Aunque todavía no llegue a un siglo de historia, la Plaza de Toros es sin duda uno de los edificios más emblemáticos de Elda. Nuestro coso taurino fue en su día un lugar imprescindible de la vida social eldense, ya no solo por aquellas multitudinarias corridas aquí vividas sino también por las tardes veraniegas de cine y música que albergaban a centenares de espectadores.
Muy venido a menos durante los últimos tiempos, hasta el punto de permanecer cerrado desde 2013, ahora este histórico inmueble aguarda una segunda vida con la gran remodelación proyectada por el Ayuntamiento. Mientras que llega esta ansiada resurrección, aprovechamos para recordar la historia de esta plaza que ha sido testigo de tantas tardes de gloria y que ha acompañado a nuestra localidad durante más de siete décadas.
Surge la tradición
La afición de los eldenses por la tauromaquia se remonta muchísimo tiempo atrás de que se construyera este coso. Ya en 1634 se celebró una corrida organizada por el Conde de Elda para conmemorar la festividad de Santa Ana. Es la referencia más antigua que consta de un festejo taurino en la ciudad, y una de las primeras en toda la provincia de Alicante.
Esta naciente tradición fue a más durante las siguientes décadas. Se organizaban corridas en descampados o en plazas urbanas que se habilitaban para la ocasión. A partir del siglo XIX era habitual que muchos eldenses se desplazaran en tren los domingos hasta Villena o Alicante para ver los toros en estas plazas.
Era un clamor que Elda necesitaba su propia plaza, algo que se hizo esperar hasta ya bien entrado el siglo XX. Sería en 1945 cuando se empezó a construir por iniciativa del empresario local Eustaquio Cantó Amat y varios socios.
Para su ubicación se eligió un solar que por entonces quedaba a las afueras de la ciudad, indicado pues para que pudieran desfilar grandes multitudes en las tardes de corridas sin causar cortes de tráfico. En su construcción se utilizaron piedras procedentes de las canteras del monte Bolón, propiedad de Francisco Beltrán.
La primera corrida de toros documentada en Elda data del siglo XVII
Se inaugura la Plaza
Fue el 14 de julio de 1946 cuando se inauguraría oficialmente la nueva Plaza de Toros de Elda con una novillada protagonizada por el madrileño Paquito Bru y el sevillano Sergio del Castillo. Como nota anecdótica, aquel día uno de los novillos saltó al tendido causando un gran pánico entre el público presente. Afortunadamente todos los espectadores huyeron despavoridos del animal y no hubo ningún percance a lamentar.
Cabe destacar que por aquella fecha las obras todavía no habían finalizado… ni lo hicieron nunca. La construcción costó unas 600.000 pesetas, más de lo que inicialmente los promotores habían previsto, por lo que aceleraron su puesta en marcha para obtener desesperadamente ingresos que les permitieran proseguir los trabajos. Sin embargo éstos nunca llegarían a ejecutarse.
Aún así no hubo problema para que el espectáculo tuviera lugar. Por aquí desfilaron algunos de los más célebres diestros de diferentes épocas como El Cordobés, Antoñete, Luis Esplá o José Tomás. Normalmente los festejos taurinos solían estar acompañados de buena música por cortesía de la Banda de Santa Cecilia.
Además de las corridas, en las tardes estivales se organizaban también conciertos o proyecciones de cine al aire libre. Fue así como se convirtió en un típico lugar de encuentro donde los vecinos eldenses acostumbraban a socializar. Raro era quien no se pasaba por aquí algún día a lo largo del verano para ver alguna corrida, película o actuación musical.
La Plaza fue inaugurada en 1946 y nunca se llegaron a finalizar las obras
Últimos años y cierre
Tras fallecer Eustaquio Cantó, el Ayuntamiento compró la plaza a su hija Lolita. Todavía vivió algunos años de esplendor, pero su construcción inacabada unida a una evidente falta de mantenimiento le fue pasando factura al inmueble.
La última corrida tuvo lugar en octubre de 2011. Fue en homenaje a Francisco Saura (más conocido como ‘Saurita’), quien fuera novillero en sus años mozos y luego el empresario taurino que gestionó esta plaza durante largos años. Faenaron en el evento los eldenses Antonio Pérez ‘El Renco’, Eugenio Pérez y Juan Rivera acompañados de los matadores Francisco José Palazón y Alberto Pozo Ruiz, el rejoneador Rafael Serrano y el novillero Jorge Toral.
Al año siguiente se celebraría aquí la elección de la Fallera Mayor para las fiestas, y en 2013 el Festival de música EMDIV. Desde entonces este histórico edificio permanece inactivo pues se detectaron problemas estructurales que hicieron inviable que siguiera acogiendo espectadores.
Desde 2013 lleva cerrada por problemas estructurales
Esperando un nuevo comienzo
Durante estos años ha habido un permanente debate público en Elda sobre cuál debía ser el futuro de la Plaza de Toros, e incluso se llegó a convocar un concurso de ideas desde el Ayuntamiento. Ahora por fin se ha licitado un proyecto para su recuperación cuyo presupuesto ronda los tres millones de euros.
Así pues tras largos años de abandono estas paredes por fin afrontan el futuro con optimismo. Queda por delante una larga rehabilitación, pero las tardes de gloria ya parecen más cerca de regresar.