Haritz Garde / Baterista de ‘La Oreja de Van Gogh’
Uno de los grupos más emblemáticos de nuestro pop patrio llega el próximo 7 de julio a València para actuar en los Jardines de Viveros. Porque si España tuviera una banda sonora que abarcara las últimas tres décadas, sin ninguna duda muchas canciones de La Oreja de Van Gogh formarían parte de ella.
Hoy entrevistamos a su baterista Haritz Garde (San Sebastián, 23-enero-1976), uno de los tres compañeros de la facultad de Derecho de la Universidad del País Vasco que se juntaron allá por los años 90 para formar un nuevo grupo. Poco podían imaginar el éxito que se les vendría encima.
¿Cómo te dio por ser músico, y en concreto baterista?
Pues igual que mucha gente en mi profesión, yo empecé medio jugando. Nos juntamos en la universidad un grupo de amigos que nos encantaba la música y teníamos varios grupos en común. Así que de repente surgió la idea: “¿Y por qué no probamos nosotros?” Pues uno fue a la guitarra, otro a cantar y yo a la batería (risas).
Así comenzamos a aprender poco a poco, luego nos atrevimos a componer alguna cosa y al final llegó una maqueta nuestra a Sony. Y a partir de ahí, pues la historia que todos conocéis.
«Echo de menos cuando componíamos sin tener que analizar tanto cada nota y cada acorde»
¿Qué grupos te gustaban en aquella época?
La verdad es que eran muy variopintos, la mayoría no tienen nada que ver entre ellos. Y luego a la hora de componer, pues las cosas salen por otro lado (risas). Aunque supongo que todo influye.
Recuerdo que nos gustaba mucho Pearl Jeam, Nirvana, U2… y luego ya más tarde Coldplay. Algún día nos daba por escuchar a Janis Joplin y hacerle una versión. Por ejemplo Álvaro Fuentes, el bajista del grupo, siempre ha sido muy fan de Grateful Dead. En general amábamos la música, y nos empapábamos de todo sin prejuicios. En aquella época era todo mucho más fresco a la hora de componer, y cada día nos dejamos influenciar por alguien distinto.
Lo cierto es que los primeros discos que sacasteis tuvieron un éxito increíble. Os catapultaron de golpe a la cima del pop español.
Sí, quizás fueron un poco resultado de la unión de todos los grupos que te acabo de nombrar. Echábamos para adelante casi cualquier idea, muchas veces sin pensar si lo que estábamos haciendo era de un estilo u otro. Nos dejábamos llevar y si sonaba bien, pues genial.
Te admito que echamos un poco de menos aquella frescura de esa época, pues ahora nos toca siempre analizar cada nota y cada acorde en una canción. Antes era todo: “venga, vamos a probarlo a ver qué tal”. Que es un ritmo reggae que aquí no pega nada, pues a lo mejor resulta que sí. ¿Qué más da si es heterodoxo o no? Éramos más ingenuos y por supuesto luego salían cosas que no valían para nada, pero tuvimos la fortuna de que otras sí que gustaron a un público que yo creo que se enganchó a nuestra naturalidad. La verdad es que fue una locura.
Y yo creo que también por las letras de vuestras canciones. A mí, por ejemplo, la de ‘Geografía’ me parece una obra maestra.
Muchas gracias. Contábamos historias normales que enganchaban. A veces si las escuchas de manera superficial puedes pensar que es lo típico de una historia de amor, pero si profundizas en las letras te das cuenta de que intentamos relatar un poquito más de lo que parece. Tienen mucho trasfondo.
Por ejemplo ‘Geografía’ es una canción que habla de que no haya fronteras y de que tanto nacionalismo a veces solo lleva a cosas malas, es decir a mirarnos solo para dentro en lugar de hacia fuera. Siempre hay que disfrutar de todos y de cada sitio quedarte con lo mejor.
«‘A las cinco en el Astoria’ fue como grabar otra vez nuestro primer disco»
Supongo que vuestro gran punto de inflexión como grupo fue cuando se marchó Amaia Montero. Recuerdo que hasta que anunciasteis a Leire Martínez hubo todo tipo de rumores sobre quien sería vuestra futura cantante…
Es cierto. Hubo de todo, algunos incluso graciosos. Nosotros intentamos aislarnos un poquito de todo ese ruido, y estuvimos a lo nuestro, haciendo canciones. Al final encontramos a Leire, y fue maravilloso. Ella encajó perfectamente y recuperamos el grupo de cinco.
Entre toda vuestra extensa discografía, ¿le guardas especial cariño a algún disco?
Es difícil, tuvimos la suerte de que todos nos han ido funcionando desde el primero. Guardamos un cariño especial a todos, pero sí creemos que uno de los más redondos fue ‘El viaje de Copperpot’. Entonces todavía teníamos aquella frescura inicial, pero ya empezábamos a controlar mejor cómo trabajar en estudio.
También te destacaría ‘A las cinco en el Astoria’, el primero con Leire. Fue casi como nuestro primer disco… por segunda vez. Supuso mucho volver a sentir esas primeras veces y algunas canciones como ‘Jueves’ son míticas para nosotros.
¿Cómo nació vuestro último álbum ‘Un susurro en la tormenta’?
Es un disco que hicimos justo antes de la pandemia. Consiste en once canciones, o como decimos nosotros “once susurros”. Hoy en día vemos que todo va muy rápido, también en el mundo de la música. Se lanza un single a todo correr. Nosotros afortunadamente nos mantenemos al margen de esos ritmos. Siempre nos gusta esperar a tener el disco entero, porque necesitas escuchar todas las canciones para ver donde está exactamente el grupo.
En este caso son once historias de todo tipo que nos han ocurrido. Tal vez éste sea uno de nuestros discos más personales, pues hemos profundizado mucho en nosotros mismos.
A mí la que más me ha impactado es la de ‘Sirenas’, por el tema tan tremendo que trata.
Es una canción muy especial. Una madre que le cuenta a su hijo cómo fue todo durante la época de ETA para no olvidar a las víctimas. Su mensaje es tenerlas siempre presentes en el recuerdo, pero intentando no caer en el rencor pues hay que seguir avanzando. Es importante no olvidarnos de lo que pasó y contárselo a nuestros hijos para que en el futuro no se repita.
«El mensaje de ‘Sirenas’ es que debemos recordar a las víctimas de ETA y mirar al futuro sin rencores»
También es la constatación de lo mucho que ha avanzado la sociedad vasca. Porque si hubierais escrito una canción así en los años 90, probablemente habríais tenido que iros del País Vasco.
Es cierto que afortunadamente nuestra sociedad ha mejorado un montón. Por eso es una canción que invita a continuar por este camino. Que ya nunca vuelvan a sonar las sirenas de las ambulancias y la Policía. Recuerdo que cuando las escuchábamos te dejaban paralizado porque eran siempre como un presagio de que había ocurrido algo terrible.
Por eso creemos que debemos seguir avanzando, sin olvidar lo trágico de lo que sucedió pero mirando sobre todo hacia el futuro. Hay que recordar ciertas cosas, pero sin caer en nuevas batallas porque todos tenemos que convivir.
A València ya habéis venido muchísimas veces. ¿Cómo es vuestra relación con esta tierra?
Sí, desde nuestros inicios hemos visitado mucho vuestra tierra y siempre nos habéis recibido de una manera impresionante. Nos sentimos muy queridos y vamos encantados. Buen clima, buena comida, buena gente, buenas playas… todo merece la pena allá.
Ahora tenéis una gira bastante intensa para el verano… ¿y luego qué? ¿Hay algún nuevo bebé en ciernes?
Pues imagino que nos pondremos pronto a fabricar el nuevo bebé. Tenemos muchas ganas de contar nuevas historias y melodías. Por el momento acabaremos la gira con conciertos hasta octubre y luego nos retiraremos un poquito a nuestro local de ensayo para volver a componer.
¿Hacia dónde crees que evolucionará vuestro estilo en los próximos años?
Nosotros queremos creer que en la esencia seguimos siendo igual que cuando empezamos aquellos amigos unidos por la música. De hecho continuamos manteniendo esa amistad y admiración mutua entre todos.
Por supuesto inevitablemente a la hora de hacer cambios vas aprendiendo, creciendo con el instrumento, mejorando algunas cosas y poco a poco pues vas dominando más la tecnología y los estudios. Incluso las mismas letras te llevan a otro sitio, porque no es lo mismo el amor con 20 años que con 40 (risas). Ahora tenemos hijos y hemos vivido muchas más historias, lo cual lleva a que se abra más el abanico. Intentamos desnudarnos al máximo posible para que salga todo lo que tenemos dentro.
Para terminar me gustaría conocer tu opinión sobre el panorama musical español actual. ¿Tienes algún grupo o cantante que te guste especialmente?
Creo que es un buen momento para la música española. A raíz de Spotify, iTunes y estas cosas todo se ha vuelto más democrático, pues cualquiera puede subir una canción y que la escuche la gente. Y con un poco de suerte, el tema se puede viralizar y llegar a muchos sitios.
Hay muchísima música buena y lo mejor es que existe sitio para todos. Hay hueco para nosotros, para los chavales jóvenes que hacen música urbana o para otros grupos que me gustan mucho como Vetusta Morla. Debemos aprovechar esta buena época y consumir cuanta más música mejor.