Entrevista > Estefanía Toro Salado / Escritora y copywriter (Madrid, 5-enero-1983)
Estefanía Toro, escritora madrileña afincada en Alicante es redactora SEO, copywriter y madre de dos niñas. Administración y Finanzas le enseñó que los números no le hacían feliz y que las letras siempre han sido su forma de vida.
Ha publicado los poemarios ‘Indelebles en el tiempo’, 2017, ‘Me regalo puntos suspensivos’, 2018, ‘Presentes de un porvenir’, 2022, y trabaja en la que será su primera novela.
Desde muy pequeña has adoptado el hábito de la lectura, iniciándote con novelas de suspense. ¿De dónde viene esta afición y qué queda reflejado de tus orígenes en la actualidad?
Siempre he visto a mi madre con un libro entre las manos. Fue ella quién me contagió la pasión por la lectura. Tuve suerte porque, desde que aprendí a leer, cayeron en mis manos novelas que me atrapaban durante días y no podía dejar de enlazar unas con otras.
Con diez años empecé a escribir obras de teatro que mis profesores me dejaban representar con mis compañeros en las horas del recreo. Esto hizo que con el paso de los años quisiera contar mis propias historias.
«Siempre fantaseé con la idea de ver mi nombre en el lomo de un ejemplar»
En tu vida profesional te has reinventado muchas veces. ¿Crees que has encontrado lo que te hace feliz y por qué motivo?
Me formé en Asesoría Laboral, Administración y Finanzas porque es lo que veía en mi entorno cercano, pero siempre sentía que me faltaba algo. Me he reinventado muchas veces en diferentes profesiones hasta que una empresa de marketing digital confió en mí y comencé a trabajar de forma freelance en la creación de contenidos para diversas páginas web.
Esto me permite desarrollar mi parte más creativa y compatibilizar mi pasión con mi responsabilidad como madre. Son pocas profesiones hoy en día las que nos permiten conciliar.
En las redes sociales descubriste los cursos de escritura creativa. ¿Fue un punto de inflexión en tu trayectoria como escritora?
Empecé a escribir bajo las fotos que publicaba, con la ayuda de todo cuanto aprendía en la Escuela de Escritores y de forma autodidacta. Empezaron a subir los seguidores y surgió la iniciativa de autopublicar mi primer libro, ya que siempre fantaseé con la idea de ver mi nombre en el lomo de un ejemplar.
Tras dos poemarios, empecé a escribir mí día a día de un modo más narrativo, surgiendo una especie de híbrido entre géneros y dando lugar a mi recién estrenado proyecto, ‘Presentes de un porvenir’.
¿Cómo es la relación con tus seguidores en redes sociales?
He conocido lectores que no dudan en apoyarte y dejarte su opinión en cada texto, y he tenido la suerte de desvirtualizarlos en muchos recitales y presentaciones, de conocer a muchos compañeros de letras.
Tuve una nueva oportunidad el pasado trece de febrero, durante la presentación de ‘Presentes de un porvenir’ en la Biblioteca Municipal Iván de Vargas en Madrid, un acto en el que conté con el escritor y músico Davile Matellán y en el que me vi arropada por muchos de ellos.
«Las editoriales grandes apuestan más por la visibilidad que por la calidad del contenido»
¿Cuál es tu experiencia con la autopublicación y las editoriales de publicación tradicional?
El mundo literario ha cambiado con la era digital. Las editoriales son empresas y buscan ganar dinero. Las editoriales grandes apuestan por personajes públicos o con un gran número de seguidores en redes. Apuestan más por la visibilidad que por la calidad del contenido.
Artistas menos conocidos tenemos muy complicado llegar a un gran sello editorial que invierta tiempo y dinero en apostar por tu obra. Sin embargo, son muchos los libros autopublicados que van teniendo mejor acogida y cuentan con muy buenas reseñas. Hay editoriales pequeñas que hacen un trabajo maravilloso. Megan Maxwell, Esteban Naverro o J. K. Rowling empezaron siendo autopublicados.
¿Qué encontrará el lector en la obra que has estrenado, ‘Presentes de un porvenir’?
Me gusta escribir sobre los instantes que vivimos antes de que se escurran como arena entre los dedos. Para salvar aquello que ya no podrá ser, para ir trazando el plan de aquello que está por llegar. La obra es el diario de una historia atemporal vivida a destiempo.
De un presente con miedo al pasado y el ansia enferma de un futuro que no se alcanza con las manos. De esa distancia que duele, de la responsabilidad que acecha constante. De un minutero que avanza inexorable. Es la historia del año en el que aprendí a jugar con las horas, hasta parar el reloj.
«Me gusta escribir sobre los instantes que vivimos antes de que se escurran como arena entre los dedos»
Estás escribiendo tu primera novela, un thriller psicológico. ¿Cuál es el enfoque que le estás dando?
Es una novela contada en dos tiempos. La protagonista nos habla sobre un suceso que conmociona a un pueblo entero y, de forma paralela, recuerda lo ocurrido con su hermano desaparecido hace veinte años.
A pesar de haber querido mantener siempre en secreto su pasado, no duda en inmiscuirse en la investigación y entorpecer la labor de la Guardia Civil, centrando la atención de los medios y el foco de la sospecha sobre su persona. Espero que pueda ver la luz el próximo año.
Por último, ¿Alicante te inspira de alguna forma determinada?
A esta ciudad y a su gente les debo mucho. Llevo viviendo en Alicante casi veinte años y la calidad de vida que se respira es sin duda fuente de inspiración. Pensé que al irme de Madrid no tendría tantas oportunidades de crecer profesionalmente, pero hoy en día he logrado grandes proyectos.
Además, la oferta cultural cada día es mayor. La cultura se vende y se consume, hay personas que aún ven caro el precio de un libro o de una obra de teatro pero no el salir de copas. Si algo nos enseñó la pandemia es que la cultura es necesaria y ahora van acercándose más a ella.