Si algo bueno va a poder sacar España, como el resto de países miembros de la Unión Europea, de la profunda crisis que ha provocado la pandemia mundial de coronavirus iniciada en marzo de 2020; es la importante inyección económica que, a través del Plan de Recuperación para Europa, debe ir llegando a las arcas públicas a lo largo de 2022.
Los fondos Next Generation, tal y como explican los responsables comunitarios, representan “una oportunidad única para salir más fuertes de la pandemia, transformar nuestra economía y crear oportunidades y trabajos para esa Europa en la que queremos vivir”.
Apuesta a largo plazo
Como cualquier otro programa de financiación venido de Bruselas, el NextGeneration no supone un cheque en blanco ni una lluvia de millones que el Gobierno de España, las administraciones autonómicas o los ayuntamientos puedan dedicar a cualquier tipo de iniciativa.
Más bien al contrario, “el presupuesto a largo plazo de la UE, junto con el programa NextGeneration, son un instrumento temporal concebido para impulsar la recuperación” y se ha convertido ya, con un total de 2,018 billones de euros, en el “mayor paquete de estímulo jamás financiado en Europa”.
El Plan de Recuperación para Europa está dotado con un total de más de dos billones de euros
En línea con los ODS
Los proyectos que puedan verse beneficiados de estos fondos deberán, entre otros condicionantes, enmarcarse en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que Bruselas viene potenciando, desde hace años, en todas sus iniciativas.
Por ello, el Plan de Recuperación para Europa se centrará en fortalecer aquellas cuestiones que, como consecuencia de esta crisis pandémica, se haya revelado como las más importantes debilidades de cada territorio.
En este sentido, sus responsables señalan que el principal objetivo de este paquete histórico será conseguir “una Europa más ecológica, más digital y más resiliente”. Para ello, este presupuesto a largo plazo “aumentará los mecanismos de flexibilidad para garantizar su capacidad de hacer frente a necesidades imprevistas”.
Los proyectos que se presenten, además de transversales, deberán estar alineados con los ODS
La Nucía prepara su estrategia
Una de las conclusiones más evidentes de todo ello, es que aquellas administraciones que deseen optar a financiar sus proyectos, a través del programa NextGeneration, deberán abordar los mismos de una forma transversal, es decir, atacando sus problemas concretos no sólo con una estrategia a largo plazo, sino garantizando que las soluciones aportadas tendrán ramificaciones en todas sus áreas de competencia.
Por ello, y dado que la lucha por hacerse con los millones provenientes de Bruselas tendrá muchos aspirantes, La Nucía, como otros ayuntamientos de toda la Unión Europea, ha comenzado a crear las herramientas que le permitan aspirar con opciones a contar con estos fondos.
El primer paso, anunciado a finales del pasado mes de octubre, ha sido la creación de una comisión de coordinación de las ayudas y subvenciones de los Fondos Europeos, cuyo objetivo es preparar los proyectos y acciones municipales, muchos de ellos transversales, y que, por lo tanto, implican a diferentes concejalías y áreas de gestión.
La Nucía cuenta con la ventaja de haber desarrollado ya su proyecto Smart City y su Plan Director DTI
Buscando la agilidad
Aunque, como en todos estos procesos, la llegada de los fondos NextGeneration no será más que el último paso de un complicadísimo engranaje burocrático, la creación de esta comisión por parte del consistorio nuciero busca que el municipio sea “lo más ágil posible para optar al máximo número de subvenciones provenientes de la Unión Europea”, tal y como explicó el alcalde, Bernabé Cano.
Una agilidad que, especialmente en este caso, será fundamental ya que, aunque pueda parecer un oxímoron e, incluso, un imposible, la UE pretende que este histórico paquete de ‘rescate’ social llegue a los ciudadanos lo antes posible.
Las ventajas de la Smart City y el DTI
Una de las principales ventajas con las que partirá La Nucía, en la competencia por la consecución de estos fondos, es la de haber desarrollado ya su proyecto de Smart City y su Plan Director como Destino Turístico Inteligente (DTI).
Se trata de dos documentos que, cada uno por su lado, ya optan a distintas ayudas supramunicipales, incluidas las provenientes de Bruselas, y cuyos distintos articulados y objetivos están en consonancia no sólo con los ODS, sino también con esa meta, del Plan de Recuperación para Europa, de dotar al Viejo Continente de nuevas herramientas para afrontar momentos complicados surgidos, como en el caso de la pandemia, de situaciones inesperadas.