El origen del término, aunque no se sepa a ciencia cierta, se considera que proviene del escritor Billy Tucker, quien en uno de sus trabajos, el 15 de Mayo de 1920, para referirse a la ciudad de Los Ángeles escribió lo siguiente:
“Queridos Pal y Tony: No, A Ragtime Billy Tucker no se lo ha tragado la tierra, sigue en la ‘Gran Manzana’, Los Ángeles”.
Este término llego a los oídos de John J. Fitz Gerald, cronista deportivo del New York Morning Telegraph, quien considerando acertado el sobrenombre decidió llamar a su columna sobre hípica «La Gran Manzana», haciendo entonces popularmente conocido el apodo. En el primer artículo donde se mencionaba la palabra fue en la entrada de la crónica hípica del 3 de Mayo de 1921, decía así:
“J. P. Smith, junto a Tippity Witchet y demás pertenecientes de la cuadra L. T. Bauer, se espera que salgan para «la Gran Manzana» mañana tras una próspera campaña primaveral en Bowie y Havre de Grace.”
También explicaría mas adelante, el 18 de Febrero de 1924, el significado que él le relacionaba al apelativo. Dentro de un articulo titulado «Alrededor de la Gran Manzana» lo explicaba:
“La Gran Manzana. El sueño de todo mozo de cuadras que haya montado un purasangre y la gran meta de todos los jinetes. Solo hay una gran manzana. Y esa es Nueva York.”
Otra de las versiones sobre el origen de esta expresión se remite a los músicos de jazz de los años 30s, quienes utilizaban en su argot el término “apple” para referirse a cualquier pueblo o ciudad. De ahí que Nueva York fuese considerada como “the Big Apple”, “La Gran Manzana”
Con el tiempo, ya en los años 60, Nueva York fue perdiendo poco a poco este apelativo, hasta que en los 70, a raíz de una campaña publicitaria de la Oficina de Convenciones y Turismo de Nueva York ( Hoy día NYC & Company ), se volvió a poner de moda, hasta nuestros días.