Las Perseidas, también llamadas ‘lágrimas de San Lorenzo’, son una de las lluvias de meteoros más importantes del año. De hecho, son las más abundantes, y es que, según la organización astronómica, en una hora pueden llegar a observarse entre 50 y 100 cada hora. Además, como tiene lugar durante las noches de verano en el hemisferio Norte (entre los meses de julio y agosto), es también uno de los fenómenos que más éxito tiene entre los aficionados.
La lluvia de meteoros de las Perseidas procede del cometa Swift-Tuttle. Cada año, entre finales de julio y mediados de agosto, la Tierra pasa a través de una nube de polvo desprendida por el cometa cuando se acerca al Sol. Los meteoroides de las Perseidas golpean nuestra atmósfera a 210.000 kilómetros por hora, produciendo ese característico espectáculo de luz que atrae la mirada de miles de curiosos de todo el mundo.
En realidad, la mayoría de los meteoroides desprendidos del Swift-Tuttle son pequeños fragmentos parecidos a un grano de arena. Cuando impactan contra la atmósfera terrestre aumentan su temperatura hasta unos 5.000 grados centígrados en una fracción de segundo, lo que provoca que se desintegren a una altura de unos 100 y 80 kilómetros de altitud. Ese efecto es el que provoca que emitan un destello de luz. Las partículas más grandes, del tamaño de un guisante o incluso mayores, pueden producir unas estelas mucho más brillantes, conocidas con el nombre de bólidos.
¿Cuándo se podrán ver las Perseidas?
Este año, la lluvia de las Perseidas puede verse hasta el 24 de agosto, aunque el pico tendrá lugar la noche del 11 al 13 de agosto. Según la NASA, la mejor hora para ver las Perseidas en el hemisferio Norte es durante las horas previas al amanecer, aunque también pueden apreciarse al anochecer, a partir de las 10 de la noche.