Hasta que no se tienen hijos hay muchas cosas a las que no se les presta atención. Por lo general no se sabe qué es el famoso Dalsy o no se recuerda a qué edad salen los dientes, entre otras curiosidades y hay trastornos que padecen los niños que jamás se han oído, pero que una vez se sufren no se olvidan nunca. Hoy os queremos hablar de uno de ellos, que ocurre durante los primeros meses de vida del bebé y que trae de cabeza a los padres, al no poder dormir y ver cómo su pequeño se retuerce de dolor sin que casi nada le alivie. Estamos hablando de los cólicos del lactante, un trastorno muy frecuente que padece el 30% de los bebés.
¿En qué consiste?
Se inicia a las pocas semanas de vida y dura aproximadamente hasta los tres o cuatro meses. Consiste en episodios de llanto agudo e incontrolable, que empiezan sin motivo aparente y que hacen que el pequeño se estremezca de dolor durante un tiempo, permaneciendo normal y sano el resto del día. En ocasiones, además, los pequeños se estremecen, flexionando las piernas y llevándolas al abdomen, y se muestran irritables, moviendo de forma espasmódica brazos y manos y soltando gases intestinales.
Suelen ocurrir sobre todo por la noche y en ocasiones duran hasta dos horas. Así, si hablamos con padres de niños que los sufren es frecuente que nos comenten que están desesperados ante la situación y que han probado mil y una formas de coger al bebé para que deje de llorar y se calme.
Conocer la causa que provoca estos cólicos es complicado. En muchas ocasiones se habla de intolerancia a la proteína de la leche, en el caso de que tomen biberón, o de que la madre consume demasiada leche mientras le da el pecho. Hay otra teoría que habla de que el bebé coge demasiado aire cuando está comiendo y eso le hace después tener tantas molestias. Pero lo cierto es que, por lo general, la mayoría de médicos coinciden en que este trastorno ocurre por inmadurez fisiológica de los bebés, que les produce cansancio y estrés.
Para saber si el llanto del bebé es normal o está provocado por un cólico del lactante hay que fijarse en si aparece antes del tercer mes de vida, si el niño está llorando más de tres horas al día, sobre todo por la noche, y si ocurre tres o más días a la semana. Lo cierto es que no es una enfermedad, sino un trastorno que tiene fecha de caducidad. Pero mientras el bebé lo padece los padres, por lo general, se ponen muy nerviosos al no poder manejar la situación, y este nerviosismo también se lo transmiten al bebé.
¿Qué hacer ante los cólicos?
Es importante acudir al pediatra para que este especialista dé a los padres una serie de recomendaciones acerca de cómo llevar mejor estos cólicos y aliviar al bebé. La mayoría no llega a ser efectiva al 100%, aunque consigue aliviar al pequeño de forma momentánea:
- Los padres no deben sentirse culpables de lo que le ocurre a su bebé y deben olvidarse del estrés y la ansiedad que les produce esa situación de llanto permanente.
- Se debe comprobar que no tiene hambre, frío, calor, sueño o necesita cambio de pañal.
- Hay veces que salir a la calle de paseo o llevar al bebé en un coche alivia y le tranquiliza.
- Coger al bebé en brazos en cuanto empieza a llorar y apretarlo contra el pecho, dándole mucho cariño y amor.
- Evitar que duerma mucho durante el día para que en la noche tenga sueño.
- Darle un baño con agua templada.
- Darle masajes en la zona abdominal para aliviarle el dolor.
En ocasiones hay médicos que recomiendan probióticos, como el L-Reuterí, que ha demostrado ser eficaz para reducir el llanto y el cólico, al ayudar en el desarrollo de la flora intestinal y en la maduración del sistema digestivo del bebé. También hay quien opta por acudir a fisioterapeutas especializados en osteopatía para intentar mejorar el llanto mediante masajes realizados por especialistas.