Entrevista > Conchita Boj Andreu / Música (Torrevieja, 28-julio-1956)
El auditorio del Palacio de la Música de Torrevieja ha acogido un concierto homenaje a la que ha sido profesora del Conservatorio Profesional de Música Francisco Casanovas durante 38 años, Conchita Boj, por su jubilación.
En dicho acto el alcalde Eduardo Dolón ha comentado que elevará a la Junta de Portavoces la propuesta para que el edificio que albergará el Conservatorio Internacional lleve su nombre.
¿Qué significa para ti que dicho centro vaya a llevar tu nombre?
Es un gran honor y me siento muy agradecida.
«He recibido muchas felicitaciones de personas al encontrarnos por la ciudad»
El año pasado también recibiste el Escudo de Oro del Certamen Internacional de Habaneras de Torrevieja en reconocimiento a toda una vida dedicada a la música y a la habanera.
Lo recibimos mi marido, Manuel Martínez Guirao, y yo. Fue una noche increíble y nos sentimos muy orgullosos. Nuestra vida y la de mi familia ha estado dedicada a la música y a nuestras raíces, con la habanera.
¿Sientes ese reconocimiento y cariño también por el conjunto de la ciudadanía torrevejense?
Sí, muchísimo. He recibido muchas felicitaciones de personas al encontrarnos por la ciudad, algunos fueron componentes del coro o antiguos alumnos.
¿Tuviste siempre clara tu vocación por la música?
En casa mi padre tocaba el violín y mi madre, mis tíos y abuelos cantaban habaneras, por lo que he crecido rodeada de música. Cuando tenía seis años quería apuntarme a clases de música en el colegio La Purísima donde estudiaba. Mis padres aprobaron la iniciativa y así comencé mi andadura musical.
«Torrevieja es referencia musical y podemos estar muy orgullosos de ello»
¿Cómo surge que dieses el salto a la enseñanza en el Conservatorio Profesional de Música Francisco Casanovas en 1984?
El Ayuntamiento de Torrevieja en aquel momento organizó unas pruebas selectivas con un jurado compuesto por profesores del Conservatorio Superior de Música Óscar Esplá de Alicante, donde nos presentamos varios profesionales. Me preparé para el examen con mi maestro Francisco Casanovas y conseguí la plaza de piano.
Y desde entonces estuviste casi cuarenta años, parece fácil ¿verdad?
Durante estos años ha habido muchos momentos gratos y otros ingratos, aunque los menos. Cuando empezamos la plantilla constaba de seis profesores y se disponía de pocos medios. Siempre con el apoyo del Ayuntamiento logramos aumentar las especialidades instrumentales y el correspondiente profesorado.
Destacaría cuando conseguimos de Consellería la oficialidad y el Grado Profesional, aunque también fue importante la construcción del Palacio de la Música donde nos trasladamos más tarde y que es la sede actual.
¿Cómo ha evolucionado musicalmente la ciudad desde que te iniciaste?
Cuando empecé mis estudios de música en Torrevieja solo estaba la academia de la Unión Musical que tenía sus educandos. Con el conservatorio ampliamos la oferta para conseguir grandes profesionales.
A día de hoy tenemos muchos que están en activo cantando, tocando o dirigiendo por todo el mundo. Torrevieja es referencia musical y podemos estar muy orgullosos de ello.
«El coro surgió por la necesidad de hacer escuela en el mundo coral»
También has sido la fundadora y directora del coro Maestro Casanovas, ¿por qué surgió esa iniciativa musical?
El coro surgió por la necesidad de hacer escuela en el mundo coral, necesitábamos educarlos y prepararlos desde pequeños. Así empecé con unos setenta niños a trabajar las voces y a inculcarles amor por el canto coral y la música.
El repertorio se componía de canciones infantiles y, poco a poco, se fue completando con canciones del repertorio coral polifónico hasta conseguir un buen nivel e importantes premios allá donde el coro se presentaba.
Incluso habéis viajado por diferentes países.
Así es, hemos tenido la oportunidad de viajar a lugares como Suiza, Italia, Cuba, sin dejar de lado nuestro país, ofreciendo en estos conciertos muestras de nuestra cultura; interpretando habaneras de nuestra ciudad.
Estuviste con el coro cerca de veinticinco años, hasta que pasaste la batuta a tu hija Sabina Martínez Boj, ¿fue difícil echarse a un lado después de tanto tiempo?
La decisión de pasar la batuta llegó cuando Sabina estudió piano en el Conservatorio Superior Óscar Esplá de Alicante y consiguió el título superior de dirección coral en el Conservatorio Superior Massotti Littel de Murcia.
Creo que era el momento idóneo para el relevo porque los músicos jóvenes deben seguir su propio camino y hay que ofrecerles una oportunidad.
¿Cómo lo está haciendo?
Tiene un sistema de enseñanza muy especial. Su trabajo está muy abierto a la inclusión de niños o adolescentes con necesidades especiales. Sabemos que la música es muy importante para el desarrollo de las personas en general, pero más en las que necesitan ayuda.
Admiro mucho a mi hija, es muy buena profesional y creo que mi coro no podía estar en mejores manos.
Una nueva etapa
Tras su marcha del coro Maestro Casanovas, Conchita se ha dedicado a dar clases de piano. Ahora tiene que adaptarse a su nueva etapa como jubilada, aunque asegura que va a estar atenta a la evolución de sus alumnos.