Cuenta la leyenda que en la antigüedad, un granjero irlandés llamado Jack, conocido como «el tacaño», tenía la costumbre de estafar a sus vecinos. Lo que hacía con el dinero que obtenía de sus trucos era emborracharse. Pero, a pesar de su comportamiento, se dice que logró escaparse incluso del Diablo.
Jack le ofreció su alma a Satanás a cambio de una última bebida. el Diablo aceptó la negociación y se transformó a sí mismo en una moneda para pagar el trago. Pero el granjero con habilidad la introdujo en su monedero donde guardaba un crucifijo, lo que evitó que el demonio pudiese volver a su forma original.
Con esta triquiñuela, Jack le hizo prometer al señor de la oscuridad que jamás reclamaría su alma a cambio de dejarlo salir. Ante la astucia del humano, el demonio no tuvo más remedio que aceptar, y dejar libre al hombre.
Con el pasar de los años, Jack murió pero por su conducta deplorable fue rechazado en el cielo. Al llegar al infierno tampoco fue recibido porque Satanás había prometido nunca reclamar su alma, por lo que fue condenado a deambular por los oscuros caminos del purgatorio.
El granjero le pidió un último favor al Diablo, y fue que le concediera una luz inextinguible que guiara su camino, por lo que recibió una brasa que nunca dejaría de arder. El hombre, para preservar la luz que se le había otorgado, tomó un nabo de su cartera, le abrió un hueco, y colocó allí su resplandeciente regalo, para construirse una linterna.
Desde esa época, los lugareños comenzaron a elaborar esas linternas de Jack o Jack o’ Lanterns por las aldeas, y las dejaban colgadas en las entradas de sus hogares para alejar a los malos espíritus.
¿Y qué pasó con las calabazas?
Aunque pareciera no tener relación, toda esta historia nos lleva a la respuesta final de lo que nos ocupa, y es que a mediados del siglo XIX, cuando los irlandeses comenzaron a emigrar en masa a Estados Unidos, se encontraron con la sorpresa de que allí no se sembraban ni se cosechaban nabos. Por lo que para mantener la celebración de la Víspera de Todos los Santos, comenzaron a utilizar las calabazas.
La calabaza es un producto que se cultiva y cosecha a todo lo largo y ancho de EE.UU. Así fue como la calabaza se hizo un sitio en esta antiquísima celebración, que en la actualidad ha cobrado un carácter prácticamente universal.
Calabaza, calabaza…
De hoy en adelante, ya no sentirás esa curiosidad al ver ese sinfín de calabazas rodeándote a donde vayas con la cercanía de esta celebración. Ya que ahora sabes por qué asociamos las calabazas con Halloween.