Entrevista > Alejandro Antonio Cremades Romero / Forjador (Elda, 31-agosto-1972)
El arte de la forja tiene una tradición que se remonta a miles de años. A día de hoy, ante la falta de centros en los que poder formarse en esta disciplina, el sector atraviesa un momento complicado. Hablamos con el forjador eldense Alejandro Cremades, testigo de cómo se transmite generación tras generación este trabajo artesanal.
¿Cómo acaba un militar en el mundo de la forja?
Ingresé en el Ejército del Aire a los diecisiete años y, tiempo después, me destinaron a los talleres de fabricación, donde descubrí con fascinación la plasticidad del hierro en caliente. Durante los nueve años que permanecí en el ejército continué aprendiendo lo que pude del hierro, tanto en mecanizado y soldadura como en forja y fundición.
Ya en 1999, una vez finalizada mi etapa militar, decidí aprender el oficio visitando talleres de otros maestros por toda Europa. Por ejemplo, en Italia aprendí las técnicas para realizar aves.
Aprendió el oficio de la forja visitando talleres de maestros europeos
Hasta que en 2005 abres ‘Hierro y fuego’, tu propio taller en Onil.
Una vez regresé de Europa, empecé a visitar diferentes ferias medievales en nuestro país con una herrería portátil hasta que decidí asentarme en Onil, creando mi propio taller y escuela de forja.
Continúe visitando durante varios años todos los talleres que pude, tanto de los abuelos que continuaban con el oficio como de aquellos que ya no se dedicaban a ello pero aún conservaban las herramientas necesarias.
Con obras en varios municipios de la Comunidad Valenciana y también fuera de la autonomía, como es en las provincias de Albacete, Huelva y Huesca, ¿qué obra destacarías de todas ellas?
Para mí todas tienen su historia y una parte de mí. Sí que es cierto que la obra en Nerva (Huelva) fue especialmente emotiva porque la libertad es la imagen que representa al escudo de esta población, ya que aparece una garza rompiendo las cadenas que la liberan de Zalamea la Real a la que pertenecía. La escultura tuvo una acogida increíble por parte de los allí presentes, estaban todos muy emocionados.
¿Qué significa para ti el arte de la forja?
Es mi manera de expresarme, de transmitir sentimientos a través de un material muy duradero en el tiempo, no sólo utilizado para crear obras de arte, sino que ha sido el material que ha acompañado al ser humano a lo largo de toda su evolución, y que sin él la misma habría sido diferente.
«Con la forja transmito sentimientos a través de un material»
A día de hoy, ¿la forja es un oficio residual?
A primera vista parece que sí, ya que casi no hay lugares en nuestro país donde poder aprender esta disciplina, y afrontar un trabajo de forja sin disponer de los conocimientos y de la experiencia necesaria hace que sea una labor durísima y desesperante. En este sentido la forja está muerta.
¿Pero es rentable?
En mi opinión sí. Si se disponen de los conocimientos y los medios necesarios, un forjador nunca estará sin trabajo, ya que al final su clientela y él convergerán. La forja es un trabajo para el que sabe lo que quiere, no se puede comparar con la cerrajería ni la fundición.
¿Hay nuevas generaciones en el sector?
Son muchos los jóvenes que quieren sumarse al oficio de forjador pero, como te comento, el principal problema es que hay muy pocos lugares en nuestro país en los que se pueda aprender el oficio. Es una pena el abandono que sufren nuestros mayores, que son los que acumulan la experiencia de cualquier oficio.
«Son muchos los jóvenes que quieren sumarse al oficio de forjador»
Para evitar el olvido de este arte habéis sacado en alguna ocasión las forjas a la calle. ¿Cómo lo recuerdas?
Sí, sacamos los yunques, fraguas y todos los materiales necesarios a la calle para realizar alguna escultura en metal forjado en caliente en tiempo real, a la vista de los allí presentes. Este tipo de eventos permiten a la ciudadanía ver cómo es el proceso creativo de los forjadores, desde el diseño en papel hasta la ejecución del mismo. Además, dicha escultura se quedaba en esa población, enriqueciendo su patrimonio.
¿En qué proyectos estás trabajando a día de hoy?
Desde el taller estamos centrados en varios proyectos que tenemos en marcha, pero son para eventos sorpresa, por lo que aún no se pueden desvelar sus localizaciones concretas. Eso sí, estarán dentro de la Comunidad Valenciana.
Embajador español
Fruto de su trayectoria y su compromiso con el arte de la forja tradicional, hace cinco años la UNESCO de Sicilia designó a Cremades como embajador español para confeccionar diez esculturas de caballo para el proyecto ‘El castaño de los cien caballos’.
El objetivo era unir al continente europeo en torno a la cultura del hierro mediante la entrega total de cien figuras. Los diez caballos españoles realizados para este museo los confeccionaron siete maestros forjadores y alumnos de la escuela ‘Hierro y fuego’.