La belleza paisajística de las lagunas de La Mata y Torrevieja, donde los atardeceres sobre las láminas de agua o el color rosáceo de la laguna de Torrevieja inundan las redes sociales, sólo es comparable a su importancia patrimonial. Y es que este Parque Natural situado en su mayor parte en el término municipal de Torrevieja, junto al de Guardamar del Segura y Los Montesinos, posee una importancia ambiental, cultural, agrícola e incluso industrial, debido a la extracción de sal, difícil de encontrar en la Comunidad Valenciana.
La cosecha de sal en sus aguas, la extraordinaria diversidad de variedades de uva de su viñedo y los endemismos botánicos o plantas de saladar presentes aquí, junto a su riqueza ornitológica, convierten a este espacio Natural Protegido en una auténtica aula abierta donde disfrutar, desde el respeto y la sostenibilidad, de nuestra naturaleza cercana, tanto por la población local como por los visitantes que recibe la Costa Blanca.
Quizás sea la avifauna el valor ambiental más conocido de las lagunas de La Mata y Torrevieja. Los amantes de la observación de aves que pasean de manera pausada por sus senderos o utilizan los equipamientos destinados a esta disciplina, descubren preciosos grupos de Jilgueros y Cogujadas comunes en vuelo sobre los campos de viñas, los mismos campos que utilizan los Alcaravanes para nidificar, o escuchan el reclamo nervioso del Pito real en la pinada o la letanía del canto del Chotacabras cuellirojo al caer la noche.
En el año 2020, un numeroso grupo de Flamencos nidificó en aguas de la laguna de Torrevieja. A los 1.237 pollos que nacieron ese año se unieron 240 más en 2021, lo que alberga esperanzas para el asentamiento de esta colonia de Torrevieja, un hito sin duda histórico.
El mantenimiento de esta colonia junto al planeo elegante de los Aguiluchos cenizos, la invernada de Zampullines cuellinegros, el vuelo de los Martines pescadores en los acequiones, la presencia de gaviotas de Audouin y picofinas o el jolgorio de chorlitejos, andarríos, correlimos y vuelvepiedras en las orillas de las lagunas debe ser motivo suficiente para que tanto los gestores ambientales como los usuarios de este Parque Natural se esfuercen en su conservación, para que los diferentes usos que se dan en él no perjudiquen de ninguna manera la extraordinaria variedad de aves presentes en nuestras lagunas a lo largo del año.